jueves, 23 de octubre de 2014

LOS POLITIQUEROS PARTIDÓCRATAS, SI NO LIMPIAN EN SERIO SUS ORGANIZACIONES CADA VEZ MÁS DELICTIVAS, LOGRARÁN MATAR A SUS GALLINAS DE LOS HUEVOS DE ORO




Fuente: Caricatura de Caló, publicada en ABC Color, bajada de Google Imágenes

Una vez más, el humor negrísimo del caricaturista de “abc color”, Caló, todo un analista político en serio y no como tantos doctores quienes se atribuyen falsamente tal especialidad, define con sus trazos creativos, pero llenos de la realidad más dura, uno de los “ébola” que amenazan a lo poco que queda de nuestra tan quebrantada convivencia.

Se trata de la infiltración de los poderes fácticos, desde los narcoterroristas hasta los del crimen organizado, y sin olvidar a los que viven de sus “hipotecas ideológicas” autori-totalitarias, en sus más varias manifestaciones.

Esta pandemia de la que no se salva ninguna organización politiquero-partidocrática, que anualmente cada una nos roba sumas que el fisco sustrae a salud, educación, gastos sociales, inversiones productivas, asistencias varias, etc., contamina y pervierte desde antes de 1989 (con la aparición del “neocoloradismo stroessnerista”), y sobre todo después, la precaria vida cívica nacional.

Leemos en “abc” de hoy:
“22 de Octubre de 2014
Ñe'ẽmbeweb
Está visto que los partidos políticos no miran ni el currículum ni el prontuario de sus candidatos. Da lo mismo un asaltabancos que un narcotraficante”.

Debemos recordar que sin partidos políticos (no politiqueros y menos partidocráticos) el Estado de derecho democrático no puede ser construido jamás. Pero tampoco con organizaciones permeadas por el crimen organizado: narcotráfico, terrorismo, narcoterrorismo, poderes fácticos económicos.

Quienes están afiliados a partidos políticos tradicionales, no tan nuevos y más recientes, y no forman parte de las estructuras del crimen organizado, deben organizarse para limpiarlos y refundarlos, antes que las mafias los refundan. Y quienes no tienen afiliación político-partidaria, deben también organizarse para el control de ellos pues están financiados con nuestros dineros.

La política no es mala sino su perversión politiquero. Los partidos en sí mismos tampoco lo son, excepto cuando se convierten en centros de corrupción sistémica tomadas por el crimen organizado y se vuelven partidócratas.

¡El camino más corto para llegar a un régimen como el del sicario Maduro de los genocidas Fidel y Raúl Castro, o a modelos dictatoriales o autoritarios del cualquier signo ideológico, es el politiquero-partidócrata!

Limpiemos de tales excrecencias a nuestra vida cívica a punto de perecer, a raíz de la captura de nuestros partidos por poderes fácticos.


JLSG
Asunción, a 22 de octubre de 2014

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