Hágalo MMM, antes de que el cardenal australiano George Pell, el “intocable” e insobornable Prefecto de la Secretaría de Economía (ministro de finanzas) de la Santa Sede, le convoque al Vaticano.
Será para que explique las denuncias contenidas en un “dossier”, que le llegara por medio de un auténtico y santo prelado latinoamericano, de gran prestigio y humilde vida material, en nombre de católicos paraguayos indignados con la opulencia en que viven algunos de sus obispos y religiosos y laicos a ellos vinculados. Entre ellos, al parecer, Ud., demérito MMM, es el cabeza de lista.
Según contaron a venerables consagrados unos amistosos ángeles de la guarda, no se trata de una “conspiración” del Opus Dei, sino del efecto virtuoso de las buenas medidas de saneamiento administrativo del papa Francisco. ¡Y tampoco es una artera maniobra de los masones, de quienes supuestamente es “archienemigo”, intempetivamente, y de manera inexplicable, como “rayo caído de cielo sereno”, MMM!
Si bien esta decisión temporal y moral, y de Justicia, hace creíble la propuesta del papa Francisco, la de una iglesia católica jesucristiana, sin fastuosas riquezas y con economía transparente y autosuficiente, es también un riesgo para su pontificado.
¡Será todavía más peligroso cuando entre varios más, ciertos “teólogos de la liberación” caviarnícolas (deglutidores de caviar y cavernícolas de ideologías y costumbres depravadas como el papa Borgia, de siglos atrás), de aquellos de solo bonito hablar y de mucho “carpe diem”, también sean puestos entre la cruz pontifical y el peso de las leyes terrenales y eclesiáticas!
Toda esta situación, ¿tendrá algo que ver con el cambio del jefe de la seguridad del pontífice romano (la tradicional Guardia Suiza, con sus vistosos trajes diseñados, si mal no recuerdo, por Miguel Ángel) ocurrida dos o tres días atrás, o se trata de una mera casualidad?
No importa. Lo trascendente es que la transparentación de las economía y finanzas del Vaticano bien valen la limpieza definitiva de su banca, el IOR, infernal hasta que Benedicto XVI empezó a limpiarla, obra que prosigue su sucesor y con éxito.
Muchísimos católicos esperamos que los episcopados católicos del mundo, empezando por el paraguayo, adopten tal política de transparentación económico-financiera. ¡No hay mejor pedagogía que la del ejemplo!
“¡Hágalo MMM, antes de que el cardenal australiano George Pell, el “intocable” e insobornable Prefecto de la Secretaría de Economía (ministro de finanzas) de la Santa Sede, le convoque al Vaticano!”.
LEA LA INFORMACIÓN Y COMENTARIO DE UN DESTACADO PERIODISTA ESPAÑOL:
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/04/actualidad/1417725879_772485.html
JLSG
Asunción, a 4 e diciembre de 2014
0 comentarios:
Publicar un comentario