lunes, 5 de noviembre de 2012

El presidente Obama es muy probable que sea reelecto, porque replanteó con responsabilidad su “audacia de la esperanza”, pues en tiempos de crisis lo ideal es enemigo de lo posible, y es este el camino hacia el futuro


 

El presidente norteamericano Barack Obama llega levemente mejor posicionado a las elecciones del martes 6 de noviembre, tras una reñidísima campaña electoral, en la cual el candidato republicano Mitt Romney radicalizó en extremo su discurso y propuestas. Este proceso electoral en los Estados Unidos inflamó de civismo  y participación a la ciudadanía estadounidense, como no se vio en campañas de al menos el medio siglo anterior (Foto de Pablo Martínez, de la agencia AP, publicada por “El País” de Madrid).

La lucha y el arte de la política jamás deben carecer de ideales, o desconocer el valor de la utopía, pero se mueven en la estrechísima y débil cornisa de las muy elevadas y peligrosas cumbres nevadas, no las orográficas sino las de la administración de realidades, siempre cambiantes y urgiendo atención todas, en tanto los recursos y alternativas se caracterizan por sus limitaciones. Las buenas intenciones cuentan, pero lo decisivo es la capacidad de maniobrar para superar obstáculos, dentro de los valores e ingeniería constitucional de la realidad dada, y de la correlación de fuerzas existentes.

Es lo que hizo el presidente Barack Obama, en la Casa Blanca desde 2009, después de los tiempos tan nublados de dos desastrosas administraciones, para los norteamericanos y el mundo, las del presidente George W. Bush (2001-2009). Este fue otro irresponsable mandatario del durísimo “hard power”, el de la “guerra preventiva” y otras locuras belicistas, y el de la acentuación de las deresgulaciones financieras, con orígenes en la “reaganomics” (el de las políticas económicas ultra neoliberales, de las administraciones del presidente Ronald Reagan: 1981-1989).
Todos los platos rotos locales y en el exterior debió empezar a pagar los Estados Unidos de Obama, apenas puso un pie en la Casa Blanca, y sobre todo desde que en las elecciones legislativas de mitad del mandato se quedara sin mayoría en ambas cámaras del Congreso.

Entonces, y sin abjurar de sus hermosas retórica y valores lincolnianos, que inflamó con ideales y deseos de cambios a la mayoría de los norteamericanos, debió postergar de inmediato el mundo del “deber ser” por el de la exploraciones de las posibilidades menos malas, y se convirtió en un eficaz capitán de tormentas en medio de la tan agitada “mar océano”, que le crearan los ultraderechistas norteamericanos. El presidente Obama, sin olvidar sus sueños, actuó con responsabilidad hacia sus compatriotas y el mundo.

De la crítica intransigente al respaldo
Por cierto, esto no ha sido del agrado de académicos e intelectuales, como en el caso del Nóbel en economía, el norteamericano Paul Krugman, una mente brillante para la crítica, que nunca debe ser rechazada, pero que por lo común es incapaz, tan siquiera, de construir mayorías políticas, las cuales –respetando las leyes y a las minorías circunstanciales– son indispensables en el Estado de derecho democrático, para llevar a cabo las políticas públicas que no pueden ser impuestas y mucho menos por la fuerza.

Nadie le puede enrostrar a Krugman el que haya sido un tenaz y muy inteligente crítico de las supuestamente casi siempre “erráticas e indecisas” políticas públicas monetarias, fiscales y anticíclicas de la administración Obama, porque al pensarlas y difundirlas, aquél cumplía con su rol en la sociedad abierta, desde la “ética de la convicción” (Max Weber). Y Obama, sin duda, merece el reconocimiento al haberse decidido por la responsabilidad de un presidente sensato, porque aceptó que debía dar un paso atrás, en muchas de sus promesas (como sostuvo en otras circunstancias y por motivos diferentes, el mismo Lenín, el líder de la Revolución Soviética, 1903-1924, y primer jefe de Estado y de gobierno, 1917-1924 de ese régimen totalitario, el primero surgido en la historia), para no clausurar el futuro, en el país y el planeta, ante las arremetidas cada vez más extremistas de los fundamentalistas y ultrarreaccionarios republicanos norteamericanos.

