Cartes y Rojas, cada uno separado del otro por tres murallas de Berlín, como se les nota en las respectivas carotas (Crédito de la Foto: UH/archivo). |
El reemplazante de Rojas, Santiago Peña, por brillante que sea, y no lo dudamos, sin experiencia previa de servidor público en la estratégica cartera de Hacienda no inspirará la confianza de su antecesor en actores económicos y financieros, y mucho menos tendrá la suficiente fuerza para decirle que no al presidente cuando este se equivoca, lo que ocurre varias veces al día.
Lo grave es que este cambio de caballo, casi a mitad del cruce del río, se produce cuando empieza a agotarse el ciclo de auge de nuestra depredadora e injusta economía de exportación de materias primas.
Por si todo fuera poco, el emergente populismo e impericia presidenciales vuelve a fracturar a los colorados, en momentos en que el Palacio de López ni siquiera puede asegurar la mayoría de votos necesarios para el juicio político a ministros de la corte que desató, y mucho menos es capaz de enfrentar la grave crisis de inseguridad que padece el país.
¿Quién apoya a Cartes? ¿Lilian y Arnaldo Samaniego? ¿Su “selección” de milésima categoría? ¿Sus parlamentarios oficialistas, la mitad de los cuales, y de los más “prominentes son apenas recién llegados incluso a la politiquería? Enfrentado con Afara, y con Gal-Averno radiado de su entorno politiquero, por maniobras palaciegas, ¿qué respaldo ni siquiera partidocrático tiene Cartes?
Talleyrand le dijo a Napoleón cierta vez que las bayonetas servían para todo, excepto para sentarse sobre ellas. El “omnipotente” emperador no ordenó guillotinar a su consejero, sobreviviente de tantas épocas… Le escuchó.
¿Quién se anima a decirle a Cartes que el dinero sirve para todo menos para acumular poder si no se tiene capacidad, legalidad y legitimidad para ello? No se trata de Cartes ni de los colorados, liberales y demás partidócratas, incluyendo a los caviarnícolas. ¡Se trata del Paraguay! ¿Dónde está nuestra responsabilidad transgeneracional si dejamos a nuestros descendientes un país en extinción, una nación que desaparece y el fantasma de una república democrática sin el mínimo de justicia social y ambiental y de seguridad jurídica?
Con un año y medio en Palacio de López, cartes no aprendió todavía que el Paraguay no es Tabesa ni el Banco Amambay o “Pulp”, o su centenar o millar de empresas, como lo demuestran sus preocupantes desprolijidades con campesinos, el masivo endeudamiento en bonos soberanos cuando la economía local, regional, hemisférica y mundial obligaban a pensar y actuar con extrema prudencia en la materia, y mientras se disparan impuestos y tasas municipales en una ciudad devastada por el intendente y concejales, y el desgobierno ni siquiera puede solucionar el problema de la documentación de automotores.
Cartes es un ¿presidente? aventurero, extraviado en sus propios laberintos de ambiciones superlativas, y por completo incapaz de conducir un país en crisis política-politiquera, y con muy graves debilidades institucionales y cívicas.
¿Cuánto más puede el Paraguay aguantar las irresponsabilidades de lesa patria de Cartes y de los “colorados y opositores” que le apoyarán hasta que se perciban que él ni ellos son suficientes para estos tiempos de torbellinos?
Como nunca antes en toda mi vida de ciudadano y de profesional de las ciencias sociales y políticas clamo al cielo por estar absolutamente equivocado, y que mañana mismo los hechos y procesos demuestren mi incompetencia como analista de la realidad local e internacional. ¡Como jamás antes en mi vida, esta vez sí quisiera estar absolutamente equivocado en mi análisis!
Enlaces informativos:
http://www.ultimahora.com/renuncia-el-ministro-hacienda-el-primero-la-seleccion-nacional-cartes-n860741.html
http://www.ultimahora.com/sepa-quien-es-santiago-pena-potable-candidato-titular-hacienda-n860747.html
JLSG
Asunción, a 02 de enero de 2015
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