martes, 23 de septiembre de 2014

JOSÉ FÉLIX ESTIGARRIBIA, EL SOLDADO-COMANDANTE DEL EJÉRCITO EN LA EPOPEYA VICTORIOSA DEL CHACO (1932-1935), MERECE LA ADMIRACIÓN Y GRATITUD DE LA NACIÓN Y LA REPÚBLICA DEL PARAGUAY,


(Fuentes de las fotografías: Google Imágenes).
JOSÉ FÉLIX ESTIGARRIBIA, EL SOLDADO-COMANDANTE DEL EJÉRCITO EN LA EPOPEYA VICTORIOSA DEL CHACO (1932-1935), MERECE LA ADMIRACIÓN Y GRATITUD DE LA NACIÓN Y LA REPÚBLICA DEL PARAGUAY, Y SU PATRIOTISMO SIN CHOVINISMO NI XENOFOBIA ES UN EJEMPLO PARA TODOS, EN ESTOS TIEMPOS DE DEGRADACIÓN DE VALORES EN LOS QUE A DURAS PENAS SOBREVIVE LA PATRIA 

Condujo con acierto a nuestros héroes, hombres y mujeres, cuando la soberanía del Paraguay debió ser defendida en los campos de batalla, donde quedaron para siempre decenas de miles de compatriotas, quienes sacrificaran la vida en la defensa nacional. ¡A diferencia de lo que ocurre en el presente y desde hace décadas!
Estigarribia, sus comandantes y soldados, son los modelos a seguir en estos tiempos nublados y de traiciones a nuestra historia y el interés nacional paraguayo, que perpetran a diario los que deberías ser leales, probos e incluso heroicos servidores-mandatarios, civiles y militares, de la ciudadanía soberana a la que a diario deben rendir cuenta.
Estigarribia no fue perfecto. Durante la guerra del Chaco cometió errores, humano como era, pero nadie puede negarle su victoriosa conducción estratégica del conflicto bélico y su acendrado y sano patriotismo, que se nutría del ejemplo de nuestro pueblo. En la actividad política tuvo su Waterloo con el autogolpe palaciego del 18 de febrero de 1940, en preparación de la carta autoritaria de 1940.
A nuestro modesto juicio, en esa coyuntura en que se recrudecía la crisis político-institucional de la República Liberal, inaugurada con la Ley Suprema de 1870, Estigarribia no estuvo a su altura histórica, aun cuando obrara de buena fe. La ética del político es la de la responsabilidad y desde ese punto de vista, los efectos no queridos de sus decisiones de jefe del gobierno y del Estado, fueron negativos para el Paraguay.
El 7 de setiembre de 1940 cuando Estigarribia fallece trágicamente en un accidente de aviación, que también le costara la vida a su esposa, la señora Julia Miranda Cueto, y a su piloto oficial, el azar en la historia nuevamente le hizo pagar un elevado precio al Paraguay, a raíz de la debilidad de sus instituciones democráticas, al predominio de la cultura y tradición autoritarias en el país y como consecuencia de la histórica debilidad de la sociedad civil.

JLSG
Asunción, a 7 de setiembre de 2014

0 comentarios: