miércoles, 14 de noviembre de 2012

Chávez y los agresores del Paraguay en el Merc-Unasur, los de la “Banda de los Cuatro”, escandalizan a la humanidad al tomar por asalto el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, aumentando así el peligro externo para la Patria paraguaya



En la Asamblea General de la ONU Chávez ordenó a Planalto-Itamaraty, y a los
gobiernos “bolivarianos” de la región, votar contra el embargo de EE.UU. a
la Cuba castrista, mientras amenazan al Paraguay con algo peor, el bloqueo, si Asunción
no se somete al “socialismo siglo XXI” (Foto: ABC Color).

El martes 13 –la coincidencia no puede ser más significativa, jugando con el negro significado mundial de la fecha– el matutino “abc” de nuestra capital, se hace eco de un despacho de la agencia española EFE de noticias, originado en Naciones Unidas (Ginebra). Es un día trágico para la humanidad, como dijo el joven y brillante luchador por los derechos humanos universales, el venezolano noruego Thor Halvorssen (http://es.wikipedia.org/wiki/Thor_Halvorssen_Mendoza - http://www.huffingtonpost.com/thor-halvorssen/).

Se trata, nada menos, que del inicio del avasallamiento de otro muy importante organismo internacional, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, por la patota “bolivariana” de gobiernos neototalitarios, o camino a serlo, los de Argentina, Brasil, Venezuela y Uruguay, en este “blog” denominados la “Banda de los Cuatro” (ver más abajo, al final de esta entrega), violentadores de la soberanía e independencia del Paraguay, y por ende de los derechos fundamentales de los paraguayos, y además de los enterradores del Mercosur. Además, Hugo Chávez, CFK, José Mujica y Dilma Rouseff, son los presidentes de la región que dieran origen al engendro fáctico del Merc-Unasur.

En un tal contexto, a nuestro país se le abre un nuevo frente de tormentas, peligroso en extremo, pues para los regímenes “bolivarianos” –ellos, los neototalitarios o avanzando hacia tal aberración política e ideológica– la destitución del presidente Fernando Lugo fue un “golpe de Estado parlamentario”. Se trata de una calificación arbitraria, fundada apenas en la agresiva, opresora y obsoleta ideología del “socialismo siglo XXI”, que por ello no trepida en intervenir en nuestros asuntos internos.

Y, mientras los enemigos del Paraguay no cesan en sus ataques injustos e injustificados, si nos atenemos a la realidad de los hechos, la errática cancillería del presidente Federico Franco sigue sin atreverse a adoptar las medidas jurídicas y constitucionales, en el ámbito local, y las contempladas en la diplomacia y el derecho internacional público, a las que tiene pleno derecho a recurrir, en defensa del interés, la soberanía y la independencia de la Patria paraguaya.

A todo ello se niega, por timorato y complicidades “lugo-bolivarianas”, de su etapa de colaborador irredento del canciller chavista Jorge Lara Castro, y por ende de su jefecito y aprendiz de chavista Fernando-Armindo-Lugo-Méndez, el cada vez más sabelotodo ministro del exterior actual, José F. Fernández E. Este autodesignado “diplomático escalafonado”, ¡se nombró tal siendo ministro de Relaciones Exteriores del desgobierno de desunión nacional!, el que tuvo como pelele presidente a Luis A, González Macci!, el impresentable vividor del erario público y neocolorado stroessnerista, quien fuera inquilino en el Palacio de López de los poderes fácticos y politiqueros locales, entre 1999 y 2003.

El canciller Fernández no es sino una copia desvaída, y a su propia escala, del idiósico primer ministro y diplomático británico, Neville Chamberlain (1937-1940), conciliador irresponsable del totalitario Adolfo Hitler, cuando éste ya hacía tiempo estaba en pleno e imperialista camino a la II Guerra Mundial y a sus genocidios. En consecuencia, el presidente Franco también está pésimamente asesorado en materia de políticas públicas externas, pero el responsable político e institucional de la dirección máxima de tales asuntos es él.

