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| Horacio Cartes llegando a la cumbre de UNASUR (Imagen "abc color") |
La verdad de los hechos terminará prevaleciendo, presidente Cartes. Incorpórese al esclarecimiento para que después no sea arrasado por la verdad.
Ud., presidente Cartes, habla mucho de “Dios y la patria”.
El buen Dios en el que creemos la inmensa mayoría de loa paraguayos (lo que no quiere decir que quienes no son creyentes están excluidos de la nación), y la Patria paraguaya Humanidad, solo pueden ser servidos con la verdad, que generalmente suele estar sepultada tras cordilleras de poderes ilegales e ilegítimos y de fortunas de igual procedencia.
En lo que aquí se llama corte suprema de justicia (¡en minúsculas!), sus 9 integrantes, no solo su miembro renunciante, y los tres “rebeldes”, hasta hoy al mediodía, si alguna vez fueron legales y legítimos ya han dejado de serlo, para el soberano, el pueblo. Ellos mismos se encargaron de ponerse en contra de la Constitución, las leyes y la Justicia. En una Corte Suprema de Justicia quienes callan antes las injusticias, convertidas en un sistema totalitario propio del fiscal Vishinky de Stalin, no pueden decir que nada sabían… En todo caso fueron cómplices por comisión desde sus respectivas omisiones.
Alguna vez (¿2010 ó 2011?) Ud. me invitó a conversar y a conocernos, y me propuso que yo integrara su equipo politiquero, desde esa noche. Hay testigos: ¿recuerda? Educadamente y con firmeza rechacé su oferta, aunque estaba casi por completo desempleado en esos tiempos, víctima de persecuciones del castrochavismo y de la politiquería local.
Hoy le solicito por este medio, no tengo otro, que me conceda una entrevista periodística, para paraguaymundo.com, un medio de prensa digital, independiente de cualquier poder fáctico y de toda otra intención que no sea informar, comentar, analizar, opinar, para hacerle respetuosamente todas las preguntas que hoy se hacen incluso quienes votaron (sin sufragar) su candidatura en 2013.
Yo me equivoco como cualquier ser humano, señor presidente, pero mis equivocaciones son errores y no tienen precio, ni para callar ni para decir. Y cuando yerro, asumo mi responsabilidad y trato de enmendar el daño objetivo que pudiera haber causado.
Deseo preguntarle, sin cuestionario previo, todo aquello que nuestros compatriotas claman por saber. Le hago esta petición pública, amparado en la garantía, derecho y libertad de recurrir a nuestras autoridades, aunque ellas sean un poder fáctico. Y porque Ud., antirepublicana y antidemocráticamente se escuda en ese búnker que es su planta gerencial de Tabesa y otras empresas suyas, hoy convertidos cada uno de ellos, inconstitucionalmente, en “primeros ministros”, violación de la Carta Magna y de la ley que hoy callan quienes se dicen sus ministros.
Señor presidente: Ud. estará en desacuerdo conmigo, sin duda, pero al menos sabe lo que este ciudadano soberano suyo le dice, de manera educada, todo aquello que ni siquiera sus empleados más cercanos se atreven a mencionarle. Un presidente de la República, legal y legítimo, o no, tiene la obligación de escuchar todas las voces de la realidad. Hasta por la más elemental y grosera realpolitik.
Atentamente.
PARA EL ORIGEN DE LA INFORMACIÓN SOBRE PALABRAS DEL PRESIDENTE: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/cartes-si-estuviera-en-lugar-de-ministros-de-la-corte-renunciaria-1313315.html
JLSG
Asunción, a
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