Portada del libro del Coronel (retirado) Teodoro Ramón Delgado. Óleo de la Batalla de Curupayty, del argentino Cándido López (1840-1902, Buenos Aires), excepcional pintor documental de la guerra del Paraguay de Francisco Solano López contra sus vecinos coaligados (gentileza del repositorio gráfico de los conflictos internacionales del Paraguay, del Ing. Rafael Mariotti).
Reproducción facsimilar de la tarjeta de invitación (Gentileza de Marben Editora & Gráfica S.A.).
El libro de más de 400 documentadas páginas (incluye también croquis de campañas y batallas, además de las referencias bibliográficas de rigor y muy interesantes materiales gráficos diversos, proporcionados por el Ing. Rafael Mariotti) tiene por título “La conducción del Ejército Paraguayo en la guerra contra la Triple Alianza (1864-1870)”.
Esta obra es el resultado de casi un lustro de investigaciones sobre su objeto de estudio, realizadas por Cnel. (R) Teodoro Ramón Delgado, un destacado jefe del Ejército, perteneciente a la promoción Coronel José María Argaña (1965), del entonces denominado Colegio Militar Mariscal Francisco Solano López, y quien a partir de ahora, desde la altura de sus años, se inaugura a sí mismo como intelectual: incluso ya se encuentra trabajando en su próximo libro, también de reflexión sobre nuestra historia.
El coronel Delgado es nieto del teniente de caballería Nicolás Delgado, uno de nuestros héroes de aquella guerra que concitó la atención y admiración del mundo, a raíz de las excepcionales hazañas guerreras puestas en manifiesto por el pueblo paraguayo de aquella época.
A la guerra, sin estrategia ni balance de poder
Esta obra revisionista y crítica, que debe suscitar un enriquecedor y elevado debate, ofrece un primer y muy bien fundamentado estudio acerca de los graves errores estratégicos y tácticos cometidos por el Mariscal López, conductor único e inapelable de nuestros Ejércitos, en la guerra que enfrentara al Paraguay con los tres de los cuatro más importantes países de su contexto contiguo: Argentina, Brasil y Uruguay. El cuarto país de nuestro estratégico universo subregional es Bolivia, república con la que la cuestión de límites en el Chaco paraguayo nos enfrentara en los campos de Marte, entre 1932 y 1935.
El libro demuestra que el Mariscal López nunca tuvo una concepción estratégica de la guerra en la que embarcaba al Paraguay desde su incontrovertible liderazgo nacional. Ni siquiera llegó a hacer un elemental estudio del balance estratégico del poder subregional, lo que debe incluir también el potencial de poder de cada uno de los actores estatales concernidos.
El pensamiento y la planeación estratégicos, siempre deben tener en cuenta a la historia, para serlo en verdad, y nunca jamás olvidar a la geografía, si se marcha a la guerra en defensa del interés nacional, definido previamente.
Las órdenes de operaciones bélicas emanadas del Mariscal López (quien no tuvo tan siquiera un “plan de guerra” pensado y reelaborado interminablemente) no contemplaron el dato crucial de la mediterraneidad paraguaya, lo que le volvía un país fácilmente “bloqueable”, dato que sigue siendo válido hoy, como lo demuestra la agresión “lugo-bolivariana” en contra del Paraguay, que es como en definitiva debe ser considerada la locura regional del engendro de “Ushuaia II (Montevideo, diciembre de 2011), a raíz del juicio político constitucional, legal y legítimo, que destituyera al presidente Fernando Lugo, el 22 de junio último.
Un parteaguas historiográfico
El libro se convertirá en un verdadero parteaguas en la historiografía del primero de los dos conflictos bélicos internacionales que tuvo la Patria paraguaya, a inicios de la segunda mitad del XIX, conocido popularmente como “La guerra del Paraguay contra la Triple Alianza”.
La publicación del importante estudio dará origen a un antes y un después en los estudios históricos sobre una guerra que supo evitar la sabiduría modernizadora del autoritario jefe de Estado y de gobierno que fuera don Carlos Antonio López, gracias a su diplomacia, primero consular y, enseguida después, presidencial, orientada por un pragmatismo responsable y realista, y desarrollada entre 1841 y 1862 con una destacable prudencia, la que siempre guiara a su inclaudicable lucha por la soberanía e independencia de la República del Paraguay.
En su lecho de muerte, don Carlos recomendó de manera especial a quien sería su sucesor dinástico, el primogénito Francisco Solano López, que los conflictos de límites con los países vecinos no intentara solucionarlos con la espada sino con la pluma.
Lamentablemente para el Paraguay, Carlos Antonio López no fue escuchado por el joven presidente paraguayo (1862-1870) ansioso de gloria, y su líder indiscutido por entonces, al menos hasta la caída de la fortaleza de Humaitá, comandada por el heroico coronel Francisco Martínez. Este, al cabo de un asedio inmisericorde, de semanas de ataques sostenidos de las fuerzas aliadas, y cuando ya era imposible que recibiera auxilios del Mariscal López en retirada, en el marco del código de honor del jefe militar en campaña negoció la rendición de la plaza, lo que se concretó el 5 de agosto de 1868.
