Escribe: José Luis Simón G.
David
Alandete, un experimentado periodista español y corresponsal en
Washington del prestigioso “El País” de Madrid, uno de la media
docena de periódicos (tradicionales y digitales) más respetados e influyentes del mundo, el
martes 17 de julio, se ocupó del más reciente informe sobre la Venezuela
sometida al régimen neototalitario del dictadorzuelo Hugo Chávez, elaborado por
los especialistas de Human Rights Watch (HRW: ver los correspondientes
enlaces al pie de este artículo).
ESCUDO
PROTECTOR PARA PERSEGUIDOS
La HRW es una de las más
importantes organizaciones no
gubernamentales del mundo, surgida en
los Estados Unidos y dedicada a realizar
el seguimiento de los
derechos humanos en el mundo, en especial en aquellos
en los cuales
la norma es su violación sistemática, y por ello se ocupa de los
países de cinco continentes, excluyendo de sus inspecciones y
controles –que
sepamos– sólo a la Antártida. En la época del
régimen autoritario stroessnerista
(1954-1989) la HRW también
denunció los abusos perpetrados por el Palacio de
López, y aquellas
violaciones de los numerosos autoritarismos, por entonces
existentes
en la región.
Al momento de defender a los
perseguidos, inconstitucional e injustamente,
los equipos de HRW no
discriminaban por razones de ideologías, razas, credos
religiosos,
clases sociales, etc. Todo aquél que era perseguido por poderes
despóticos, dictatoriales, autoritarios y totalitarios se
beneficiaba con su
solidaridad organizada y militante. Sin la menor
discriminación. Por consiguiente,
no tenemos por qué dudar de la
nobleza de sus principios y valores, y tampoco
de la corrección de
sus procedimientos. Ya se trate de Venezuela o del
Paraguay.
Tiene, entonces, la HRW, una
muy merecida reputación de imparcialidad
ecuanimidad, e
independencia, al momento de investigar y elaborar sus informes
y
denuncias, destinados a precautelar y/o recuperar la dignidad del ser
humano,
en cualquier parte del mundo en que ella se encuentre en
peligro o haya sido
aplastado por el mbarete,
la prepotencia del poder de turno, allí donde se haya
desbordado y
vuelto incontrolable constitucionalmente. Tampoco trepida HRW en
llamar a las cosas por su nombre.
EL
PARAGUAY Y EL TOTALITARIO CHÁVEZ
En
su más reciente informe, acabado de difundirse, la organización
mundial independiente, escribe Alandete, acusa a Chávez, el
totalitario dictador
“bolivariano” y totalitario, “de
haber concentrado tanto poder en sus 13 años de
Gobierno que ‘ha
provocado un serio perjuicio a los derechos humanos’ en
Venezuela”.
Recuerda el corresponsal de “El País” en Washington, que un
“documento
similarmente crítico con Chávez provocó en 2008 la expulsión de
Venezuela del director de asuntos relativos a América de esa
organización no
gubernamental, José Miguel Vivanco”,
al que el mandatario de naturaleza
totalitaria “acusó
entonces de intromisión en asuntos internos del país”.
Fíjense
ustedes: quien acusa a Vivanco uno de los mayores violadores de
los
derechos humanos en América, el “bolivariano y socialista siglo
XXI”, Chávez,
es quien ha ideado y dirigido la estrategia para
apoderarse política e
ideológicamente de la Patria paraguaya. Es,
además, el principal responsable del
más descarado intervencionismo
en nuestros asuntos internos, como se puso en
evidencia aquí a raíz
de la destitución constitucional, por juicio político, del
entonces
desgobernante Fernando Lugo, una marioneta de Chávez.
Llevó
a cabo esa agresión al Paraguay por medio de las actividades
subversivas que desarrollara en Asunción su mandadero más cercano,
y
prepotente canciller castrista, Nicolás (in)Maduro, que todavía
se dice que está
investigando aquí la denominada Fiscalía General
del Estado. Ya veremos a qué
conclusión llegan los fiscales, por lo
general extremadamente crueles cuando se
trata de supuestos
delincuentes de baja estofa, y casi siempre en extremo
“garantistas”,
cuando se trata de imputar a personajes poderosos.