En su más reciente artículo publicado al escribirse estas líneas (http://economia.elpais.com/economia/2012/11/02/actualidad/1351875462_144862.html), y regresando honestamente sobre sus escritos, Krugman, sin autocriticarse, acaba de reconocer que Obama no fue apenas el “menos malo” en su presidencia, y por primera vez le reconoce que estuvo a la altura de los más graves desafíos que tuviera que enfrentar presidente norteamericano alguno, desde la época de las cuatro adiministraciones sucesivas de ese gran estadista demócrata y mundial que fuera Franklin D. Roosevelt (1933-1945).

Un intelectual atípico es el francés de origen judío, Bernard-Henri Lévy, quien siempre supo interpretar de manera correcta la posibilidad y límites tan estrechos, entre los que supo moverse con tenaz voluntad, y frío ejercicio de la correlación de fuerzas, y sin traicionarse nunca, el presidente Obama. Este, para aquél, debe “estar orgulloso de su balance”, acaba de decir Lévy en una de sus habituales colaboraciones semanales de prensa (http://elpais.com/elpais/2012/11/01/opinion/1351775245_424779.html). No son muchos los intelectuales, como el filósofo político Lévy, quienes tienen respeto por la realidad, no para mantenerla inmóvil, sino para organizar su transformación ordenada y sin traumatismos.

La acritud de un escritor latinoamericano
El argentino Martín Caparrós, un ejemplo de intelectual exigente extremo con el estadista, es decir, desde la óptica unilateral del excelente escritor que es, y brillante periodista también, es muy crítico con el mandatario norteamericano: “Obama fue el último de una especie en vías de extinción: el político esperanzador. Lo fue por sus slogans encendidos y sobre todo por él mismo; su programa nunca estuvo claro. Pero su figura, el concepto de presidente no-blanco de los Estados Unidos, funcionó…”. Y agrega con acritud:

“Obama fue la quintaesencia de esa decepción: un presidente casi negro que actuó como cualquier presidente casi blanco. Era, pese a todo, fácil de imaginar: ‘Alguna vez pensé que lo bueno de los movimientos contra la discriminación y la opresión era que sus integrantes querían acabar con cualquier juego de discriminaciones y opresiones; fue triste descubrir que muchos sólo querían cambiar su lugar en el juego’, escribí en el diario Crítica hace cuatro años, cuando asumió”, agrega Caparrós. Y prosigue:

“ ‘Por eso me pareció revelador el único párrafo (del discurso inaugural) de Barack Obama sobre el mundo circundante: ‘A todos los que hoy nos miran desde más allá de nuestras playas, desde parlamentos y palacios o a los que se reúnen alrededor de una radio en los rincones más olvidados del mundo, quiero decirles que nuestras historias son singulares pero nuestros destinos son compartidos, y un nuevo amanecer del liderazgo americano está llegando. A los que quieren destrozar el mundo: los derrotaremos. A los que buscan paz y seguridad: los apoyaremos’. Un ‘nuevo amanecer del liderazgo americano’: es lo que nos anuncia. Un ‘nuevo amanecer del liderazgo americano’: la versión corregida y aumentada de lo que ya nos dieron Wilson, Roosevelt, Eisenhower, Kennedy, Nixon, Reagan, Clinton, Bushes, de la superpotencia que dominó el mundo en uno de sus siglos más violentos, que influyó más que ninguna para que el mundo fuera lo que es. Para cambios así, quién necesita a los conservadores’… ”, sentenció lapidariamente Caparrós “posteó” en su “blog” del madrileño “El País”: http://blogs.elpais.com/pamplinas/2012/11/el-mal-menor.html, diario para el cual escribe habitualmente.

Krugman y Caparrós ponen en manifiesto una de las principales ventajas de las sociedades libres, la de la garantía constitucional de las libertades de pensamiento y expresión, que cuando es bien empleada estimula el surgimiento y desarrollo del criterio público plural y que los poderes, los institucionales y los fácticos, encuentren uno de sus límites en las críticas emanadas desde los medios de prensa y últimamente de las redes sociales. “El precio de la libertad es el de la eterna vigilancia”, sostuvo Thomas Jefferson, uno de los revolucionarios y federalistas de la gesta democrática de 1776.