En breve, la patota “bolivariana” de Chávez, en la instancia institucional del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, planteará, y muy probablemente lo logre, la condena de la administración constitucional del presidente Franco, por supuesta violación de los derechos fundamentales del pueblo paraguayo, a raíz de un “golpe parlamentario” que nunca existió. La primera evidencia de cuanto aquí se afirma es la propuesta Merc-Unasuriana de condenar a los Estados Unidos en la Asamblea General de la ONU, a raíz del “bloqueo” de Cuba, por la única superpotencia mundial existente desde el fin de la guerra fría (1947-1989), y que en realidad es un embargo, que sin duda es injusto, anacrónico y favorece política y diplomáticamente a la propaganda del totalitarismo castrista, y, por sobre todo, que perjudica de manera inhumana y exclusiva al pueblo cubano. 


Una herencia tóxica que tiene la Casa Blanca de la época del mundo bipolar, resultado del fin del segundo conflicto bélico mundial, que duró entre 1939 y 1945, y que fuera el más luctuoso de los enfrentamientos armados de la historia mundial.

La iniciativa “bolivariana” la encabezó en la ONU, Nueva York, la embajadora María Luiza Ribeiro Viotti, de Itamaraty, una de las cancillería de la región que le hace los “trabajos sucios” al dictadorzuelo Chávez. Acerca de esto, visitar los siguientes enlaces: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/el-falso-bloqueo-477543.html - http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/mercosur-venezuela-condena-bloqueo-a-cuba-mientras-lo-apoya-contra-paraguay-477539.html - http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/una-gran-incoherencia-de-nuestros-vecinos-477540.html - http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/contradiccion-muestra-postura-inconsistente-477541.html.

El despacho de la agencia EFE en “abc”
El texto de EFE lleva un título muy significativo por su cobarde enunciado: “Tachan de ‘lamentable’ ingreso de Venezuela a Consejo de DD HH”. Este caso de nada extraña “suavidad” periodística –que cercenó el calificativo de “terrible”, que atribuyera al hecho una personalidad mundial en el campo de la defensa de los derechos fundamentales del ser humano– carece de seriedad informativa, pues se trata de una verdadera complicidad para con el régimen “bolivariano” y neototalitario de Caracas. No sabemos si el título es original de la agencia o salió del magín de un editor de “abc” (http://www.abc.com.py/edicion-impresa/internacionales/tachan-de-lamentable-ingreso-de-venezuela-a-consejo-de-ddhh-477021.html).

De acuerdo con la versión de EFE-abc, “Venezuela logró el respaldo necesario de países amigos y aliados en la Asamblea General de Naciones Unidas para entrar al Consejo de Derechos Humanos (CDH) a partir del próximo 1 de enero, en medio de críticas de organizaciones defensoras de DD.HH. La votación fue ‘lamentable y terrible’ para los derechos humanos, señaló también a EFE el presidente de Human Rights Foundation (HRF), Thor Halvorssen, quien vaticinó que los representantes de Venezuela se dedicarán a bloquear con ‘procedimientos técnicos y artimañas’ cualquier intento de denunciar violaciones ‘en su país o aliados’ (acerca de  la  HRF ver http://thehrf.org/about-us.php).

Prosigue el despacho periodístico: “El gobierno de Hugo Chávez ha recibido diversas denuncias por violación de derechos fundamentales. Organizaciones como Human Rights Fundation o UN Watch criticaron la entrada de Venezuela, Costa de Marfil, Emiratos Árabes, Etiopía, Gabón, Kazajistán y Pakistán (Nota de JLSG: países todos violadores sistemáticos de los derechos humanos de sus pueblos, y en ello cómplices recíprocos y con otros regímenes autoritarios, despóticos o totalitarios, los que desde hace tiempo están siguiendo exitosamente un sistemático proceso de infiltración del CDH de la ONU).

