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| Ya capturados y esposados los dos criminales brasileños sobrevivientes del operativo “robo agravado con toma de rehenes”, enfrentado con energía y flexibilidad por los “santarricenses” (Crédito: “abc color”). |
Santa Rita está en el departamento de Alto Paraná, en la frontera con Brasil, río Paraná de por medio. Es Paraguay, pero allí el crimen no paga, y en la próspera urbe, a estar por lo ocurrido ayer, durante otra manifestación de la muy grave y generalizada crisis de seguridad que padece el Paraguay –y que la necedad blindada del presidente Horacio Cartes denomina apenas “sensación” de inseguridad– los ciudadanos y las autoridades se respetan y complementan.
Qué bueno sería que en todo el Paraguay ese fuese el relacionamiento entre los ciudadanos soberanos y nuestros empleados. Estos deberían ser verdaderos servidores públicos (los hay también, pero son minoría) y no explotadores y expoliadores de quienes somos sus mandantes, Es decir, ellos son solo mandatarios y nosotros los empleamos, ¡generalmente para desdicha nuestra!
¿Por qué son excepcionales los “santarricenses”, si se me permite el atrevido gentilicio? En lo fundamental es una sociedad local socioeconómicamente próspera y que tiene por base de su cohesión “brasiparaguaya” una cultura y ética del trabajo, duro, arduo, sufrido y a la vez estimulante.
Es muy probable que esto haya sido decisivo para que ayer, ciudadanos y autoridades locales (municipales, bomberos, hospitales, abogados) y nacionales (policía y fiscalía), cohesionados, recurrieran a las armas de la ley (¡incluyendo unos históricos máuser P.30 de museo!) en la medida necesaria para enfrentar el desafío de los criminales, a quienes después de cercarlos en el domicilio de la familia secuestrada, incluyendo a la empleada doméstica, con firmeza y flexibilidad obligaran a entregarse, sin más víctimas que lamentar que los dos criminales muertos en su ley, y sin locuras exterminadoras de parte de la población y de las autoridades.
La prensa también se lució con una cobertura sostenida, no “mediática”, y con gran profesionalismo. Incluso algunos periodistas sirvieron de garantía, con el fiscal encargado, para la rendición de los criminales.
Santa Rita es un ejemplo de respuesta efectiva de seguridad ciudadanan, con ciudadanía, autoridades y medios interviniendo activamente, para enfrentar la espiral de inseguridad y sangre y fuego que nos amenaza a todos, y que la sordera y ceguera de Cartes, con elevado costo social para nosotros, imprudente e irresponsablemente llama sensación de inseguridad…
JLSG
Asunción a 20 de noviembre de 2014
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