El inmarcesible heroísmo del soldado paraguayo y de su jefe fue reconocido y honrado por sus admirados enemigos, no así por López, quien declaró “traidor a la patria” al coronel Martínez, un gran comandante, y como consecuencia de lo cual su esposa Juliana Insfrán de Martínez fue encarcelada, torturada e incluso violada, para finalmente ser fusilada el 25 de diciembre de 1868, en Itá Ybaté, y sin que sus verdugos jamás lograran que repudiase a su marido.
“Mutatis mutandis” (o cambiando lo que haya que cambiar) Humaitá fue en la “Guerra Grande” para los aliados, lo que la caída de la fortificación boliviana de Boquerón (29 de setiembre de 1932) para las tropas paraguayas, vencedoras en esa también épica jornada guerrera de nuestra historia.
Dos conclusiones y un valor principal
El libro tiene dos grandes conclusiones. La primera es que el pueblo paraguayo acompañó con un heroísmo que carece de parangón en la historia mundial de las guerras, y más allá de toda esperanza, a quien era su líder indiscutido, el Mariscal López. Esto es estudiado por el autor del presente artículo en algunas de sus obras y lo hace desde el punto de vista sociológico, recurriendo para ello al concepto “durkheimnianio” de solidaridad mecánica.
En aquella tan trágica etapa nuestro pueblo demostró que la identidad nacional paraguaya no era una invención de los libros, sino una realidad histórica, que, más que nunca hoy, debe ser preservada y cultivada, sin jamás caer en el chovinismo, la enfermedad del extremo nacionalismo. La segunda conclusión es que la guerra es algo demasiado serio para lanzarse a ella olvidando, o lo que es peor, desconociendo por completo, la ciencia y el arte que son el resultado de miles de años de la historia bélica universal.
“Si quieres la paz, prepárate para la guerra”, reza la sabia sentencia, pero, agregamos nosotros, la preparación debe ser en serio, respetando las normas de la ciencia y la riqueza de su arte, y se tiene que llegar a ese tan trágico momento en la vida de los pueblos, que es el conflicto bélico, solo después de haber agotado hasta la última esperanza de la solución pacífica de los conflictos en el marco del derecho internacional y de la diplomacia. El derecho y la diplomacia, por cierto, jamás deben ser olvidados durante el desarrollo mismo de la crisis bélica, si no hubo más remedio que librarla.
El libro, que será presentado el jueves 15 de noviembre por José Luis Simón G., en la más elevada tribuna de la ciencia y la academia del Paraguay, el “Salón Centenario” del Rectorado de la UNA en Asunción (Avda. España 1098, entre Padre Cardozo y Washington, Las Mercedes), tiene un valor principal explicitado por el autor en su introducción.
Ese valor es el de buscar la verdad en la historia, porque solo ella nos hace libres y responsables, y por ende mejores ciudadanos de la Patria, que es la principal forma que tenemos los paraguayos de colaborar con la humanidad toda. Ya es hora que el pueblo paraguayo, heroico soldado en dos guerras internacionales se convierta hoy en uno de ciudadanía plena, que no puede sino ser el de hombres y mujeres con deberes y derechos respetados y cumplidos como lo estatuye la Constitución Nacional.
Están invitados mis amigas y amigos de la red, sin excepción alguna, y todas las personas que deseen asistir. Como es de estilo en estos casos, la entrada es libre. Tenida: informal elegante.
JLSG
Asunción, a domingo 11 de noviembre de 2012
Código del artículo: CND1
3 comentarios:
Fascinante con què claridad de ideas expresa Ud. su opiniòn y/o comentarios sobre acontecimientos de nuestra historia e inclusive actuales de nuestro paìs. Lo bonito es que Ud. contagia y nos hace sentir partìcipes de cada uno de ellos. Este dòn, no lo tiene cualquiera. Grs. nuevamente Prof.! Espero poder asistir a la presentaciòn que harà del libro y tener la oportunidad de saludarlo personalmente. Mis sinceros respetos, Ma. Magdalena Segalès
Nuevamente, muy agradecido por sus comentarios, tan estimulantes. Los tomo como un compromiso para mejorar cada día, que es la única manera de construir el propio estilo y sobre todo la vida. No recuerdo si fue Nicanor Parra, el gran "anti-poeta" chileno, y Premio Prícipe de Asturias literario este año, quien dijo que "algunos escritores escriben para vivir y otros vivimos para escribir". Hice mío ese pensamiento, apenas lo hube leído. Será un placer saludarla personalmente en la presentación del libro del Sr. Coronel de la Nación (r), que es como llamo al autor, Teodoro R. Delgado. Cordiales saludos.
Excelente exposición de los detalles de este libro, muy necesario para conocer profundamente la conducción del Ejercito Paraguayo durante la Guerra de la Triple Alianza, espero que pueda contribuir a esclarecer las dudas existentes sobre la actuación del Mcal Lopez como líder de la nación.
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