Escribe José Luis
Simón G.
El vicepresidente y agresor del Paraguay, Nicolás
Maduro (izq.), presidente de facto por decisión de Castro, y el presidente de
la “Asamblea Nacional”, Diosdado Cabello (der.), “lloran” el cadáver del totalitario
Chávez, en la Academia Militar de Caracas,donde es velado. La lucha por el
poder entre ellos puede incendiar el país y con repercusiones externas (Fuente:
Presidencia de Venezuela / elpais.com.es / EFE).
En artículos posteriores nos referiremos al fenómeno
del liderazgo totalitario de Chávez y a la “mediatización” de su implacable
vida y terrible muerte en el poder. Ahora nos interesan las repercusiones de
esta coyuntura continental en el Paraguay, la región y el mundo.
El obsecuente y
totalitario “castro-chavizta”, José Carlos Rodríguez, uno de los intelectuales
“militantes bolivarianos” nacidos aquí, de esas huestes tan bien pagas e
intoxicadas ideológicamente, y miembro conspicuo de nuestros caviar-nícolas (deglutidores de caviar y
cavernícolas ideológicos), acaba de reaparecer, muy significativamente mente en
su campaña de denostar al “inconstitucional” desgobierno actual de doble F.
Ahora, después de relativo
silencio, ya lo hace desde una no tan velada amenaza, la cual cree que sólo él
y unos pocos más de los entornos totalitarios criollos pueden entender, entre quienes
sobresalen el jefe “paraguayo” del irredento trotskysmo ultraizquierdista de
las burguesías “snob” del PT brasileño, el oligarca Gustavo Codas, quien como
tal ejerció la titularidad, por Itamaraty nada menos, que de la parte
“paraguaya” de la binacional Itaipú, la EBI. ¡Así de “nacional” fue el
desgobierno de Lugo!
Del mismo círculo áulico
de traidores a la Patria paraguaya y la Humanidad, forman parte también Jorge
Lara Castro, Camilo Soares, Milda Rivarola, Héctor Lacognata, Alfredo Boccia,
Guillermina Kannonikoff y otros ejemplares de la mendacidad e infamia
universales, cada uno de rango, funciones, odios, frustraciones y ambiciones
diferenciadas.
Regresando a José Carlos
Rodríguez , como lo conozco bien, más, mucho más de lo que él se imagina, puedo
asegurar que sentirá el pánico de los aborrecibles entes del lodazal nativo en
degradación, del que forma parte. Será cuando se entere que la cadena de mando
subregional de los enemigos del Paraguay y la Humanidad, a la que él es uno de
quienes reporta, y de la que apenas constituye un mínimo eslabón quintacolumnista
(pasible en cualquier momento de convertirse en el preservativo usado que es
botado en el inodoro), está más infiltrada que la Curia del Vaticano durante el
corto papado de ese gran pontífice que resultara ser Benedicto XVI.
Un ejemplo de la
reapertura “amenazante”, todavía juego de palabras josécarlianas o rodriguiztas,
como quieran llamarlo, de lo que se nos viene, se encuentra casi escondida,
entre los comentarios de una información destacada de “abc” de la fecha, que en
su título y párrafo inicial, que se reproducen a continuación, expresa cuanto
sigue:
“ ‘La prioridad es
levantar suspensión en Mercosur’ (título): (y primeras líneas ya del texto
noticioso) ‘El
exembajador en las Naciones Unidas, Eladio Loizaga, señaló ayer (por el jueves
7 de febrero) que antes del debate sobre la renegociación del Tratado del
Mercosur, el Paraguay debe enfocarse en levantar la suspensión arbitraria e
ilegal en abierta violación al Protocolo de Ushuaia. En tanto, el exembajador
en la OEA, Luis Chase Plate, dijo que es prematuro discutir sobre la adhesión
de Venezuela al bloque…’ ” (http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/la-prioridad-es-levantar-suspension-en-mercosur-546962.html).
Autoconsiderado
el principal “intelectual orgánico” del
totalitarismo paraguayo, José Carlos Rodríguez es uno (entre hombres y mujeres) de los así reclutados
por la comisaria “cámporo-kirchnerista”, Lorena Soler, la socióloga
“paraguayóloga” jefa en la UBA, pero sobre todo en la UNASUR rioplatense y
organismos de inteligencia, ámbitos que tienen entre sus “gurúes” a
intelectualoides a portentos de las oligarquías “revolucionarias” porteñas,
como Atilio Borón, Ernesto Laclau, Waldo Ansaldi, etc.
