sábado, 9 de marzo de 2013

La muerte al fin reconocida por Caracas, del totalitario Hugo Chávez, hoy ícono mundial, oculta sus crímenes en la mitad de los venezolanos que lo lloran. Los otros no cuentan. El golpe de Estado castrista, consumado en Venezuela, con la complicidad de desgobiernos “bolivarianos” del área, se inserta en una situación de gran inestabilidad mundial. Los totalitarios de aquí, traidores de la Patria y la Humanidad, ni siquiera son el furgón de cola del convoy mundial de la muerte del genocida Fidel Castro, pero les siguen. Y Federico Franco, y los candidatos, ni saben qué ocurre en el Paraguay y el mundo, y tampoco les interesa. Sólo quieren “ganar”. Gobernar para, con y por el pueblo no es algo que les preocupe.


Escribe José Luis Simón G.
El vicepresidente y agresor del Paraguay, Nicolás Maduro (izq.), presidente de facto por decisión de Castro, y el presidente de la “Asamblea Nacional”, Diosdado Cabello (der.), “lloran” el cadáver del totalitario Chávez, en la Academia Militar de Caracas,donde es velado. La lucha por el poder entre ellos puede incendiar el país y   con repercusiones externas (Fuente: Presidencia de Venezuela / elpais.com.es / EFE).



En artículos posteriores nos referiremos al fenómeno del liderazgo totalitario de Chávez y a la “mediatización” de su implacable vida y terrible muerte en el poder. Ahora nos interesan las repercusiones de esta coyuntura continental en el Paraguay, la región y el mundo.

El obsecuente y totalitario “castro-chavizta”, José Carlos Rodríguez, uno de los intelectuales “militantes bolivarianos” nacidos aquí, de esas huestes tan bien pagas e intoxicadas ideológicamente, y miembro conspicuo de nuestros  caviar-nícolas (deglutidores de caviar y cavernícolas ideológicos), acaba de reaparecer, muy significativamente mente en su campaña de denostar al “inconstitucional” desgobierno actual de doble F.

Ahora, después de relativo silencio, ya lo hace desde una no tan velada amenaza, la cual cree que sólo él y unos pocos más de los entornos totalitarios criollos pueden entender, entre quienes sobresalen el jefe “paraguayo” del irredento trotskysmo ultraizquierdista de las burguesías “snob” del PT brasileño, el oligarca Gustavo Codas, quien como tal ejerció la titularidad, por Itamaraty nada menos, que de la parte “paraguaya” de la binacional Itaipú, la EBI. ¡Así de “nacional” fue el desgobierno de Lugo!

Del mismo círculo áulico de traidores a la Patria paraguaya y la Humanidad, forman parte también Jorge Lara Castro, Camilo Soares, Milda Rivarola, Héctor Lacognata, Alfredo Boccia, Guillermina Kannonikoff y otros ejemplares de la mendacidad e infamia universales, cada uno de rango, funciones, odios, frustraciones y ambiciones diferenciadas.

Regresando a José Carlos Rodríguez , como lo conozco bien, más, mucho más de lo que él se imagina, puedo asegurar que sentirá el pánico de los aborrecibles entes del lodazal nativo en degradación, del que forma parte. Será cuando se entere que la cadena de mando subregional de los enemigos del Paraguay y la Humanidad, a la que él es uno de quienes reporta, y de la que apenas constituye un mínimo eslabón quintacolumnista (pasible en cualquier momento de convertirse en el preservativo usado que es botado en el inodoro), está más infiltrada que la Curia del Vaticano durante el corto papado de ese gran pontífice que resultara ser Benedicto XVI.  

Un ejemplo de la reapertura “amenazante”, todavía juego de palabras josécarlianas o rodriguiztas, como quieran llamarlo, de lo que se nos viene, se encuentra casi escondida, entre los comentarios de una información destacada de “abc” de la fecha, que en su título y párrafo inicial, que se reproducen a continuación, expresa cuanto sigue:

“ ‘La prioridad es levantar suspensión en Mercosur’ (título): (y primeras líneas ya del texto noticioso) ‘El exembajador en las Naciones Unidas, Eladio Loizaga, señaló ayer (por el jueves 7 de febrero) que antes del debate sobre la renegociación del Tratado del Mercosur, el Paraguay debe enfocarse en levantar la suspensión arbitraria e ilegal en abierta violación al Protocolo de Ushuaia. En tanto, el exembajador en la OEA, Luis Chase Plate, dijo que es prematuro discutir sobre la adhesión de Venezuela al bloque…’ ” (http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/la-prioridad-es-levantar-suspension-en-mercosur-546962.html).

