Por la presentación: José Luis Simón G.
Fotograma de “Casablanca” en el que aparece Humprey Bogart en una de sus clásicas poses. La película, un drama romántico, fue dirigida por Michael Cutiz y estrenada en 1942. Fue protagonizada por la joven y talentosa actriz Ingrid Bergman (Fuente: “El País” de Madrid, edición digital, del sábado 24 de noviembre).
En nuestro tan maltratada y única nave, el planeta, que aún así nos regala unos amaneceres y atardeceres que los más destacados pintores, o los mejores fotógrafos artísticos, de todas las épocas, lo que hacen con sus artes respectivas es invitarnos a vivirlos. Y así amanecimos o atardecimos en ese paisaje inolvidable en el que ambos yaSieron uno, y al que se jura regresar juntos. Lo que las más de las veces no ocurre.
Entonces, alguien vuelve solo a ese único despuntar el día o al momento irreemplazable, excepcional, irrepetible en el que la luz declinó suavemente en tonalidades cada vez más apagadas hasta el oscurecer, iluminado del plata de la suave luna silente aquélla y de su titilante corte de estrellas. Alguien ha regresado, y no siempre físicamente, para vivir en ese presente huérfano aquél segundo infinitesimal en que los dos fueran la eternidad. ¡Uno que son dos en el universo y sus misterios!
Las más de las veces se regresa desde la memoria, porque la unidad de aquél yaSer uno ha sido amputada por una ausencia, que nadie puede llenar y nada sustituir. Se regresa en la memoria de los sentimientos auténticos, los de una única vida habitada por dos, en eterno-instante o instante-eterno. Por eso el uno solo trasciende las dimensiones del tiempo y el espacio. ¡Ha vuelto al yaSer de la pluralidad única que dejara huella imperecedera en el universo de un alma, tal vez de las dos!
Hubo un tiempo en el que el amor no temía manifestarse como tal y por ello se adornaba con la intensa espontaneidad del romanticismo. No es que no exista más. De seguro, hay islas de amor pleno y romántico, pero predomina (¡es la cultura del consumismo vacío!) el amor descartable. La mentira del amor. El subterfugio de la soledad en las multitudes. Y hubo un tiempo en que ese amor se reflejaba en las artes, y entre ellas el cine. Este lo era sin “efectos especiales” y con guiones, directores y artistas excepcionales. Es el caso de la inmortal “Casablanca” que la gente de menos de cuarenta ni siquiera escuchó hablar del corto y anodino título: “¿casa… qué?”. Lógico. Hay excepciones.
Para tales excepciones, y quienes ya superamos los cuarenta, con décadas variadas, comparto un enlace de “El País” de Madrid, del 24 de noviembre, que en materia de Paraguay, juicio político y Mercosur nada sabe, pero que es un inmenso navío cultural de los más variados y nobles contenidos. El enlace conduce a la “Casablanca” de Humprey Bogart e Ingrid Bergman, y relata una bella historia de amor, que es la del renunciamiento a él por parte de uno de los protagonistas, en romántico y heroico homenaje al amor nuevo de ella, su amor de ayer, y que para él sobrevive en la eternidad del instante eterno que fue y no pudo ser, pero que no ha muerto. Todo en medio de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, en sus inicios.
Para la anestesiada sensibilidad que hoy predomina, esta historia de amor hecha película no será más que una intrascendente antigualla, ¡en blanco y negro, además!, de la que no soportarán diez minutos… ¿Amor? ¿Romanticismo? ¿Sin sexo salvaje y descartable y sin violencia y horrores inenarrables? ¿Qué es eso? Todo eso es Casablanca, que este “blog” ofrece a sus sufridos lectores para este fin de semana, para reconfortarnos con la adrenalina del amor que no muere, aunque su culto tenga cada vez menos adeptos.
¡Con mis mejores deseos para todos y que lo disfruten!
JLSG
Asunción, a sábado 24 de noviembre de 2012
Código del artículo: PLJ5
“‘Casablanca’: El lunes se celebra el 70º aniversario del estreno de un título que más que una película es todo un mito
Hoy en El País de TCM celebramos el 70º aniversario del estreno de Casablanca, que se conmemora el lunes que viene. Un título que más que una película es todo un mito. Por las circunstancias que rodearon su producción; por el aroma de esas escenas y esos diálogos inolvidables que todo buen aficionado al cine es capaz de recitar de memoria, por su banda sonora… El lunes, para celebrar este cumpleaños TCM emitirá Casablanca una y otra vez a lo largo del día, acompañada de piezas de producción propia y documentales en torno al filme. Los aficionados tendrán nada menos que ocho oportunidades de ver la película o, si se animan, la oportunidad de ver la película ocho veces seguidas. Como aperitivo, el video de hoy analiza la influencia que tuvo Casablanca en el cine posterior”.
Enlace:
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/11/22/videos/1353587513_860164.html
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