“El CDH, con sede en Ginebra, cuenta con 47 puestos, de los cuales en la votación de ayer (por el lunes 12) se renovaban 18, que fueron cubiertos por VENEZUELA, Alemania, ARGENTINA, BRASIL, Corea, Costa de Marfil, Emiratos Árabes, Estonia, Etiopía, Gabón, Irlanda, Japón, Kazajistán, Kenia, Montenegro, Pakistán, Sierra Leona y EE.UU., este último reelegido para un segundo mandato de 3 años.

“Para el presidente de HRF, Thor Halvorssen, la votación ‘le resta credibilidad’ al Consejo, pues ha abierto las puertas a países con un historial que a su juicio ‘deja mucho que desear’. ‘¿Cómo es posible? No es una cuestión de norte o sur. Aquí se debate entre lo que está bien y lo que está mal, entre derechos humanos y violadores de derechos humanos’”, dijo Halvorssen, para quien lo único que resta por hacer es ‘seguir exponiendo’ ante la opinión pública a los países que violan los derechos humanos.

“Por su parte, el embajador venezolano, Jorge Valero, declaró que ‘es una victoria abrumadora y sin precedentes de la revolución bolivariana que demuestra el apoyo de la comunidad internacional a nuestras políticas’. Afirmó que a su gobierno ‘no le preocupa’ la opinión de esas organizaciones defensoras de los DD.HH. que según la posición oficialista venezolana ‘son instrumentos de potencias extranjeras que financian a la subversión en el país’”.

Es esta, sin duda alguna, una terrible y victoriosa conspiración chavista nada menos que, en lo que debería ser, el corazón ético de la ONU, que los paraguayos en especial, y el mundo democrático en general, habremos de pagar muy caro. Las primeras noticias sobre esta violación totalitaria del CDH, antes de que “abc” se ocupara del caso, la tuvimos en una de las redes paraguayas, cuando una indignada “posteadora” (he perdido de momento su nombre, desde el último ataque totalitario que todavía me mantiene alejado de “facebook”) el sábado 10 clamó a los cielos por tamaña aberración, indicando, para buscar más información un enlace, por ahora extraviado.

En la noche del domingo 11 (ver http://eskup.elpais.com/*ultima_hora) en EL PAÍS leímos lo siguiente: “Naciones Unidas. El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha aprobado la incorporación de Venezuela, Argentina y Brasil como representantes de América Latina en el organismo humanitario a partir del próximo 1 de enero, informa E. Press”.

HWR denuncia graves violaciones en Venezuela
El viernes 20 de julio, en este “blog”, ya nos ocupamos de los tan pésimos antecedentes,  de la Venezuela sometida a Chávez, en materia de sistemáticos atropellos bajo su régimen a los derechos fundamentales del ser humano (http://jlsimong.blogspot.com/2012/07/human-rights-watch-acusa-chavez-de-de.html).Comentamos, por ejemplo que David Alandete, un experimentado periodista español y corresponsal en Washington del prestigioso “El País” de Madrid,  uno de la media docena de periódicos (tradicionales y digitales) más respetados e influyentes del mundo, el martes 17 de julio, se ocupó del más reciente informe sobre la Venezuela oprimida por el régimen neototalitario “bolivariano”, elaborado por los especialistas de Human Rights Watch.