Autoconsiderado  el principal “intelectual orgánico” del totalitarismo paraguayo, José Carlos Rodríguez  es uno (entre hombres y mujeres) de los así reclutados por la comisaria “cámporo-kirchnerista”, Lorena Soler, la socióloga “paraguayóloga” jefa en la UBA, pero sobre todo en la UNASUR rioplatense y organismos de inteligencia, ámbitos que tienen entre sus “gurúes” a intelectualoides a portentos de las oligarquías “revolucionarias” porteñas, como Atilio Borón, Ernesto Laclau, Waldo Ansaldi, etc.

Y, en su doble rol, el oculto de informante de la actual “revolución porteño-bolivariana”, y el visible de “comentarista destacado” del diario “abc”, con la soberbia de quien tiene “la precisa”, el josécarliano irresponsablemente metió baza, descubriendo parte del totalitario juego del poder regional, al responder soberbio y baladrón a la vez, a Loizaga y Chase Plate, y a los paraguayos que luchamos contra el proyecto neocomunista, y lo hizo así: “VOLVEREMOS AL MERCOSUR CUANDO SE RESTAURE LA LEGALIDAD EN EL PARAGUAY. O SEA: CUANDO HAYA UN GOBIERNO CONSTITUCIONAL. ANTES NO. YA FALTA POCO” (las mayúsculas no están en el original).

GOLPES CASTRISTAS: VENEZUELA Y PARAGUAY
Como es lógico, en su rol de traidor a la Patria paraguaya y la Humanidad,  Rodríguez jamás admitirá que el auténtico golpe de Estado es el que ocurrió en los últimos meses en Venezuela, gestado y ejecutado desde La Habana por el caribeño totali-saurio (engendro de totalitario y de monstruos prehistóricos), el genocida Fidel Castro.

Este golpe se realizó con la sumisa complicidad  de Nicolás Maduro, el actual “presidente” fáctico de Venezuela, el que siendo canciller de Chávez intentara un golpe de Estado militar aquí, para impedir la concreción del juicio político de fines de junio pasado (constitucional, legal y además legítimo), en el Senado, como correspondía, que casi por unanimidad destituyera al apóstata desgobernante Fernando Lugo. En esa coyuntura Maduro recibió la orden de Chávez de ejecutar aquí un golpe de Estado cuando le informó que los “bolivarianos” paraguayos, empezando por Lugo, y siguiendo con los mencionados más arriba y muchos otros, jamás arriesgarían sus burguesas acumulaciones materiales, ambiciones y afecciones, arriesgándose a empuñar las armas en defensa de la “revolución”  paraguaya.

Los cobardes  “castro-bolivarianos” locales, ya lo saben en la región, tampoco van a arriesgar sus cómodas existencias ahora, para restaurar en Palacio de López, por las armas, pues por las urnas no pueden, al engendro politiquero de Lugo. Es así que los “revolucionarios” criollos, en realidad, están esperando que se inicie la invasión de las tropas de la UNASUR, para acompañarlas, bien cubiertos desde la retaguardia de la retaguardia, en ese cometido.

El plan es desatar el caos antes de las elecciones, durante o inmediatamente después, según convenga, recurriendo a la violencia y atentados, incluso al homicidio del mismo Lugo o de Salomón Lerner (este último el de los “observadores” de la UNASUR), que les serán atribuidos a Horacio Cartes y los colorados, y al crimen organizado, que el desgobierno de doble FF no es capaz de enfrentar.

Entonces intervendrán “obligadamente” las tropas de la UNASUR, para traer la paz y la seguridad al Paraguay, y sentar en Palacio de López, por orden de Castro, a Aníbal Carrillo Iramain, un castrista ortodoxo y fanático que sobresale entre los cada vez menos numerosos existentes, que ya ni siquiera se encuentran en la isla del terror. De inmediato, y con el respaldo regional Argentina y Brasil se harán cargo (¡oh sorpresa!) de Yacyretá e Itaipú, y Bolivia se “sacrificará” en nuestro Chaco. De paso, los regímenes mencionados, fervor “patriótico” mediante, acallarán por un tiempo el descontento interno que de todas maneras les estallará, más tarde o temprano, y que ya ha tenido manifestaciones recientes en cada país.

 Aunque hasta ahora ha resultado exitoso el golpe extraterritorial de Castro en Venezuela, donde ya es “presidente” Maduro, nada está seguro en la patria de Bolívar y Miranda. Castro bien lo sabe, porque si en un juego es excepcional, es en el del poder a cualquier precio. La anexión subordinada de Venepetróleo a la satrapía comunista, también en extinción, la de los genocidas Castro en Cuba, pende aún de varios hilos. Con Chávez eso ya se estaba concretando, pero ahora no se sabe cómo reaccionarán la mitad de los venezolanos y sectores de las fuerzas armadas de ese país, ante tamaña traición a la propia patria.

ESTRATEGIA DEL CAOS MUNDIAL
Fidel Castro puede, inicialmente, y en corto tiempo, arrasar con las armas a Venezuela si como se espera llegara a consolidarse una oposición sólida y consistente, civil y militar al viejo-nuevo régimen, asentado sobre un cadáver y una marioneta en Caracas. Pero Castro sabe que esa jugada es riesgosa en extremo, local e internacionalmente, si la lleva a cabo de manera aislada. Necesita cómplices subordinados, no solo regionales, sino en el mundo.

