Camilo Soares el mediático e
irresponsable Secretario de Emergencia Nacional
(SEN) del desgobierno de Fernando
Lugo. Siempre “producido” para la prensa,
y acicalado con su “look” de muy bien
pago “revolucionario bolivariano”,
Soares es para la opinión pública el
ejemplo del politiquero luguista (Fuente: “Paraguay.com”, bajado de la red por
Google).
Comparto las reflexiones del comentarista
Rodolfo Troche Rasmussen, en general, y en particular lo de “sumario, juicio por lo hecho,
revisión y activación de las plantas lo mejor que sea posible”. También las de
Gaby Lore y otros críticos de este ejemplo de “monumentos de la corrupción”
lugo-“bolivariana” en
nuestro país, la de los “revolucionarios, impolutos, teólogos de la liberación,
y de muy bien pagos ‘militantes’ intelectuales, numerosos de ellos agrupados
ahora por la socióloga argentina Lorena Soler, y de carperos y líderes
populares”, todos anestesiados por el buen vivir a costa del fisco y a
cualquier precio, etc.
Para
los casos mencionados –que hacen referencia al atraco politiquero de las
plantas supuestamente “desalinizadoras” de agua en el Chaco– trasladarse al enlace al pie de página, que
conduce al editorial de “abc” de la fecha.
Ahora
bien, el proyecto de “Alianza para el Cambio”, en su fase de proselitismo para
estafar cívicamente a la ciudadanía, con la fácil promesa de mejorar en todos
los aspectos el Paraguay desde el Palacio de López (en realidad lo fue para
empeorar, aunque diga lo contrario el estalinista candidato de Caracas para las
elecciones nacionales de 2013, el pediatra de los niños “burgueses y oligarcas”,
y ni siquiera de pasada de los menores de sectores sociales excluidos, Aníbal
Carrillo Iramaín, adicto sin cura a la ideología totalitaria del “socialismo
siglo XXI”), en aquellos tiempos nublados que presagiaban el negro destino del
Paraguay sometido al desgobierno de Fernando-Lugo-Méndez, este y su patota
“bolivariana” contaron con el respaldo periodístico del dueño y por ello
director de “abc color”, Aldo Zucolillo, el “golpista”, ahora satanizado de esa
manera por los “izquierdistas” locales,
y entonces no.
Ninguna
alusión hay acerca del rol de “abc” en todo este proceso, el que casi termina
ensangrentando al país entero, en el editorial que comentamos. Y, hasta ahora, el
diario mencionado tampoco ha hecho su autocrítica en general, al respecto, que
debe empezar por asumir la parte alícuota de la irresponsabilidad colectiva que
tan imprudentemente ayudó a gestar entre 2006 y 2008, y que mantuvo hasta bien
avanzado el año 2010, con la justificación según la cual gracias a Lugo se
lograría/logró “sacar a patadas a los colorados del poder”, propuesta para nada
democrática, desde luego.
Amén de
que en política lo que cuentan son los resultados y no las intenciones, y que
para 2013 todo apunta a un regreso arrasador de los colorados al gobierno, más
que por méritos suyos, por deméritos de tanto “revolucionario”, “demócrata” o
“progre”, quienes en lo único que no fracasaron fue en la dudosa virtud de
haber sido tan o más corruptos y violadores de la Constitución que los
desgobiernos inmediatamente anteriores.
Para
que sea posible pensar en el esfuerzo de investigar, juzgar y sancionar a los
responsables del monumental fraude de las “plantas desalinizadoras”, se
requiere una vigilancia periodística diaria, sostenida, con aportes de datos.
Sobre todo a los efectos de vigilar en este caso, desde la prensa y opinión
pública, y respetando a la Ley Suprema y demás normativas, al poder “fáctico
Judicial” del Paraguay, y que también lo es la Fiscalía en su verdadera
dimensión, la de espacio “institucional” en el que predominan los poderes
fácticos locales. Se hace la salvedad de la existencia de jueces, fiscales y
funcionarios capaces y probos en ambas importantes instituciones del aparato de
Estado.
Sin la
presencia de la prensa en el seguimiento de este enésimo escándalo de la
corrupción lugo-“bolivariana”, nos quedaremos sin agua, sin sal y sin justicia.
“Abc” puede apoyar en mucho en esto. Basta con que le dedique al menos igual
atención periodística al seguimiento de este todavía no proceso real, resultado
de la protección fáctica extra jurisdiccional que los grandes maleantes
encuentran en el “Poder Judicial y el Ministerio Público”. En este caso la
impunidad favorece al lugo-“boliviarianismo”.
Si se
compara el más bien insatisfactorio centimetraje dedicado en las páginas de
“abc” al “affaire” Lugo-Soares y “bolivariano” de las plantas del Chaco, con el
seguimiento obsesivo que le diera a un supuesto caso de estafa en el sector
privado, que involucra a bancos de “primera línea” y “empresarios” del sector de la
comercialización del ganado, se entenderá qué es lo que queremos decir.
Como
nos decía el eterno y recordado maestro Lisandro Orué, en la primaria del
Salesianito, al inicio de los años de la década de los sesenta en la segunda
mitad del siglo pasado: “intelligenti pauca”, es decir, “al buen entendedor
pocas palabras bastan”.
JLSG
Asunción, a lunes 19 de noviembre de 2012
Código del artículo: CCH5
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