El
obispo de Ciudad del Este, monseñor Rogelio Livieres Plano
(Opus Dei), al igual que
un supuesto prelado “rojo” del Paraguay,
el tal mMMM, gran burgués y de disipada
vida privada, coinciden
en salirse de los templos para incurrir en los perniciosos vicios
de la politiquería local (Fuente: Noticiero Alto Paraná).
La oportunista y politiquera, tanto como inconstitucional
candidatura presidencial de Fernando Lugo, y su triunfo electoralista de 2008,
abrió las amplias puertas del infierno, en este caso las de la peligrosísima
simbiosis entre religión y poder temporal, en el convulsionado Paraguay del
presente.
Fueron organizaciones partidocráticas, en especial los
predominantes restos deteriorados y no modernizados ni democratizados del
liberalismo histórico paraguayo, de inconsecuente tradición civilista y laica,
y también la ambiciosa, peculiar, microscópica y fundamentalista “izquierda”
paraguaya los sectores responsables de
estimular a Lugo a dar tan peligroso salto al vacío, arrastrando a parte
considerable del país detrás suyo, lo que coincidiera regionalmente con el auge
del totalitario castro-bolivarianismo, de graves consecuencias para el Paraguay
aún. Los costos de esta irresponsable ingeniería politiquera están a la vista.
La misma Iglesia católica paraguaya fue, en parte cobarde
en denunciar tal esperpento oportunista, y en parte feliz cómplice de lanzarse
a saborear las “Delicias de Capua” de la corrupción del poder. En tanto, los
“lobos” (“L’Osservatore Romano”) de la Curia del Vaticano, depredadores de la
Iglesia católica en sus cimientos, se encontraban en lo suyo, aprovechándose de
la debilidad (hasta ese momento) del papa Benedicto XVI, quien a raíz de ello
conmocionaría al mundo con su evangélica renuncia al trono de Pedro, que hasta
ahora ha tenido un efecto positivo en la elección de su sucesor, el papa
Francisco, quien apenas llegado al Vaticano ya empezó –a su manera– a exorcizarlo.
Una vez que aquella bola de nieve empezó a rodar ladera debajo
de la historia, se fue agrandando y
arrasando todo a su paso. Es lo que siempre ocurre con la tan peligrosa y
fundamentalista intrusión de la religión, cualquiera ella sea, en la política
contingente. Hace muy poco, en la doble condición que ostenta el perpetrador de
estas líneas, la de ciudadano y católico, le llamamos severamente la atención a
un tal monseñor Mario Melanio Medina (mMMM), de costumbres disolutas de vida y
de abierta afiliación al lugo-bolivarianista, pues una vez más, entre sus
tantos “pecados” públicos cometió el doble (cívico y pastoral) de haberse
inmiscuido en la política partidaria local, convocando a votar por algunos y
rechazando a otros.
En esa oportunidad, y antes y después también, el tal mMMM,
supuesto “obispo rojo” y en realidad todo un oligarca-burgués, abiertamente
predicó desde el púlpito el voto de la feligresía para los proyectos
politiqueros “Paraguay Alegre” o los candidatos de algo que se denomina “Frente
Guasú”. Repetimos lo de entonces: “¡Cállese Medina, pues Ud. no debe
involucrarse en la política y ni siquiera en la politiquería partidocrática!”. Y
ahora agregamos, tampoco si cuenta con la “bendición” de su amigo tan
extraviado como Ud. en estas y otras cuestiones, Alcibiades González Del Valle,
contaminado él también de la soberbia de su rol en la prensa poder fáctico, tan
diferente a la de sus años de aguerrido periodista y combatiente por las
libertades fundamentales de pensamiento y de su expresión, lo que le hiciera
padecer etapas de muy crueles represión autoritaria.
LIVIERES
POLITIQUERO
Ahora, el réprobo continuador de esa tan peligrosa tendencia
histórica, que muchísimos males trajera a la humanidad, y que empezara a
corregirse desde la trascendental Paz de Westfalia (ver más abajo), es el
prelado de Ciudad del Este, el obispo Rogelio Livieres Plano, que pertenece a
las huestes conservadoras teológicamente (reaccionarias para muchos) del “Opus
Dei”. El también merece nuestra reprobación de ciudadano y católico, por lo que
dijo:
“Según el Monseñor Livieres, ‘en la izquierda todos son partidarios del matrimonio homosexual. En la agenda de los liberales no está, pero son bastante flojos y claudican ante grupos de presión. El partido colorado es el único que se opone a eso firmemente’. Dijo que le consta que en Ciudad del Este, se sigue enseñando en algunos colegios nacionales esa orientación sexual homosexual. ‘Los candidatos de la izquierda son nocivos, yerran respecto a la educación sexual, la constitución de la familia’.
