 |
| Alberto Ramírez Zambonini, “doctor en derecho”, con una ¿tesis? plagiada “involuntariamente”, y manteniendo el título gracias a un arreglo financiero millonario con los autores argentinos de la obra, trasegada por ¿traviesos duendes? a la que denomina su disertación electoral. Es el eterno cerebro del mal de los liberaloides actuales en la Superior Voluntad de Injusticia Votacional del Paraguay, el “TSJE”, de democracia de muy baja calidad, y uno de los responsables de la casi total decadencia de la política en politiquería partidocrática aquí. De pobre de solemnidad, pero honrado, dicen, y de picapleitos intrascendente, es hoy uno de los plutoburócratas de oro del pos 1989, y la historialo ubicará entre los responsables individuales del fracaso de la apertura política de 1989 (Crédito de la foto: www.nanduti.com.py). |
El financiamiento de los partidos por el Estado es inmoral pues desvía cada vez más ingentes recursos que deberían destinarse a políticas públicas sociales para disminuir el desempleo, y las pobreza y miseria imperantes. Ese financiamiento es “legal” pero ilegítimo e inconstitucional y enemigo del civismo pues fue votada por los partidócratas en beneficio propio y porque contribuyó a la degradación de la política en politiquería.
Es también imprescindible eliminar el elefantiásico “TSJE”, un órgano constitucional extrapoder, que cuenta con una plutocracia de enriquecidos funcionarios y con un entramado de respaldos internacionales de organismos similares, ya convertidos en un “cártel” externo de prestaciones y contraprestaciones. El monstruo devorador de presupuestos jamás fiscalizados en serio, el “TSJE”, se ha convertido en un poderoso “lobby” partidocrático cuando lo exigen las circunstancias, y cuando no en un campo de luchas interpartidócratas y también entre los politiqueros.
La ley electoral y su sistema también son ilegítimos e inconstitucionales, incluso ahora con la proliferación de listas sábanas al interior de cada partido, pues combinada con el sistema de cocientes electorales de cómputos favorece a plutócratas, narcos y politiqueros en detrimento de auténticos líderes ciudadanos. Con el “voto directo” no puede haber democracia política, pues los poderosos compran los votos, que así dejan de ser sufragios, sobre todo cuando pobreza crítica y miseria afectan a grandes segmentos del electorado.
El subsidio electoral y aporte del Estado a los politiqueros fomenta el clientelismo y corrupción partidocráticos y no neutraliza en lo mínimo la ventaja del narcocapital, que ya hizo metástasis en lo que aquí llamamos partidos políticos y también en la sociedad y la economía.
Es imperioso el control de los fondos para campañas electorales, públicos y/o privados, como también el de los grandes grupos empresariales lavadores de dinero que en algunos países ya invierten también en conglomerados multimedios, los del “narcoperiodismo”.
En la CháveZuela, “El Universal”, por ejemplo, tuvo que ser vendido hace poco por sus legítimos propietarios, perseguidos por la dictadura “bolivariana”, y lo hizo a una empresa fantasma, con sede en un paraíso fiscal, que con un capital de menos de diez mil dólares, pagó la compra entre 50 y 100 millones de US$ que era el valor de mercado del medio. Todo hace presumir que el narcodinero de la dictadura de Chávez-Maduro es el verdadero origen de la tal empresa: es una manera “económica” de impedir las libertades de pensamiento y expresión. Es decir, una manera disfrazada de censurar desde el poder.
Enlace informativo: http://www.abc.com.py/…/saguier-sondea-apoyo-para-derogar-l…
JLSG
Asunción, a lunes de 23 de febrero de 2015
0 comentarios:
Publicar un comentario