Es un precio elevado, que lógicamente tiene su precio en el contrapeso de la responsabilidad con que debe ejercerse, que cuando no es respetada, sin mediar ley de prensa alguna (doctrina norteamericana de la “real malicia”), es el momento de la Justicia, la garantía de todas las libertades y derechos, y de las obligaciones justas también. Ninguna sociedad totalitaria puede sobrevivir a este “costo” altísimo y utilísimo a la vez.

“Cuatro años más” para Obama
Los pocos grandes y muy buenos diarios del mundo, entre varias razones más los son por sus excelentes editoriales. Es el caso de “El País” de Madrid, con justa causa pregonado como el diario global. Sus editoriales siempre marcan con nitidez una línea de interpretación de fenómenos y procesos españoles y mundiales y son ejemplo a seguir aquí, en los medios de prensa, también por el tan depurado estilo de tales artículos centrales, a los que ni remotamente se asemeja la producción de los “editorialistas” locales, salvo una que otra excepción, ocasional desde luego. En el caso del asunceño “abc”, desde la tan sensible “baja” de don Enrique Bordenave al frente de la sección editorial, sus artículos editoriales, por lo general no son tales, ni por contenido y mucho menos estilísticamente hablando. Una prueba de cuanto decimos acerca de notables editoriales es el del mencionado periódico español, fechado el domingo 4 de noviembre y, escuetamente, titulado “Cuatro años más”:

“El martes sabrá el mundo quién mandará los próximos cuatro años en la mayor potencia del mundo: el demócrata Barack Obama o el republicano Mitt Romney. No da igual. Al primero se le conoce por su sensatez, sobriedad y por una visión del papel de EE UU adaptada a los nuevos tiempos. Frente a los excesos de George W. Bush, Obama ha devuelto a la que sigue siendo la “potencia indispensable” su condición de país más respetado que temido. No ha cerrado el oprobio de Guantánamo, pero sabe que tiene que alejarse de un unilateralismo que ni siquiera el país más poderoso se puede ya permitir.

“Al segundo no se le conoce. No se sabe si es el moderado gobernador de Massachusetts, el aspirante que se radicalizó para atraer a los extremistas del Tea Party en las primarias o el candidato que desde el centrismo pudo con Obama en el primer debate…

“Quizás el mayor logro de Obama, difícil de apreciar a simple vista, haya sido evitar que la recesión que heredó de la situación que le entregó Bush se convirtiera en una depresión para sí y para el mundo y lograr devolver a su país a la senda de un crecimiento aún modesto. Hoy mucha gente en EE UU se pregunta si está mejor que hace cuatro años como si se pudiera obviar la crisis tras la caída de Lehman Brothers. Los últimos datos de empleo pueden servir a Obama. Por contra, el recorte de gastos e impuestos que Romney propugna podría impulsar la recuperación a corto, pero sería pan para hoy y hambre para mañana.

“La campaña ha mostrado el valor de la democracia. Lo que parecía un paseo triunfal para Obama se ha convertido en una complicada carrera. En la recta final, la catástrofe del huracán Sandy le ha ayudado a mostrarse como un buen gestor al frente de una Administración que ha funcionado, lo que ha puesto en valor la acción pública de un Estado que un amplio sector republicano querría jibarizar. En esta estela se incluye la cobertura sanitaria cuasi universal impuesta por Obama contra viento y marea y el empeño, pese a los republicanos, por salvar una industria que se iba a pique como la del automóvil.

“Este Obama no es el gran comunicador entusiasta de hace cuatro años. No ha sabido embridar a los poderes financieros de Wall Street que provocaron la Gran Recesión y el desgaste del ejercicio del poder frente a un Congreso dominado por los republicanos —como le puede volver a pasar— le ha llevado a perder frescura. Pero conserva algo de su “audacia de la esperanza”. Sus ideales, su sentido de misión y su voluntad de potenciar de la sociedad americana lo mejor que ella es capaz de ofrecer de sí misma merecen sin duda otros cuatro años”.

