sábado, 30 de marzo de 2013

Las graves derrotas diplomáticas últimas del Palacio de López, por las reiteradas irresponsabilidades del Poder Ejecutivo y de su MRE, son el inicio de la ofensiva contra las elecciones de abril, complot intervencionista del que Alberto Ramírez Sambonini y el “STJE” forman parte de alguna manera. Mil inauguraciones de doble F, el esposo de la “presidenta”, no compensan la grave derrota internacional del Paraguay en el Comité de DD.HH. (consultivo) de la ONU, dominada por la Comisión y el Consejo de DD.HH. (órganos oficiales del sistema), subordinados a regímenes totalitarios, genocidas y represores sistémicos. En décadas no tuvimos una peor conducción internacional que la actual.


Escribe José Luis Simón G.
El canciller José Félix Fernández y el presidente Federido Franco,
son los principales responsables (y solidariamente también,
las autoridades de los demás poderes del Estado y los líderes y
candidatos Politiqueros e incluso la prensa “servicial”) del tan grave
 perjuicio que por extrema irresponsabilidad le están infligiendo al
 interés y la seguridad y defensa de la República del Paraguay, desde
el campo estratégico de las relaciones internacionales, 
derecho-deber exclusivo del Poder Ejecutivo
 (Fuente: www.pedrojuandigital.com).




Desde hace tiempo alertamos en nuestras páginas de “facebook”, en el “blog” y en “twitter” que esto ocurriría, entre otras razones porque el entreguismo, el miedo o el chantaje externo inmovilizan al “Palacio de López” y a su entreguista “MRE”, responsable funcional y también político de la casi absoluta irresponsabilidad cómplice que tienen con los enemigos de la Patria. Preocupantemente, FF y su canciller no están defendiendo el interés, la dignidad y la soberanía e independencia del Paraguay en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

¡Ahora resulta que el lugo-castro-bolivarianismo nada tuvo que ver con la masacre de Curuguaty, y que los regímenes más totalitarios del mundo condenarán por ello y por el juicio político a la democracia de baja calidad del Paraguay! La condena es inevitable, pues carecemos de diplomacia y lamentablemente padecemos de un “poder judicial” y de una “fiscalía” ilegales e ilegítimas por su falta de independencia, carencia de justicia y generalizada corrupción, que no se compensa con la minoría de profesionales y funcionarios correctos que trabajan en tales entidades.

También en la comisión interamericana de derechos humanos (CIDH) estamos a punto de sufrir una derrota similar. El Paraguay ni siquiera denunció la parcialidad pro-totalitaria de DDHH de la ONU, y el que Santiago Cantón, ex secretario ejecutivo de la CIDH, a fines de junio pasado, poco antes de renunciar, ya había calificado maliciosamente de “golpe de estado “ el juicio político. En ambos casos existen causales de elemental justicia para impugnar con fundamentos las decisiones mencionadas.

Para más, con el viraje pro-chavista del secretario de la OEA, el socialistoide chileno José Miguel Insulza es probable que no se apruebe  en la Asamblea General su correcto “Informe sobre el Paraguay”, mientras nuestro embajador Martín Sanemann y la cancillería ni siquiera protestaron a raíz del homenaje oficial de la OEA, realizado en su sede de Washington, a quien fuera su máximo enemigo, el fallecido dictador totalitario Hugo Chávez.

UN COMITÉ “NO VINCULANTE”, PERO…
El Comité de Derechos Humanos es un órgano convencional formado por expertos “independientes” que vigila el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos por los Estados que lo han ratificado. Normalmente se reúne en tres periodos de sesiones al año, en Ginebra o Nueva York. El Comité es uno de los siete organismos instituidos por tratados sobre derechos humanos promovidos por la Organización de las Naciones Unidas.