Y, en su
doble rol, el oculto de informante de la actual “revolución porteño-bolivariana”,
y el visible de “comentarista destacado” del diario “abc”, con la soberbia de
quien tiene “la precisa”, el josécarliano irresponsablemente metió baza,
descubriendo parte del totalitario juego del poder regional, al responder soberbio
y baladrón a la vez, a Loizaga y Chase Plate, y a los paraguayos que luchamos
contra el proyecto neocomunista, y lo hizo así: “VOLVEREMOS AL MERCOSUR CUANDO
SE RESTAURE LA LEGALIDAD EN EL PARAGUAY. O SEA: CUANDO HAYA UN GOBIERNO
CONSTITUCIONAL. ANTES NO. YA FALTA POCO” (las mayúsculas no están en el
original).
GOLPES CASTRISTAS: VENEZUELA Y
PARAGUAY
Como es lógico, en su
rol de traidor a la Patria paraguaya y la Humanidad, Rodríguez jamás admitirá que el auténtico
golpe de Estado es el que ocurrió en los últimos meses en Venezuela, gestado y
ejecutado desde La Habana por el caribeño totali-saurio (engendro de
totalitario y de monstruos prehistóricos), el genocida Fidel Castro.
Este golpe se realizó
con la sumisa complicidad de Nicolás
Maduro, el actual “presidente” fáctico de Venezuela, el que siendo canciller de
Chávez intentara un golpe de Estado militar aquí, para impedir la concreción
del juicio político de fines de junio pasado (constitucional, legal y además
legítimo), en el Senado, como correspondía, que casi por unanimidad destituyera
al apóstata desgobernante Fernando Lugo. En esa coyuntura Maduro recibió la
orden de Chávez de ejecutar aquí un golpe de Estado cuando le informó que los
“bolivarianos” paraguayos, empezando por Lugo, y siguiendo con los mencionados
más arriba y muchos otros, jamás arriesgarían sus burguesas acumulaciones
materiales, ambiciones y afecciones, arriesgándose a empuñar las armas en defensa
de la “revolución” paraguaya.
Los cobardes “castro-bolivarianos” locales, ya lo saben en
la región, tampoco van a arriesgar sus cómodas existencias ahora, para
restaurar en Palacio de López, por las armas, pues por las urnas no pueden, al
engendro politiquero de Lugo. Es así que los “revolucionarios” criollos, en
realidad, están esperando que se inicie la invasión de las tropas de la UNASUR,
para acompañarlas, bien cubiertos desde la retaguardia de la retaguardia, en
ese cometido.
El plan es desatar el
caos antes de las elecciones, durante o inmediatamente después, según convenga,
recurriendo a la violencia y atentados, incluso al homicidio del mismo Lugo o
de Salomón Lerner (este último el de los “observadores” de la UNASUR), que les
serán atribuidos a Horacio Cartes y los colorados, y al crimen organizado, que
el desgobierno de doble FF no es capaz de enfrentar.
Entonces intervendrán
“obligadamente” las tropas de la UNASUR, para traer la paz y la seguridad al
Paraguay, y sentar en Palacio de López, por orden de Castro, a Aníbal Carrillo
Iramain, un castrista ortodoxo y fanático que sobresale entre los cada vez
menos numerosos existentes, que ya ni siquiera se encuentran en la isla del
terror. De inmediato, y con el respaldo regional Argentina y Brasil se harán
cargo (¡oh sorpresa!) de Yacyretá e Itaipú, y Bolivia se “sacrificará” en
nuestro Chaco. De paso, los regímenes mencionados, fervor “patriótico”
mediante, acallarán por un tiempo el descontento interno que de todas maneras
les estallará, más tarde o temprano, y que ya ha tenido manifestaciones
recientes en cada país.
Aunque hasta ahora ha resultado exitoso el
golpe extraterritorial de Castro en Venezuela, donde ya es “presidente” Maduro,
nada está seguro en la patria de Bolívar y Miranda. Castro bien lo sabe, porque
si en un juego es excepcional, es en el del poder a cualquier precio. La
anexión subordinada de Venepetróleo a la satrapía comunista, también en
extinción, la de los genocidas Castro en Cuba, pende aún de varios hilos. Con
Chávez eso ya se estaba concretando, pero ahora no se sabe cómo reaccionarán la
mitad de los venezolanos y sectores de las fuerzas armadas de ese país, ante
tamaña traición a la propia patria.
ESTRATEGIA DEL CAOS MUNDIAL
Fidel Castro puede,
inicialmente, y en corto tiempo, arrasar con las armas a Venezuela si como se
espera llegara a consolidarse una oposición sólida y consistente, civil y
militar al viejo-nuevo régimen, asentado sobre un cadáver y una marioneta en
Caracas. Pero Castro sabe que esa jugada es riesgosa en extremo, local e internacionalmente,
si la lleva a cabo de manera aislada. Necesita cómplices subordinados, no solo
regionales, sino en el mundo.
