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| El 3 de febrero de 1989, el ex dictador Alfredo Stroessner, con señales de deterioro físico y abandono mental, cuando abordaba el avión de LAP que lo condujo al exilio en Brasilia, donde moriría en 2006. Dejó como herencia un país institucional y moralmente quebrado, en el marco de una historia nacional de predominio autoritario, cultural y políticamente y sometido a “oligarquía y burguesía fraudulentas”. Sucesivos desgobiernos politiqueros y partidocráticos, pos 1989, ayudan a explicar los peligros ya inocultables de la cleptonarcocracia y del narcoterrorismo (Crédito de la foto: www.intanramada.blogspot.com, encontrada en Google Imágenes) |
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“En estas entregas que se inician hoy se ofrece una aproximación rigurosamente documentada de los orígenes del crimen organizado y transnacionalizado del narcotráfico, y de sus previsibles derivaciones narcoterroristas, en el Paraguay del estado de corrupción (Mariano Grondona dixit), régimen de explotación y dominación gestado y cristalizado bajo la inapelable opresión autoritaria stroessnerista de guerra fría (1954-1989).
“Ese y no otro es el origen de la descomposición y desgobierno de la apertura política de 1989, devenido en la farsa democrática actual, la que desde los tres poderes fácticos de un aparato de Estado, en crisis terminal hoy, es incapaz de ofrecer seguridad jurídica y ciudadana, un sistema electoral y un parlamento legal y legítimo y un ejecutivo capaz, creíble y al servicio de la sociedad y no uno comprado por un plutócrata que hasta ahora no ha explicado los orígenes de su cuantiosa fortuna.
“Este modelo, origen de la local y moderna politiquería (es decir, la depravación de la política como servicio de bien común para el ciudadano teóricamente soberano) y que poco más de un cuarto de siglo después de derrocado el general Alfredo Stroessner (Encarnación 1912– Brasilia 2006), nunca fue removido en serio, a partir de la apertura política desde arriba, que entre temores y esperanzas se iniciara con el golpe militar de 1989.
“La posibilidad de la construcción de la sociedad abierta y el Estado de derecho democrático hoy languidece y se extingue en los lodos sangrientos de aquellos polvos igualmente terribles, debido a la incompetencia supina y ambiciones sin límites de sucesivos liderazgos partidocráticos (la dictadura de grupúsculos partidarios de todas las ideologías) y externos a ellos, algunos de larga tradición antidictatorial, todos por igual no genuinamente democráticos […]”.
JLSG
Asunción, a 18 de noviembre de 2014
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