lunes, 13 de octubre de 2014

CARTES, LEITE Y CUEVAS: LA PAJA VISIBLE DEL CONTRABANDO AJENO Y LA VIGA INVISIBLE PARA SUS OJOS, SEGÚN EL TIEMPO DE BOGOTÁ

Fuentes de las fotos: Arriba, “abc” (contrabando “criminal”); Abajo, izquierda: Cartes, fumando espera que “El Tiempo” sea olvidado (www.radiomacando.fm.com); y derecha: www.pedrojuan.digital.com.


CARTES, LEITE Y CUEVAS: LA PAJA VISIBLE DEL CONTRABANDO AJENO Y LA VIGA INVISIBLE PARA SUS OJOS, SEGÚN EL TIEMPO DE BOGOTÁ

Gustavo Leite, titular del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), y su viceministro de Comercio, Pablo Cuevas, son los “ninjas” anticontrabando slectivo del presidente Horacio Cartes, quienes ignoran las denuncias o falsedades propaladas por El Tiempo de Bogotá: “Mafia y Farc lavan fortunas con cigarrillos del presidente de Paraguay”.

El titular del periódico colombiano, y el texto, no es nuevo. Data de marzo pasado y tuvo mucha circulación en las redes, y, ¿llamativamente?, la prensa poder fáctico local no le dio espacio destacado y lo “olvidó” en grande y rápido, de manera “casual” sepultado bajo el alud de escándalos alimentados por el poder nada ejecutivo actual, empeñado en “destruir” la corrupción sistémica de la politiquería partidocrática local, de la cual “su” oficialista partido Colorado es históricamente el promotor principal.

El también denominado “precio de la paz” (con las tripas gordas y la panza y billeteras enormes, los jeques/jefes colorados, militares y policías stroessneritas se animarían mucho menos a conspirar) fue implantado y perfeccionado (pero no tanto como bajo la “ aperturas democrática” de 1989) por el régimen autoritario, con incrustaciones totalitarias, el del general Alfredo Stroessner, inaugurado en 1954 con la oficialista Asociación Nacional Republicana (ANR),y las también coloradas y stroessnerizadas ¿fuerzas armadas? y la ¿policía? locales.

“[…] Cajetillas salen de tabacalera de Horacio Cartes. Blanqueo suma 209 millones de dólares al año.

“La segunda semana de febrero, un grupo especial de agentes holandeses de la RST –Special Policial Taskforce– se reunieron con autoridades colombianas para intercambiar información judicial. El asunto a tratar fue el multimillonario contrabando de cigarrillos paraguayos que ingresa legalmente por Aruba y Curazao y que termina en manos de estructuras criminales colombianas que ya se apoderaron de cerca del 20 por ciento del mercado nacional.

“Aunque la información ventilada tiene carácter reservado, fuentes estatales le aseguraron a EL TIEMPO que la RST ya ha recogido facturas, falsas o alteradas, de exportaciones de cigarrillos Ibiza y Mariner, que salen hacia la zona especial aduanera de Maicao (La Guajira). Se trata de las marcas insignia de la Tabacalera del Este S.A. (Tabesa), de propiedad del presidente de Paraguay, Horacio Cartes.

“Y hay un dato más sensible que terminaría introduciendo este tema en la agenda multilateral de los presidentes de América Latina: la RST tiene documentada una reunión, a finales de 2012, entre representantes de las comercializadoras investigadas y un miembro de la campaña de Cartes que hoy ocupa un cargo ministerial. (Lea también: En Brasil, contrabando de cigarrillos supera en volumen al de coca).

“EL TIEMPO estableció que las tres empresas investigadas están ligadas a la familia Mansur, un viejo clan que incluso ya fue procesado en Estados Unidos por lavado de activos.

“La información fue confirmada por fuentes judiciales. De hecho, después de que este diario reveló, en julio de 2013, que bandas criminales distribuyen los cigarrillos paraguayos, por iniciativa propia, autoridades locales le enviaron una comunicación al presidente Cartes exponiéndole las dimensiones que ha tomado el tráfico ilegal de los cigarrillos de la tabacalera de su familia.[…]”.

Textualmente, los párrafos arriba entrecomillados, son apenas una parte de un extenso artículo: ver http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13709999.

Tampoco el episodio de la prensa extranjera (porque apenas de eso se trató para sus colegas locales) interesó al ministro arcángel Leite, y a uno de sus ángeles de la ¿guerra? local a la ¿corrupción?, Pablo Cuevas, quienes tienen por blanco preferencial al contrabando hormiga y al mediano, el que ingresa al país. En cambio, el contrabando monopólico, el “de salida”, ni siquiera lo mencionan, y menos todavía o el de cigarrillos, para El Tiempo fabricados y vendidos a ¿terceros?, y supuestamente salidos de la fábrica Tabesa, que pertenece a Cartes y a su familia.

Tampoco les interesa a Leite y a Cuevas los nexos que podría tener el comercio transfronterizo mafioso con otros crímenes penados por leyes internacionales, como el de armas, drogas y sustancias ilícitas, etc.

El fundamentalismo “anticontrabando”, y por extensión anticorrupción de Leite y Cuevas, es en realidad una “jyhad” propagandísticas del pos neocoloradismo stroessnerista, la herencia “democratizada” de la anacrónica dictadura, que hoy envuelve también a los partidocrátricos que se hacen llamar “opositores”, pero que son más oficialistas que muchos colorados, como el presidente del ¿poder legislativo?, Blas Llano, de un denominado Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). Este, desde hace décadas perdió por completo sus credenciales opositoras, y otras fuerzas o casi, incluso las apariencias movimentistas seudo izquierdistas, bajo la dictadura no fueron instrumentos abiertos de la corrupción sistémica solo porque les estaba vedado el corromperse, privilegio monopolizado por los neocolorados stroessneristas: civiles, militares y policías.

Ejemplo del fundamentalismo anticorrupción del contrabando se encuentra en los siguientes enlaces de las redes: Operaron en horario irregular, Desmantelan un centro de ordeño, Aduanas de Falcón ignora el control, Sistema de contrabando es perfecto en la zona de las Tres Fronteras, Detave y Policía mintieron, Aduanas: “Se debe investigar”, etc.

¡Heroicas personas que leen este relato de cruda politiquería criolla y sin la menor ficción, si sobreviven, y tienen la bondad de continuar visitando el sitio, en breve encontrarán otra nota como esta!



JLSG
Asunción, a 2 de octubre 2014 

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