Nota del editor: Esta es una nueva versión, ampliada y corregida, de un breve artículo subido ayer en mi página pública, y que ahora lo pueden leer íntegramente www.paraguaymundo.com (enlace, al final de estos párrafos).
El poder de la narcoactividad no se limita solo a politiqueros colorados, depredadores de la política al servicio de la ciudadanía. Ya lo sabemos ahora: los liberales compiten denodadamente con ellos. Y pronto aparecerán las conexiones con gentes y grupos de organizaciones partidocráticas (corporaciones partidarias más nuevas), incluyendo las “izquierdistas y revolucionarias”, cualquier cosa que signifiquen tales términos históricamente vaciados de cualquier contenido de pensamiento serio.
De hecho, los vínculos entre terroristas (a escala local) del autodenominado Epp (“Ejército del Pueblo Paraguayo”) y los también criminales organizados grupos criollos narcos, conectados con circuitos de la criminalidad transnacionalizada, son más que obvios.
En la suposición más distante entre ellos, existe una objetiva necesidad de alianza de hecho, que les permitió coexistir sin problema alguno, reduciendo así todavía más la casi absoluta incompetencia/complicidad de la ¿justicia? y ¿fuerzas de seguridad? Del aparato de Estado. Uno solo de tantos mega narcoganaderos brasileños, asentados aquí, jamás fue secuestrado por sus vecinos del “Epp”.
Tampoco el poder fáctico narco jamás arremetió contra los usurpadores del nombre Epp. Todavía no se sabe quien le paga “impuestos” a quien. Debido al poder narco sin mayores límites, es probable que los del “Epp” sean tributantes del narcopoder, el que además les abastecería de armas, logística, líneas de comunicación, etc.
Sociedad, economía e instituciones del aparato de estado (en minúscula, pues se trata de una estructura tan obsoleta como ineficaz y corrupta) son objetivos estratégicos en el proyecto, ya bien avanzado, del “narco-Paraguay”. Por eso avanzaron en la histórica destrucción de nuestras instituciones y se adueñaron del poder de injusticia, del que no se desprenderán sin lucha cívica de nuestra parte, lo que exige nuevos liderazgos y organizaciones políticas democráticas…
Lean la totalidad del artículo, en: http://bit.ly/1yCTyBI
JLSG
Asunción, a 18 de enero de 2015
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