La HRW, en su género, es una de las más importantes organizaciones no gubernamentales del mundo, surgida en los Estados Unidos y dedicada a realizar el seguimiento de los derechos humanos en el planeta, en especial en aquellos en los cuales la norma es su violación sistémica, y por ello se ocupa de los países de cinco continentes, excluyendo de sus inspecciones y controles –que sepamos– sólo a la Antártida. En la época del régimen autoritario stroessnerista (1954-1989) la HRW también denunció los abusos perpetrados por el Palacio de López, y aquellas violaciones de los numerosos autoritarismos por entonces existentes en la región.
Al momento de defender a los perseguidos, inconstitucional e injustamente, los equipos de HRW no discriminan por razones de ideologías, razas, credos religiosos, clases sociales, etc. Todo ser humano perseguido por poderes despóticos, dictatoriales, autoritarios o totalitarios tiene de inmediato el beneficio de su solidaridad, responsable, organizada y militante. Sin ninguna discriminación. Por consiguiente, no tenemos por qué dudar de la nobleza de sus principios y valores, y tampoco de la corrección de sus procedimientos. Ya se trate de Venezuela o del Paraguay, en este caso el de antes de 1989 y después.
Tiene, entonces, la HRW, una muy merecida reputación de imparcialidad ecuanimidad, e independencia, al momento de investigar y elaborar sus informes y denuncias, destinados a precautelar y/o recuperar la dignidad del ser humano, en cualquier parte del mundo en que ella se encuentre en peligro o haya sido aplastado por el mbarete, la prepotencia del poder de turno. Donde quiera este se haya desbordado y vuelto incontrolable constitucionalmente. Tampoco trepida HRW en llamar a las cosas por su nombre.

El Paraguay y el totalitario Chávez

En su más reciente informe, acabado de difundirse, la organización mundial independiente, escribe Alandete, acusa a Chávez, el dictador “bolivariano” y totalitario, “de haber concentrado tanto poder en sus 13 años de Gobierno que ha provocado un serio perjuicio a los derechos humanos en Venezuela”. Recuerda el corresponsal de “El País” en Washington, que un “documento similarmente crítico con Chávez provocó en 2008 la expulsión de Venezuela del director de asuntos relativos a América de esa organización no gubernamental, José Miguel Vivanco”, a quien el mandatario de naturaleza totalitaria “acusó entonces de intromisión en asuntos internos del país”.

Fíjense ustedes: quien acusa a Vivanco es uno de los mayores violadores de los derechos humanos en América, el “bolivariano y socialista siglo XXI”, Chávez, quien ha ideado y dirigido la estrategia para apoderarse política e ideológicamente de la Patria paraguaya. Es el principal responsable del más descarado intervencionismo en nuestros asuntos internos, como se puso en evidencia aquí a raíz de la destitución constitucional, por juicio político, del entonces desgobernante Fernando Lugo, una marioneta de Chávez.

Llevó a cabo esa agresión al Paraguay por medio de las actividades subversivas que desarrollara en Asunción su mandadero más cercano, y prepotente canciller castrista, Nicolás (in)Maduro (premiado gracias a ello con su designación como vicepresidente venezolano), intolerable intromisión que todavía se dice que está investigando aquí la denominada Fiscalía General del Estado. Ya veremos a qué conclusión llegan los fiscales, por lo general extremadamente crueles cuando se trata de supuestos delincuentes de baja estofa, y casi siempre en extremo “garantistas”, para no imputar a personajes poderosos.

Como bajo Stroessner, pero infinitamente peor

El informe en cuestión es un vivo retrato de las prácticas autoritarias del stroessnerismo, sólo que en una versión totalitaria y por ello radicalmente más cruel, según escribe Aldanete, basándose en la presentación del reporte de HRW, que hiciera Vivanco en Washington:

“Durante años, el presidente Chávez y sus partidarios han venido construyendo un sistema que le da vía libre al Gobierno para amenazar y castigar a los venezolanos que interfieran en su agenda política […]. “Hoy en día, el sistema se encuentra firmemente en pie, y los riesgos que enfrentan jueces, periodistas y defensores de derechos humanos nunca han sido tan serios como desde que asumió [el poder] Chávez”.
Prosigue el periodista de “El País” de Madrid: “El documento de Human Rights Watch, de 133 páginas y titulado Concentración y Abuso de Poder en la Venezuela de Chávez, mantiene que la situación ha empeorado notablemente en ese país latinoamericano desde 2008, el año del anterior informe. El nuevo estudio acusa a Chávez de recurrir a la intimidación, la censura y las represalias judiciales contra todos aquellos a los que considera críticos con su gestión, manipulando instituciones que en democracia deberían ser independientes, como el poder judicial o los medios de comunicación. Los riesgos para jueces, periodistas y defensores de derechos humanos en Venezuela  nunca han sido tan serios como desde que asumió el poder el presidente Hugo  Chávez”.