Desde este humilde “blog” que nos permite ejercitar los derechos fundamentales a las libertades de pensamiento y de su expresión, rompiendo así el aislamiento censurador en el que nos tenían silenciados los dueños de “la prensa poder fáctico” del Paraguay, por haberla denunciado y no haber sucumbido jamás a sus reglas de juego, más de negocios que de periodismo, hacemos nuestro el análisis editorial transcrito casi en su totalidad.

Incluso nos atrevemos a ir un poco más allá, al sostener que no solo Obama merece otros cuatro años en la Casa Blanca, sino que muy probablemente logrará ser reelecto para un segundo periodo, casi con seguridad por margen muy estrecho, y que también su propuesta política es posible que tenga avances en las elecciones legislativas parciales y en otras compulsas electorales que se llevarán a cabo al mismo tiempo el martes 6 de noviembre, cuando las elecciones norteamericanas serán seguidas con extrema atención en todo el mundo, empezando por los países que consideran que los EUA son su enemigo mundial número uno.




JLSG

Asunción, a domingo 4 de noviembre de 2012
Código del artículo: MZA3


Enlaces periodísticos para consultar y ampliar la lectura:

http://economia.elpais.com/economia/2012/11/02/actualidad/1351875462_144862.html
Los republicanos advierte que si Romney pierde la confrontación en las Cámaras será mayor

http://economia.elpais.com/economia/2012/11/02/actualidad/1351881651_965520.html
Elecciones globales en Estados Unidos
Los ciudadanos de otros países prefieren la victoria de Barack Obama ante Mitt Romney

http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/03/actualidad/1351968152_747305.html
El poder se está fugando
El huracán Sandy revela una pauta mundial: el papel cada vez mayor del liderazgo local

http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/03/actualidad/1351968560_873588.html
¿Por qué el mundo va con Obama?
La derecha israelí sería la clara excepción a la regla, pero cabe poca duda de que Obama es el favorito del mundo

http://internacional.elpais.com/internacional/2012/11/02/actualidad/1351876968_542122.html
Cómo ve el mundo los comicios de EE UU
Los corresponsales de El País analizan cómo se ven las elecciones en EE UU en el mundo

http://elpais.com/elpais/2012/11/01/opinion/1351775245_424779.html
Barack Obama puede estar orgulloso de su balance
La esperanza sigue intacta. Más que nunca. Y el combate continúa

http://blogs.elpais.com/pamplinas/2012/11/el-mal-menor.html
El mal menor

http://economia.elpais.com/economia/2012/11/02/actualidad/1351884903_102003.html
Dos candidatos, una misión
EE UU celebra elecciones con una economía que emite señales de mejora economía
Detrás de las buenas cifras se esconden problemas de fondo que pueden provocar una recaída

El presidente Barack Obama en un acto en Ohio (Foto de Chip Somodevilla, de la agencia
AFP y publicada por “El País).

http://elpais.com/tag/elecciones_eeuu_2012/a/
Elecciones EE UU 2012

Barack Obama, captado por el fotógrafo Chip Somodevilla
(Agencia AFP), también durante un discurso en Ohio (Foto de “El
País”).

La reválida de Obama
Los resultados desde 1960
Resumen de los sondeos diarios
La economía despeja el camino a Obama
La recta final de la campaña
Romney hace gala de la unidad y la fuerza del Partido Republicano
Obama y Christie, la extraña pareja
El voto puertorriqueño, decisivo en Florida
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Ohio tiene la palabra
Virginia, microcosmos del futuro electoral
Florida, el premio gordo
A la conquista del Oeste
El motor de EE UU remonta el vuelo
“Lo importante es echar el resto”
Obama llega con ventaja en los Estados clave
Las campañas se preparan para una noche de largos recuentos
Los republicanos esperan revalidar su mayoría en la Cámara
Dos ejércitos de voluntarios luchan por Ohio hasta el final
La visión exterior de los comicios
Israel, Estado decisivo
Argentina, entre el desinterés y la simpatía a Obama
Brasil, con Obama en lo político y Romney en lo económico
Música para arañar votos
“Vivimos un momento ruin”
Elecciones globales en EE UU
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Dos elecciones
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