“Según el Monseñor Livieres, ‘en la izquierda todos son partidarios del matrimonio homosexual. En la agenda de los liberales no está, pero son bastante flojos y claudican ante grupos de presión. El partido colorado es el único que se opone a eso firmemente’. Dijo que le consta que en Ciudad del Este, se sigue enseñando en algunos colegios nacionales esa orientación sexual homosexual. ‘Los candidatos de la izquierda son nocivos, yerran respecto a la educación sexual, la constitución de la familia’.
‘Dijo además que estuvo encantado de que Lugo se haya ido y que van a tardar
años (los obispos católicos) en recuperar la credibilidad después de Lugo. Todo
esto en una entrevista en el programa ‘Debate Final’, del Canal Cristal”.
La versión entrecomillada de tales declaraciones del Obispo de Ciudad del
Este, las tomamos de un nuevo sitio (al menos para quien esto escribe) al que
se accede por medio de su enlace en la red: http://ww.facebook.com/pages/Noticiero-Alto-Parana/231332563567740?ref=stream.
Monseñor Livieres
tiene todo el derecho del mundo de predicar y practicar la nefasta doctrina de
poder fáctico de la convulsionada Iglesia católica, por las prácticas corruptas
de la Curia romana en materia financiera, de protección a los pederastas
consagrados y por haberse alejado en su modo de vida tan lujo-jurioso de la que
fuera Iglesia de Cristo, lo que generó la ejemplar renuncia de Benedicto XVI y
la esperanzadora elección del papa Francisco. Pero al obrar así, correrá
siempre el riesgo de muchos, bajo ningún aspecto, le admitimos que tenga
potestad y jurisdicción para intervenir en la política contingente,
politiquería, en realidad.
Con sus
imprudentes declaraciones, al incursionar en el terreno de la luchas por el
poder político, que nos corresponde exclusivamente a los ciudadanos, bajo la
forma del sufragio y de actividades cívicas no proselitistas, en este caso
incluyéndole a él, en su condición de persona portadora de derechos cívicos,
que no se la negamos, y al diferenciar politiqueramente entre “buenos” y
“malos”, su reloj histórico atrasa siglos, retrocediendo hasta la época del
fundamentalismo tan sangrientamente peligroso de la simbiosis entre poder
espiritual y terrenal. Inteligente como es, y bien preparado teológicamente,
monseñor Livieres no solo no ha escuchado la doctrina de los últimos papas,
sino que además “olvidó” el progreso humano que significó la Paz de Westfalia
(1648), histórico acontecimiento, en el sentido sobre todo del nacimiento del
Estado laico, bajo su forma del moderno absolutismo.
También
cuestiono sus declaraciones sobre el apóstata Lugo y peor presidente, porque
cuando tuvo que hablar claro, monseñor Livieres, antes de 2008, nunca lo hizo y
fue uno más de tantos cómplices por omisión culposa que tuvo el apóstata obispo
politiquero e irresponsable presidente, en grado sumo, que con politiqueros de
todos los colores y angurrias llegó a Palacio de López, con las consecuencias
conocidas por todos. Recién al final de la fase Lugo, cuando sus esbirros en la
Iglesia empezaron a atacar a Livieres, hacia 2011, entonces el obispo de Ciudad
del Este decidió decir lo que antes cobardemente había callado, como todos los
obispos de la CEP.
ESTUDIAR, DIALOGAR Y DEBATIR
En lo
personal no estoy a favor del matrimonio homosexual, sino de la unión civil de
parejas del mismo sexo, y tampoco acepto la posibilidad de la adopción de niños
por tales uniones, y mucho menos la concepción de “sus hijos” por los
procedimientos de vientres alquilados. Pero, también confieso, son todos temas estos
sobre los cuales es necesario informarse mejor, debatir serenamente en todos
sus aspectos, y esperar de nosotros y nuestros pastores reflexiones sabias, en
lo humano y teológico, para llegar a decisiones trascendentales.
Tampoco
estoy de acuerdo en que desde el Estado se “oriente” la educación sexual de
nuestros niños, condicionando en una sola dirección la información y valores
que recibirán en las escuelas y colegios. Y sin negarle derecho a las Iglesias
de tener sus propios sistemas educativos, al interior de la Constitución y
leyes nacionales, soy partidario de la educación laica que respete una de las
libertades fundamentales del ser humano, la de su derecho a profesar con todas
las garantías la religión de sus creencias religiosas y espirituales propias.
