lunes, 19 de noviembre de 2012

Aldo “abc” Zucolillo insiste en denunciar las irregularidades del desgobierno “lugo bolivariano”, como el de las desalinizadoras del Chaco, pero nada recuerda de su apoyo al conglomerado politiquero de la “Alianza para el Cambio”


 Camilo Soares el mediático e irresponsable Secretario de Emergencia Nacional
(SEN) del desgobierno de Fernando Lugo. Siempre “producido” para la prensa,
y acicalado con su “look” de muy bien pago “revolucionario bolivariano”,
Soares es para la opinión pública el ejemplo del politiquero luguista (Fuente: “Paraguay.com”, bajado de la red por Google).



Comparto las reflexiones del comentarista Rodolfo Troche Rasmussen, en general, y en particular lo de “sumario, juicio por lo hecho, revisión y activación de las plantas lo mejor que sea posible”. También las de Gaby Lore y otros críticos de este ejemplo de “monumentos de la corrupción” lugo-“bolivariana” en nuestro país, la de los “revolucionarios, impolutos, teólogos de la liberación, y de muy bien pagos ‘militantes’ intelectuales, numerosos de ellos agrupados ahora por la socióloga argentina Lorena Soler, y de carperos y líderes populares”, todos anestesiados por el buen vivir a costa del fisco y a cualquier precio, etc.  

Para los casos mencionados –que hacen referencia al atraco politiquero de las plantas supuestamente “desalinizadoras” de agua en el Chaco– trasladarse al enlace al pie de página, que conduce al editorial de “abc” de la fecha.

Ahora bien, el proyecto de “Alianza para el Cambio”, en su fase de proselitismo para estafar cívicamente a la ciudadanía, con la fácil promesa de mejorar en todos los aspectos el Paraguay desde el Palacio de López (en realidad lo fue para empeorar, aunque diga lo contrario el estalinista candidato de Caracas para las elecciones nacionales de 2013, el pediatra de los niños “burgueses y oligarcas”, y ni siquiera de pasada de los menores de sectores sociales excluidos, Aníbal Carrillo Iramaín, adicto sin cura a la ideología totalitaria del “socialismo siglo XXI”), en aquellos tiempos nublados que presagiaban el negro destino del Paraguay sometido al desgobierno de Fernando-Lugo-Méndez, este y su patota “bolivariana” contaron con el respaldo periodístico del dueño y por ello director de “abc color”, Aldo Zucolillo, el “golpista”, ahora satanizado de esa manera por  los “izquierdistas” locales, y entonces no.

Ninguna alusión hay acerca del rol de “abc” en todo este proceso, el que casi termina ensangrentando al país entero, en el editorial que comentamos. Y, hasta ahora, el diario mencionado tampoco ha hecho su autocrítica en general, al respecto, que debe empezar por asumir la parte alícuota de la irresponsabilidad colectiva que tan imprudentemente ayudó a gestar entre 2006 y 2008, y que mantuvo hasta bien avanzado el año 2010, con la justificación según la cual gracias a Lugo se lograría/logró “sacar a patadas a los colorados del poder”, propuesta para nada democrática, desde luego.

Amén de que en política lo que cuentan son los resultados y no las intenciones, y que para 2013 todo apunta a un regreso arrasador de los colorados al gobierno, más que por méritos suyos, por deméritos de tanto “revolucionario”, “demócrata” o “progre”, quienes en lo único que no fracasaron fue en la dudosa virtud de haber sido tan o más corruptos y violadores de la Constitución que los desgobiernos inmediatamente anteriores.

Para que sea posible pensar en el esfuerzo de investigar, juzgar y sancionar a los responsables del monumental fraude de las “plantas desalinizadoras”, se requiere una vigilancia periodística diaria, sostenida, con aportes de datos. Sobre todo a los efectos de vigilar en este caso, desde la prensa y opinión pública, y respetando a la Ley Suprema y demás normativas, al poder “fáctico Judicial” del Paraguay, y que también lo es la Fiscalía en su verdadera dimensión, la de espacio “institucional” en el que predominan los poderes fácticos locales. Se hace la salvedad de la existencia de jueces, fiscales y funcionarios capaces y probos en ambas importantes instituciones del aparato de Estado.

Sin la presencia de la prensa en el seguimiento de este enésimo escándalo de la corrupción lugo-“bolivariana”, nos quedaremos sin agua, sin sal y sin justicia. “Abc” puede apoyar en mucho en esto. Basta con que le dedique al menos igual atención periodística al seguimiento de este todavía no proceso real, resultado de la protección fáctica extra jurisdiccional que los grandes maleantes encuentran en el “Poder Judicial y el Ministerio Público”. En este caso la impunidad favorece al lugo-“boliviarianismo”.

Si se compara el más bien insatisfactorio centimetraje dedicado en las páginas de “abc” al “affaire” Lugo-Soares y “bolivariano” de las plantas del Chaco, con el seguimiento obsesivo que le diera a un supuesto caso de estafa en el sector privado, que involucra a bancos de “primera línea” y  “empresarios” del sector de la comercialización del ganado, se entenderá qué es lo que queremos decir.

Como nos decía el eterno y recordado maestro Lisandro Orué, en la primaria del Salesianito, al inicio de los años de la década de los sesenta en la segunda mitad del siglo pasado: “intelligenti pauca”, es decir, “al buen entendedor pocas palabras bastan”.



JLSG
Asunción, a lunes 19 de noviembre de 2012
Código  del artículo: CCH5



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