El Comité de Derechos Humanos no debe confundirse con la Comisión de Derechos Humanos, un organismo que se deriva de la Carta de las Naciones Unidas, ni con el Consejo de Derechos Humanos que la sustituye. Mientras que la Comisión y el Consejo de Derechos Humanos son foros políticos donde los Estados debaten todo tipo de asuntos relacionados con los derechos humanos, el Comité es un organismo formado por expertos nominalmente independientes, y su competencia está limitada por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Para asegurar el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Comité realiza tres tipos de tareas. Redacta "observaciones generales", en las que recoge su interpretación del Pacto; examina los informes que cada cuatro años envían los Estados que han ratificado el Pacto y en el que explican las medidas adoptadas para hacer efectivos los derechos reconocidos; finalmente, conoce de casos concretos, bien denunciados por otros Estados parte, bien por personas que se consideren víctimas por la violación de su derecho.

Todos los Estados que han ratificado el Pacto deben presentar ante el Comité informes periódicos a través de los que éste controla el cumplimiento por los Estados de sus obligaciones. Las observaciones generales número 1 y 2 detallan de qué forma debe darse cumplimiento a esta obligación.

La presentación de informes es obligatoria. Los Estados deben presentar un informe inicial antes de un año tras su adhesión al Pacto. Luego deberán presentar un nuevo informe cada cuatro años, aproximadamente, o antes si así lo solicita el Comité. En los mismos debe aportarse información concreta y detallada sobre las siguientes materias: i] Medidas adoptadas para garantizar la efectividad de los derechos recogidos en el Pacto; ii] Información sobre las reservas y declaraciones interpretativas formuladas en relación al Pacto, y las razones de su mantenimiento; iii] Explicación del carácter y alcance de las limitaciones establecidas a los derechos. Si se ha hecho uso de la facultad de suspensión, debe informarse sobre todas las circunstancias relacionadas; y iv] Exposición, en su caso, de las circunstancias que dificulten la aplicación del Pacto y medidas adoptadas para superarlas.

El Comité examina cada informe en sesión pública, en la que se desarrolla un diálogo entre el organismo internacional y los representantes del Estado, que suelen ser personas que ocupan puestos importantes de la Administración Pública. El Comité puede realizar las preguntas que estime pertienentes y solicitar información adicional. Tras este diálogo, el Comité elabora unas "observaciones finales" en las que hace constar los aspectos positivos y negativos que encuentra y formula una serie de recomendaciones al Estado.

Las observaciones generales son comentarios que recogen la interpretación autorizada que el Comité de Derechos Humanos realiza del Pacto. Una interpretación autorizada no es vinculante, como sí lo es la interpretación auténtica: no obstante, los Estados suelen acatar las interpretaciones del Comité. Los miembros del Comité de Derechos Humanos deben ser "personas de gran integridad moral, con reconocida competencia en materia de derechos humanos". Son elegidos por los Estados, pero ejercen sus funciones a título personal, no como representantes de sus países. Se eligen cada cuatro años y pueden ser reelegidos. Cada dos años se renueva la mitad del Comité.

Actualmente, el Comité está compuesto (lista no actualizada) por expertos originarios de Túnez, Argelia, India. Francia, Marruecos, Egipto, Japón, Suiza, Mauricio, República Sudafricana, Rumania, Irlanda, Perú, Colombia, Reino Unido, Argentina, Suecia y Estados Unidos. Aunque los expertos de distintas nacionalidades integran a título personal el Comité, no puede dejar de objetarse que varios de ellos pertenecen a contrapartes interesadas como los de Perú, Colombia, Argentina, quienes acompañados por Brasil, Uruguay, Venezuela, Cuba y sus aliados ejercen una gran presión político-diplomática sobre los miembros del Comité. ¡Y los Estados concernidos son los que designan a sus expertos “independientes”!

Además, los enemigos del Paraguay dominan en las Comisión y Consejo de DD.HH. de la ONU,  instancias oficiales, a diferencia del Comité que es un órgano consultivo, y no por ello menos importante. Incluso esta resolución es muy significativa del criterio que predominará finalmente en aquellos organismos institucionales de las NN.UU.

