Foto de Lorena Aponte, de “abc color” |
“El Papa Francisco tiene muy clara la película, tiene mano dura para no avalar ningún tipo de irregularidad, ya sean doctrinales, pastorales o personales […]. Creo que (en el caso de monseñor Rogelio Livieres, Roma) ha encontrado motivos fuertes […]”, dijo con aires pontificales el “senador” politiquero por el castrochavista “Frente Guasú”, el ex desgobernante Fernando Armindo Lugo Méndez, también ex monseñor apóstata (su diócesis era la del miserabilizado departamento de San Pedro), nunca castigado por el Vaticano, a pesar de su escandalosa vida de obispo depravado, síntesis en una sola persona de lo amoral e inmoral.
(Fuente: http://www.abc.com.py/nacionales/lugo-celebra-decision-del-papa-1289573.html).
En su época de prelado, siempre de muy confortable vida material, Lugo se autopresentaba como “El” defensor de las clases explotadas, y desde su aventurero paso por el poder Ejecutivo del Paraguay –tras haber subordinado al Paraguay al eje La Habana-Caracas, y a sus aliados subordinados regionales, con graves consecuencias para el interés nacional y la muy anémica y anómica República del Paraguay– se acostumbró a la vida de plutócrata que todavía lleva.
De acuerdo con Lugo, para destituir a monseñor Livieres de su obispado en Ciudad del Este (Alto Paraná, Paraguay), el papa no tomó en cuenta como se cree el escándalo suscitado por el sacerdote argentino Carlos Urrutigoity, a quien se acusa de abuso sexual y pedofilia, caso que habría llegado a la justicia de los Estados Unidos, pero sobre el cual no se ha expedido oficialmente el Vaticano, pese a que desde la elección del papa Francisco se implantó la política de “tolerancia cero” hacia sacerdotes, prelados, arzobispos incluso, investigados judicialmente en el mundo bajo cargos de haber incurrido en prácticas sexuales aberrantes como la de pedofilia y otros abusos. Lugo aclaró que “el encubrimiento de una persona en falta puede ser un motivo, pero la comunicación del Vaticano dice que (la destitución de Livieres) fue por motivos pastorales”. Algo que el actual “senador izquierdista” ya había sido anticipado por el ex obispo
El ex obispo de San Pedro, quien dividió a la iglesia católica paraguaya y la sumiera en el oprobio, y probablemente la precipitara a la peor crisis de su historia, a raíz de los escándalos de su vida privada y por haber aprovechado su investidura eclesiástica para incorporarse a la politiquería, nada menos que desde el Poder Ejecutivo del Paraguay, sin el menor rubor criticó a monseñor Livieres Plano por no haber sido “el artífice de la unidad de su diócesis”, algo que según él condujo al colapso del clero en Ciudad del Este. Livieres también fue acusado por Lugo de haber sembrado la división y el enfrentamiento en el episcopado paraguayo.
JLSG
Asunción, a 26 de setiembre de 2014