Los “demócratas” vergonzantes en la región
No solo en el Paraguay ha estado interviniendo sistemáticamente el totalitario Chávez, donde los partidarios del “bolivariano” Lugo lo convirtieron en un ícono “revolucionario”, presentándolo además como un auténtico líder “democrático”. Todo esto no es tan grave como la complicidad de gobiernos de la región que se reclaman “democráticos”, y que admiten la presencia del grotesco dictador venezolano en foros y organizaciones de países democráticos. Es por eso que apropiadamente se puede hablar de los presidentes de tales países, sometidos a Chávez, como de mandatarios títeres, que no son sino “demócratas” vergonzantes.
Es inevitable llegar a tal conclusión, pues Human Rights Watch, en el informe que nos ocupa, resume Aldanete, “denuncia un incremento reciente en la manipulación del poder judicial, sobre todo después de 2010, año de elecciones legislativas en que el partido de Chávez perdió peso en el Congreso. Desde entonces, el Gobierno de Caracas modificó a su favor la ley que regula el proceso de designación de jueces y colocó a un nutrido grupo de magistrados afines en el Tribunal Supremo de Justicia. Éste, según HRW, se ha centrado más en promover la agenda del presidente que en respetar los tratados internacionales sobre justicia”.
Finaliza el periodista de “El País”: “El informe acusa también a Chávez de ejercer un férreo control sobre los medios de comunicación, y de haber ampliado la manipulación del Gobierno a Internet. Caracas prohíbe, por ejemplo, de forma genérica, los mensajes ‘que fomenten la zozobra en la ciudadanía o alteren el orden público’. El organismo de telecomunicaciones público Conatel vela por el cumplimiento de esa norma, sometiendo al dictado del Gobierno a radios, televisiones y páginas web, según Human Rights Watch. Hoy en día, sólo el canal televisivo Globovisión tiene una postura crítica con el presidente”.
Aldanete concluye diciendo que “‘Lamentablemente, dada la reacción del Presidente Chávez ante recomendaciones similares en el pasado, es muy poco probable que adopte medidas para reinstaurar los mecanismos de control del poder presidencial que él mismo y sus seguidores eliminaron’, ha explicado Vivanco. El anterior informe de Human Rights Watch se presentó en Caracas, y entonces, antes de expulsar a Vivanco, el ministerio de Exteriores de Venezuela difundió un comunicado en el que le acusó de ‘agredir a las instituciones de la democracia venezolana, inmiscuyéndose ilegalmente en los asuntos internos del país’”.
Y es éste, Chávez, el déspota totalitario quien mal gobierna a Venezuela, y el que a través de su politiquería de la chequera petrolífera, y del miedo, extiende sus satrapías opresoras y explotadoras por la región, inhumanas por donde se las mire,  fracasó al pretender la incorporación del Paraguay al feudo de su pregonado “socialismo sigloXXI”. La conspiración “bolivariana” en contra del Paraguay fue evitada gracias al constitucional juicio político, legal y legítimo, del 21 y 22 de junio, que concluyó con la destitución del peor de los desgobernantes paraguayo, de los del ciclo de la apertura política de 1989.