La débil, anarquizada, timorata, partidocrática y politiquera Cancillería de turno carece de capacidad tan siquiera para informar adecuadamente a través de sus embajadores acerca de la real situación del Paraguay en el caso bajo estudio. Por ejemplo, en Egipto sigue siendo embajador del Paraguay el castro-bolivariano y luguista Ausberto Rodríguez… De esta manera no es alocado pensar que hasta el representante de Estados Unidos haya votado en contra del Paraguay…

LA RESOLUCIÓN SESGADA DEL COMITÉ
El Comité de Derechos Humanos de las NN.UU. requirió al Paraguay “asegurar la investigación inmediata, independiente e imparcial de la muerte de 17 personas en ocasión del allanamiento de Curuguaty el 15 de junio de 2012, así como todos los hechos vinculados que han sido denunciados por las víctimas”. Es el contenido principal de la resolución publicada en Ginebra, de los 18 expertos de este Comité, encargado de vigilar el cumplimiento de Pacto de Derechos Civiles y Políticos de la Organización de las Naciones Unidas.

El documento es claro en expresar su preocupación por las denuncias de importantes irregularidades del Ministerio Público, la judicatura y las fuerzas de seguridad en el caso, así como “falta de imparcialidad e independencia en los procesos de investigación”.

Amén de ello, el Comité también pone en tela de juicio “las modalidades del proceso de destitución del ex presidente Fernando Lugo en junio de 2012, en aplicación del artículo 225 de la Constitución”. El organismo en cuestión de la ONU critica en particular los plazos que tuvo el entonces mandatario para preparar y presentar la defensa. El Comité igualmente racalcó que el Paraguay debe “garantizar que el proceso de destitución siempre se lleve a cabo con plena conformidad con los principios básicos del debido proceso”.

El muy cuestionado fiscal de la causa, Jalil Rachid, de acuerdo con la versión de “abc” imputó a 12 campesinos, entre ellos a los dirigentes Rubén Villalba y Néstor Castro, y dictó orden de captura para unas 54 personas. Los críticos de Rachid aseguran que la defensa legal y el proceso no respeta las garantías procesales establecidas en la Carta Magna, lo que es rechazado por Rachid y las autoridades nacionales. Puesto que “cuatro de los 12 imputados iniciaron una huelga de hambre (Juan Carlos Tillería Cáceres, Alcides Ramírez Ovelar, Luis Olmedo Paredes y Lucía Agüero Romero), y como sus vidas corrían peligro, se les otorgó prisión domiciliaria con rigurosa custodia policial”.

El gobierno del presidente Federico Franco rechaza las imputaciones del Comité de DD.HH. de la ONU, que se basan en denuncias de organizaciones de la sociedad civil, Codehupy y Conamuri, por ejemplo, las cuales en realidad actúan como voceros interesados del régimen lugo-bolivariano concluido por el juicio político, constitucionalmente.

En otra manifestación de las negligencias y del autismo oficialista actual, “la ministra de Justicia y Trabajo, María Lorena Segovia, sostuvo ‘se ha dejado en claro’ el compromiso del Estado (para) con el respeto y la vigencia de los derechos humanos (DD.HH.) en Paraguay, renunido en Ginebra, donde se presentó el Tercer Informe Periódico” ante esa instancia. Agregó que también “se contestaron todas las denuncias”, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington.

CONCLUSIÓN PREOCUPANTE
Mientras todas estas gravísimas manifestaciones de desgobierno se suceden, y sus peores consecuencias, los candidatos a presidente de la República y demás cargos electivos, que se dicen democráticos, tan siquiera no son capaces de suscribir una declaración que exija a FF y al MRE presentar la denuncia correspondiente en La Haya, y que rechace el parcialismo de DDHH-ONU y el de la C CIDH, que ya nos sentenció antes de investigar.

Esta es la primera parte de la ofensiva castro-bolivariana para impugnar las elecciones de abril, y generar una situación de hecho que nos imponga una “fuerza de paz” intervencionista, de la UNASUR, a los efectos incluso de reinstalar a Lugo en el palacio de lópez con la complicidad regional o si ello no resultará conveniente, al candidato del “Frente Guasú” designado por La Habana y subordinadamente por Caracas.


JLSG
Asunción, a sábado 30 de marzo de 2013
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Código del artículo: ECJF



Enlaces
Para lo relacionado con la información:

http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/nnuu-pide-investigar-masacre-de-curuguaty-y-salida-de-fernando-lugo-554814.html





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