También sabe que al final no podrá triunfar y que su fin biológico está cada vez más cercano. Es así que se encuentra empeñado en organizar su propio final wagneriano, que con facilidad podrá enlutar a media humanidad, e incluso al mundo entero si cree necesario, y lo hará para ingresar a la historia como un mártir de los desposeídos. ¡Hasta de Chávez está sintiendo celos en eso, pues con su muerte le está robando el libreto del “único líder”!

Por eso, en América del Sur, una estrategia de aproximación indirecta es necesaria, y la presa ideal es Paraguay, que será invadido con planes “restauradores y pacificadores”, por los ejércitos de Argentina y Brasil, cuando el desorden generalizado y planificado de ingobernabilidad haya desatado aquí el inicio de una guerra civil e inicie el incendio regional, que en su “solidaridad revolucionaria” tendrá a los ejércitos castristas como vanguardia armada de una supuesta unidad de los pueblos y gobiernos de América Latina y el Caribe.

Los otros ases en la manga de Castro son Irán, Palestina, Siria, Corea del Norte, y el reagrupamiento de los fundamentalistas de Al Qaeda en África noroccidental,  para reiniciar a sangre, fuego, con muerte y destrucción, al precio que sea, supuestamente para construir el neocomunismo, pues el socialismo realmente existente implotó a fines del siglo pasado. Argentina aprovechará la oportunidad para una nueva aventura de las Malvinas, regionalmente respaldada, e Irán intentará hacer realidad su promesa de “erradicar” a Israel de la faz del planeta. La Siria genocida de Bashar al-Assad, tendrá entonces una nueva oportunidad, y todo a caballo de la estampida de los fundamentalismos islámicos que buscarán incendiar Europa desde el mediterráneo.

La UE reducida al minimalismo de su antiliderazgo actual y al maximalismo en políticas fiscales genocidas, de seguir así permanecerá atrapada en su propia inoperancia contraproducente, y algo semejante ocurrirá en los Estados Unidos, donde la ultraderecha republicana, por la cuestión presupuestaria, ortodoxamente decidida por ella como un “casus belli” interno, al final está sacrificando la seguridad nacional norteamericana, subordinándola a su fanatismo del totalitarismo de mercado.

Al comportarse como lo están haciendo, los republicanos alientan un incendio mundial, pues la dictadura stalinista y hereditaria de Corea del Norte, que ya tiene capacidad balística intercontinental para atacar con vectores nucleares a blancos norteamericanos, anunció oficialmente que echará mano a la propia doctrina Bush de la “guerra preventiva”.  

Desde luego que Estados Unidos tiene condiciones de repeler el ataque, minimizarlo y de llevar a cabo una retaliación apocalíptica.  Pero nadie está seguro de lo que ocurriría en el mundo, el día después de tal Armagedón. Tan grave es la situación estratégica mundial, que el hasta antier único aliado internacional de Corea del Norte, China continental, decidió respaldar en el Consejo de Seguridad de la ONU el paquete más drástico de medidas de bloqueo total de que se tenga memoria histórica, el castigo inicial al régimen de Pionyang, en manos del joven e inexperto Kim Jong-un, desde hace muy poco.

Es en este contexto mundial tan delicado, que la inhumana  e infernal maldad del genocida Fidel Castro está operando, con el Paraguay entre sus objetivos intermedios, para apoderarse de Venezuela, y teniendo la complicidad de gran parte de América Latina y el Caribe para llevar a cabo sus planes. En realidad ni siquiera Venezuela y su petróleo ya le importan. Lo que en definitiva busca es que, una vez inmolado en la inmolación mundial, se haga realidad lo dijera más de medio siglo atrás, “la historia me absolverá”. Él no tiene ya nada que perder y la Humanidad corre el peligro, más que nunca desde la crisis de los misiles (1962: que enfrentó a los EUA con la URSS-Cuba), de iniciar una III Guerra Mundial de consecuencias imposibles de imaginar.  

Como se comprueba por lo expuesto, el horno de la politiquería mundial no está para bollos de locuras individuales o colectivas, y el Paraguay, nuestra Patria, debido a la carencia de verdaderas elites dirigentes, con capacidad e interesadas en defender y potenciar el interés nacional, en un escenario mundial tan fluido cuan inestable. Aunque pudiera parecer un recurso retórico, que no lo es, el uso de la frase aquella, “mal de muchos consuelo de tontos”, no podemos concluir sin afirmar que, no solo el Paraguay, sino el mundo entero se encuentra caminando sobre el filo mortal de una navaja fidelcastrista.




JLSG
Asunción, a viernes 8 de marzo de 2013
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Código del artículo: LMRC











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