¿Votó el Paraguay por Chávez en el CDH de la ONU?
Al momento del cierre de esta edición no fue posible confirmar, en Ginebra, Suiza, sede del organismo, cuál fue el sentido del voto paraguayo en el CDH de la ONU, si es que correspondía al Palacio de López intervenir en esa importante votación. Tampoco fuentes consultadas en Palacio de López y la Cancillería pudieron confirmarnos si Asunción, en el caso de haber intervenido, prestó o no su conformidad a este asalto totalitario exitoso al más importante foro intergubernamental del mundo dedicado a preservar y expandir los derechos fundamentales del ser humano. Y si no le correspondía hacerlo, si estuvo o no en negociaciones políticas y diplomáticas para impedir que se perpetrase este “humanicidio” nada menos que en el CDH. Se dilucidarán estas y otras cuestiones en un artículo próximo.

Solo resta decir, con las palabras de nuestro amigo Gustavo Bécker, el profesor e investigador compatriota sobre asuntos constitucionales y sociales, que en esta hora, en el Palacio de López, y en la Cancillería, el Paraguay necesita, como nunca antes y de ninguna manera un Chamberlain, sino al menos un Winston Churchill, el estadista mundial que estuvo al frente de Inglaterra y del mundo libre, junto con Franklin D. Roosevelt y Charles De Gaulle, en la tan trágica coyuntura de la II Guerra Mundial.



JLSG
Asunción, a miércoles 14 de noviembre de 2012
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Código del artículo: RRT3



http://internacional.elpais.com/internacional/2011/03/21/actualidad/1300662026_850215.html
http://www.elpais.com/articulo/internacional/presion/Chavez/fuerza/prensa/venezolana/suavizar/criticas/elpepuint/20110125elpepiint_15/Tes
http://internacional.elpais.com/internacional/2008/09/18/actualidad/1221688813_850215.html
http://internacional.elpais.com/internacional/2008/09/19/actualidad/1221775208_850215.html
Cardoso: “No comparto la idea de democracia de Lula”
“Esto no es una votación sobre Chávez, es una lucha existencial”
El Tribunal Supremo suspende el embargo a Globovisión
«Queremos que Chávez esté en las elecciones para que asista a la victoria de Capriles»
Chávez pide salud en el arranque de una campaña que "definirá los próximos 100 años de Venezuela"
http://www.hrw.org/
Resumen en español del informe de HRW:
http://www.hrw.org/es/news/2012/07/17/venezuela-concentraci-n-y-abuso-de-poder-con-ch-vez
El informe completo de HRW sobre Venezuela en inglés:
http://www.hrw.org/reports/2012/07/17/tightening-grip


La Revolución Cultural de Mao y la “Banda de los Cuatro”, una nota al pie de página

En los años iniciales del régimen comunista, Mao Zedong y Jiang Qing. Esta fue la última compañera sentimental de Mao, y como tal pertenecía a la “alta realeza” maoísta. Se convirtió en la jefa de la derrotada “Banda de los Cuatro”, que desde los años de la década de los setenta del siglo XX intentó mantener en China el maoísmo más totalitario y despiado, después de la muerte del “Gran Timonel” (Fuente: Enciclopedia Microsoft © Encarta).



Lo de Banda de los Cuatro es una denominación político-ideológicamente despectiva, utilizada en la China comunista de la etapa final de Mao Zedong (1893-1976). Sirvió para designar a un grupo encumbrado del poder totalitario, caracterizado por su apego a la violencia generalizada, genocida incluso, y que tenía por fin someter a la China pos Mao a un fundamentalismo maoísta ortodoxo y con caracteres de aventurerismo internacional. En la China sometida al totalitarismo comunista desde 1949, un Mao Zedong más que senil carcomido por la neoplasia maligna del sarcoma sin cura del poder absoluto, el que corrompe y deshumaniza absolutamente, a partir de 1966 sometió a la denominada República Popular China a los horrores de su Revolución Cultural (1966-1967).


(En el artículo principal se menciona, también despectivamente, a los gobernantes de Argentina, Brasil, Venezuela y Uruguay, en dilgándoles el mote de “Banda de los Cuatro”, para resaltar su naturaleza conspiraticia y antidemocrática, que en caso de ser necesario puede a sus integrantes llevarles al callejón sin salida del uso de la violencia ilegal e ilegítima, de manera abierta o no, para la realización de sus planes de dominación en el Paraguay, contando para ello con la complicidad de personas nacidas en nuestra tierra y de infiltrados extranjeros).