COMO
STROESSNER, PERO INFINITAMENTE PEOR
El
informe en cuestión es un vivo retrato de las prácticas
autoritarias del
stroessnerismo, sólo que en una versión
totalitaria y por ello radicalmente más
cruel, según escribe
Aldanete, basándose en la presentación del reporte de
HRW, que
hiciera Vivanco en Washington:
“Durante
años, el presidente Chávez y sus partidarios han venido
construyendo un sistema que le da vía libre al Gobierno para
amenazar y castigar
a los venezolanos que interfieran en su agenda
política […]. “Hoy en día, el
sistema se encuentra firmemente
en pie, y los riesgos que enfrentan jueces,
periodistas y defensores
de derechos humanos nunca han sido tan serios como
desde que asumió
[el poder] Chávez”.
Prosigue
el periodista de “El País” de Madrid: “El
documento de Human
Rights Watch, de 133 páginas y titulado
Concentración
y Abuso de Poder en la
Venezuela de Chávez,
mantiene que la situación ha empeorado notablemente en
ese país
latinoamericano desde 2008, el año del anterior informe. El nuevo
estudio acusa a Chávez de recurrir a la intimidación, la censura y
las represalias
judiciales contra todos aquellos a los que considera
críticos con su gestión,
manipulando instituciones que en
democracia deberían ser independientes, como
el poder judicial o los
medios de comunicación. Los riesgos para jueces,
periodistas y
defensores de derechos humanos en Venezuela nunca han sido
tan
serios como desde que asumió el poder el presidente Hugo
Chávez”.
LOS
“DEMÓCRATAS” VERGONZANTES EN LA REGIÓN
No
solo en el Paraguay ha estado interviniendo sistemáticamente el
totalitario Chávez, donde los partidarios del “bolivariano” Lugo
lo convirtieron en
un ícono “revolucionario”, presentándolo
además como un auténtico líder
“democrático”. Todo esto no es
tan grave como la complicidad de gobiernos de la
región que se
reclaman “democráticos”, y que admiten la presencia del grotesco
dictador venezolano en foros y organizaciones de países
democráticos. Es por
eso que apropiadamente se puede hablar de los
presidentes de tales países,
sometidos a Chávez, como de
mandatarios títeres, que no son sino “demócratas”
vergonzantes.
Es
inevitable llegar a tal conclusión, pues Human
Rights Watch,
en el
informe que nos ocupa, resume Aldanete, “denuncia
un incremento reciente en la
manipulación del poder judicial, sobre
todo después de 2010, año de elecciones
legislativas en que el
partido de Chávez perdió peso en el Congreso. Desde
entonces, el
Gobierno de Caracas modificó a su favor la ley que regula el
proceso
de designación de jueces y colocó a un nutrido grupo de magistrados
afines en el Tribunal Supremo de Justicia. Éste, según HRW, se ha
centrado más
en promover la agenda del presidente que en respetar
los tratados
internacionales sobre justicia”.
Agrega
el periodista de “El País”: “El
informe acusa también a Chávez de
ejercer un férreo control sobre
los medios de comunicación, y de haber ampliado
la manipulación del
Gobierno a Internet. Caracas prohíbe, por ejemplo, de forma
genérica, los mensajes ‘que fomenten la zozobra en la ciudadanía
o alteren el
orden público’. El organismo de telecomunicaciones
público Conatel vela por el
cumplimiento de esa norma, sometiendo al
dictado del Gobierno a radios,
televisiones y páginas web, según
Human Rights
Watch. Hoy en
día, sólo el
canal televisivo Globovisión
tiene una postura crítica con el presidente”.
Aldanete
concluye diciendo que “‘Lamentablemente,
dada la reacción del
Presidente Chávez ante recomendaciones
similares en el pasado, es muy poco
probable que adopte medidas para
reinstaurar los mecanismos de control del
poder presidencial que él
mismo y sus seguidores eliminaron’, ha explicado
Vivanco. El
anterior informe de Human
Rights Watch
se presentó en Caracas, y
entonces, antes de expulsar a Vivanco, el
ministerio de Exteriores de Venezuela
difundió un comunicado en el
que le acusó de ‘agredir a las instituciones de la
democracia
venezolana, inmiscuyéndose ilegalmente en los asuntos internos del
país’”.
