Infografía del tráfico continental de cigarrillos de contrabando que tiene su origen en Paraguay (Crédito: O Gazeta do Povo, Londrina, Paraná, Brasil). |
Es este un tema-problema que las grandes empresas multimedia ocultaron a la ciudadanía, al menos como lo están haciendo ahora, desde los horrendos asesinatos del periodista Pablo Medina y de su joven asistente y aprendiz, Antonia Almada.
Las grandes empresas periodísticas de nuestro medio, durante décadas, desde el pos 1989, salvo excepciones aisladas y no sistemáticas, callaron la investigación permanente y responsable del “crimen hediondo” (como se dice, literalmente traducido del portugués), el organizado de la narcoactividad y el del monumental contrabando de cigarrillos, este que varios investigadores extranjeros vinculan a una operación transnacional de lavado de dinero en el que también son socios objetivos las organizaciones mafiosas y narcoterroristas regionales.
Si el periodismo de las grandes empresas hubiese tomado en cuenta con seriedad y responsabilidad profesionales los reportajes y notas de Pablo Medina, mucho antes de su horrendo asesinato, el Paraguay del crimen organizado no hubiese permeado como hoy sabemos en la sociedad, la política y la economía del país.
JLSG
Asunción, a 14 de diciembre de 2014
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