Tan sangrienta coyuntura incluso convirtió a la fase del terror (1793- 1794) de la Revolución Francesa, que estallara en 1789, apenas en un juego de niños. El terrorismo de Estado, dentro del totalitarismo comunista, duró apenas dos años, pero sus efectos directos se harían sentir hasta 1976, año de la muerte de Mao, el Gran Timonel rojo. Por medio de la Revolución Cultural Mao pretendió mantenerse en el poder después de muerto, convirtiendo en herederos políticos suyos a los integrantes de su último entorno palaciego, el del complejo Zhongnanhai, ubicado al oeste de la monumental Ciudad Prohibida.

Con la Revolución Cultural Mao enfrentó a los más pragmáticos de sus antiguos camaradas –entre ellos Liu Shaoqi, Deng Xiaoping y Peng Zhen–, quienes ya empezaban a planificar una sucesión “institucional”, no personalista, recurriendo también al poder de la fuerza pero limitando la profusión de horrores. Para destruir a sus enemigos de entonces, y desde el lujo asiático de su residencia palaciega en la Ciudad Prohibida, Mao lanzó a las calles y caminos de la inmensidad geográfica de China, a decenas de millones de jóvenes maoístas y fundamentalistas, para cazar –literalmente– a los “contrarrevolucionarios” de la alta dirigencia comunista, del partido, el aparato de Estado y las Fuerzas Armadas, incluyendo a intelectuales críticos y disidentes.

Con tal objetivo Mao se rodeó de un grupo de muy altos cargos comunistas, encabezados por Jiang Qing, su esposa de entonces y artista de controvertidas cualidades, a quien acompañaron en esas alturas Zhang Chunquiao, Yao Wenyuan y Wang Hongwen. Ella, desde su experiencia de avezada militante comunista jugó un rol similar a la contemporánea y etérea Isabel Perón (presidenta de Argentina entre 1974 y 1976).

La diferencia entre ambas radicaba  en que quien sería la viuda de Mao era experta en los códigos del poder totalitario. Por ejemplo, tuvo a su lado al equipo ya mencionado de exterminadores comunistas, nada afectos al ocultismo del “brujo” José López Rega, el mefistofélico “factótum” de Isabel de Perón,  quien llegó a dominar incluso la voluntad política de Juan Domingo Perón, desde mucho antes de su último mandato populista (1973-1974), cuyos desbordes y excesos demagógicos dieran origen finalmente al terrorismo de Estado para combatir al terrorismo “revolucionario” en Argentina, entre 1974-1983.

Qing, Chunquiao, Wenyuan y Hongwen en la etapa final de Mao y tras su muerte fueron conocidos como la “Banda de los Cuatro”. Su proyecto político era mantener la ortodoxia maoísta, pero fueron vencidos en el intento por los pragmáticos y reformistas del partido, gobierno y poder militar, a todos los cuales lideraba Deng Xiaoping.

Derrotados, los de la Banda de los Cuatro terminaron juzgados al estilo totalitario chino, y aunque se salvaran de la tradicional pena de muerte, resultaron condenados a muy largas penas de prisión, de las que serían perdonados de cumplirla totalmente con el tiempo. Todo ocurrió después de las pompas fúnebres de rigor decretadas por el deceso de Mao, el verdadero último emperador de la China.
Desde entonces, la potencia comunista avanzó económicamente por la senda de un capitalismo salvaje de Estado, mientras los líderes de Beiging mantienen en lo político un régimen de dictadura del proletariado, con algunas modificaciones en términos de una relativa mayor flexibilidad del sistema totalitario.


JLSG
Asunción, a martes 6 de agosto de 2012
(Publicado de nuevo ahora, con algunas pocas correcciones y un párrafo más).

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