¡Y
es éste el déspota totalitario que gobernaba a Chávez y que a
través de
él pretendía extender sus satrapías opresoras y
explotadoras, inhumanas por
donde se las mire, incorporando al
Paraguay como feudo de su pregonado
“socialismo sigloXXI”! La
conspiración “bolivariana” en contra del Paraguay la
pudimos
evitar gracias al constitucional juicio político del 21 y 22 de
junio, que
concluyó con la destitución del peor desgobernante
paraguayo, de los del ciclo de
la apertura política de 1989.
JLSG
Enlaces
para acceder a más información:
Resumen
en español del informe de HRW:
El
informe completo de HRW sobre Venezuela en inglés:
http://www.hrw.org/reports/2012/07/17/tightening-gripHuman Rights Watch acusa a Chávez de de asfixiar las voces críticas de Venezuela Un nuevo informe acusa a Chávez de ejercer un férreo control sobre los medios de comunicación Un estudio similar provocó la expulsión de la ONG de Venezuela en 2008
Un nuevo informe de la organización independiente Human
Rights Watch acusa al
presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de haber concentrado tanto poder en sus
13 años de Gobierno que “ha provocado un serio perjuicio a los derechos
humanos” en el país. Un documento similarmente crítico con el mandatario provocó en 2008 la expulsión de Venezuela del director
de asuntos relativos a América de esa organización no gubernamental, José Miguel Vivanco, al que el Ejecutivo de
Chávez acusó entonces de intromisión en asuntos internos del país.
“Durante años, el presidente Chávez y sus partidarios han venido
construyendo un sistema que le da vía libre al Gobierno para amenazar y
castigar a los venezolanos que interfieran en su agenda política”, ha dicho
este martes Vivanco durante la presentación del informe en Washington. “Hoy en
día, el sistema se encuentra firmemente en pie, y los riesgos que enfrentan jueces, periodistas y defensores de derechos humanos nunca han sido tan
serios como desde que asumió [el poder] Chávez”.
más información
El documento de Human Rights Watch, de 133 páginas y titulado Concentración
y Abuso de Poder en la Venezuela de Chávez, mantiene que la situación ha
empeorado notablemente en ese país latinoamericano desde 2008, el año del
anterior informe. El nuevo estudio acusa a Chávez de recurrir a la
intimidación, la censura y las represalias judiciales contra todos aquellos a
los que considera críticos con su gestión, manipulando instituciones que en
democracia deberían ser independientes, como el poder judicial o los medios de comunicación.
Los riesgos para jueces, periodistas y
defensores de derechos humanos en Venezuela nunca han sido tan serios
como desde que asumió el poder el presidente Hugo Chávez”
Human Rights Watch
Human Rights Watch denuncia un incremento reciente en la manipulación
del poder judicial, sobre todo después de 2010, año de elecciones legislativas
en que el partido de Chávez perdió peso en el Congreso. Desde entonces, el
Gobierno de Caracas modificó a su favor la ley que regula el proceso de
designación de jueces y colocó a un nutrido grupo de magistrados afines en el
Tribunal Supremo de Justicia. Éste, según Human Rights Watch, se ha centrado
más en promover la agenda del presidente que en respetar los tratados
internacionales sobre justicia.
El informe acusa también a Chávez de ejercer un férreo control sobre
los medios de comunicación, y de haber ampliado la manipulación del Gobierno a
Internet. Caracas prohíbe, por ejemplo, de forma genérica, los mensajes “que
fomenten la zozobra en la ciudadanía o alteren el orden público”. El organismo
de telecomunicaciones público Conatel vela por el cumplimiento de esa norma,
sometiendo al dictado del Gobierno a radios, televisiones y páginas web, según
Human Rights Watch. Hoy en día, sólo el canal televisivo Globovisión tiene una
postura crítica con el presidente.
“Lamentablemente, dada la reacción del Presidente Chávez ante
recomendaciones similares en el pasado, es muy poco probable que adopte medidas
para reinstaurar los mecanismos de control del poder presidencial que él mismo
y sus seguidores eliminaron”, ha explicado Vivanco. El anterior informe de
Human Rights Watch se presentó en Caracas, y entonces, antes de expulsar a
Vivanco, el ministerio de Exteriores de Venezuela difundió un comunicado en el
que le acusó de “agredir a las instituciones de la democracia venezolana,
inmiscuyéndose ilegalmente en los asuntos internos del país".
Código del artículo: AA35
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