También sabe que al
final no podrá triunfar y que su fin biológico está cada vez más cercano. Es
así que se encuentra empeñado en organizar su propio final wagneriano, que con
facilidad podrá enlutar a media humanidad, e incluso al mundo entero si cree
necesario, y lo hará para ingresar a la historia como un mártir de los
desposeídos. ¡Hasta de Chávez está sintiendo celos en eso, pues con su muerte
le está robando el libreto del “único líder”!
Por eso, en América
del Sur, una estrategia de aproximación indirecta es necesaria, y la presa
ideal es Paraguay, que será invadido con planes “restauradores y pacificadores”,
por los ejércitos de Argentina y Brasil, cuando el desorden generalizado y
planificado de ingobernabilidad haya desatado aquí el inicio de una guerra
civil e inicie el incendio regional, que en su “solidaridad revolucionaria”
tendrá a los ejércitos castristas como vanguardia armada de una supuesta unidad
de los pueblos y gobiernos de América Latina y el Caribe.
Los otros ases en la
manga de Castro son Irán, Palestina, Siria, Corea del Norte, y el reagrupamiento
de los fundamentalistas de Al Qaeda en África noroccidental, para reiniciar a sangre, fuego, con muerte y
destrucción, al precio que sea, supuestamente para construir el neocomunismo,
pues el socialismo realmente existente implotó a fines del siglo pasado.
Argentina aprovechará la oportunidad para una nueva aventura de las Malvinas,
regionalmente respaldada, e Irán intentará hacer realidad su promesa de
“erradicar” a Israel de la faz del planeta. La Siria genocida de Bashar al-Assad,
tendrá entonces una nueva oportunidad, y todo a caballo de la estampida de los
fundamentalismos islámicos que buscarán incendiar Europa desde el mediterráneo.
La UE reducida al
minimalismo de su antiliderazgo actual y al maximalismo en políticas fiscales
genocidas, de seguir así permanecerá atrapada en su propia inoperancia
contraproducente, y algo semejante ocurrirá en los Estados Unidos, donde la
ultraderecha republicana, por la cuestión presupuestaria, ortodoxamente
decidida por ella como un “casus belli” interno, al final está sacrificando la
seguridad nacional norteamericana, subordinándola a su fanatismo del
totalitarismo de mercado.
Al comportarse como
lo están haciendo, los republicanos alientan un incendio mundial, pues la
dictadura stalinista y hereditaria de Corea del Norte, que ya tiene capacidad
balística intercontinental para atacar con vectores nucleares a blancos
norteamericanos, anunció oficialmente que echará mano a la propia doctrina Bush
de la “guerra preventiva”.
Desde luego que
Estados Unidos tiene condiciones de repeler el ataque, minimizarlo y de llevar
a cabo una retaliación apocalíptica.
Pero nadie está seguro de lo que ocurriría en el mundo, el día después
de tal Armagedón. Tan grave es la situación estratégica mundial, que el hasta
antier único aliado internacional de Corea del Norte, China continental,
decidió respaldar en el Consejo de Seguridad de la ONU el paquete más drástico
de medidas de bloqueo total de que se tenga memoria histórica, el castigo inicial
al régimen de Pionyang, en manos del joven e inexperto Kim Jong-un, desde hace
muy poco.
Es en este
contexto mundial tan delicado, que la inhumana
e infernal maldad del genocida Fidel Castro está operando, con el
Paraguay entre sus objetivos intermedios, para apoderarse de Venezuela, y
teniendo la complicidad de gran parte de América Latina y el Caribe para llevar
a cabo sus planes. En realidad ni siquiera Venezuela y su petróleo ya le
importan. Lo que en definitiva busca es que, una vez inmolado en la inmolación
mundial, se haga realidad lo dijera más de medio siglo atrás, “la historia me
absolverá”. Él no tiene ya nada que perder y la Humanidad corre el peligro, más
que nunca desde la crisis de los misiles (1962: que enfrentó a los EUA con la
URSS-Cuba), de iniciar una III Guerra Mundial de consecuencias imposibles de
imaginar.
Como
se comprueba por lo expuesto, el horno de la politiquería mundial no está para
bollos de locuras individuales o colectivas, y el Paraguay, nuestra Patria,
debido a la carencia de verdaderas elites dirigentes, con capacidad e interesadas
en defender y potenciar el interés nacional, en un escenario mundial tan fluido
cuan inestable. Aunque pudiera parecer un recurso retórico, que no lo es, el
uso de la frase aquella, “mal de muchos consuelo de tontos”, no podemos
concluir sin afirmar que, no solo el Paraguay, sino el mundo entero se
encuentra caminando sobre el filo mortal de una navaja fidelcastrista.
JLSG
Código del artículo: LMRC
0 comentarios:
Publicar un comentario