No admito
la discriminación hacia las parejas y personas homosexuales, como tampoco
acepto la discriminación que con sus organizaciones y poderío creciente ejercen
sobre quienes somos heterosexuales. Pido el diálogo y ningún tipo de “guerra
santa”, ni de parte de las religiones monoteístas, empezando por la que
profeso, y tampoco la indoctrinación y “guerrerismo” de los colectivos gay,
lesbo, transexuales, etc.
La condición
humana nos impone la urgencia de un diálogo sensato y ninguna caza de brujas,
ni de uno ni de otro lado. En algunas instituciones del Estado y de la
sociedad, el no ser homosexual es motivo de discriminación. No debe olvidarse
que también ya existe lo “políticamente correcto” homosexual y sus variaciones
de identidades sexuales.
SOBRE LA PAZ DE WESTFALIA
La Paz de
Westfalia es un extenso capítulo en una de las materias que dicto en la UCA,
Teoría del Estado, no sé hasta cuándo, en las “revolucionarias” (léase
neototalitarias castro-bolivarianas y neoimperialistas) carreras de Sociología
y Ciencia Política, en su también “revolucionaria” Facultad de Filosofía y
Ciencias Humanas.
Según el
agente castro-chavista (¿en situación de retiro, ahora?) Jorge Lara Castro, ex
canciller de La Habana y Caracas en el Ministerio de RREE de la luguista y
bolivariana republiqueta del Paraguay, profesor también en aquéllas unidades
académicas de la “Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción”, el único
que puede enseñar Teoría del Estado en la República del Paraguay es él. Nadie
más. Lara Castro y Adolfo Ferreiro, según ellos lógicamente, se autoconsideran,
cada uno por su lado, el mayor genio intelectual del Paraguay actual…
Y si no
es Lara Castro, tan mal informado está, si él no enseña la materia, ni siquiera
Ferreiro es digno de tal cátedra… Por tanto, inexorablemente deben ser
contratados los mentores y jefes de aquél recluta subordinado, tres fanáticos
neototalitarios castro-bolivarianos y enemigos declarados del Paraguay y la
Humanidad. En primer lugar, y por razones que en otra ocasión informaremos, el
también kirchnerista (además de otros pecados, dislates y gazapos, habituales
en él), su eminencia eminentísima Atilio Borón, ¡Ph. D. por la “imperialista”
Harvard!
Este es
el candidato número uno para “enseñarnos” Teoría del Estado a los paraguayos
ignorantes, si Lara Castro está impedido a raíz de sus largas siestas, seguidas
de activa vida social, con lo que el amanecer le sorprende siempre de jarana, y
no en su gabinete de estudio, que no sabemos si posee o no.
Le sigue
ordinalmente el petista de extrema izquierda Marco Aurélio Garcia (así se
escribe en portugués el nombre del neoimperialista asesor internacional de
Dilma Rosusseff), quien todavía le da órdenes, por medio de un secretario de
vigésima categoría, a Gustavo Codas, el “trosko-luguista” y oligárquico-burgués
director “paraguayo” de la EBI, designado para tamaña responsabilidad por aquélla
ala del PT lulista. Tan “nacionalistas y revolucionarios” que eran los
traidores a la Patria paraguaya y la Humanidad del Palacio de López, entre 2008
y 2012!
Y
concluye el corto listado con el también panfletario e ideólogo “chavista” del
hasta hace muy poco riquí$imo Con$ejo Latinoamericano de Ciencia$ $ociale$
(CLAC$O), el brasileño Emir Sader, quien hasta ahora es secretario ejecutivo de
esa entidad, la mayor red de centros de estudios socio-políticos de América
Latina y el Caribe, transformada en los últimos lustros en el foco académico
principal de agitación y propaganda del “socialismo siglo XXI”, que estuvo a
punto de tomar la conducción ideológica de la Academia Diplomática del MRE del
Paraguay, y con tal objetivo se preparaba para dirigir el asalto de la UCA, y
desde ahí ideologizar totalitariamente a las ciencias sociales en el Paraguay…
Habrá que
ver si ahora pueden llevar a cabo ese proyecto de infiltración, desde que, con
la muerte de Hugo Chávez, el “dolarducto” que movía a tantos “revolucionarios”,
y por razones obvias, cesará de alimentarlos para mantener el lujoso tren de
vida al que son tan afectos, estos y otros “mártires” del proletariado mundial.
PARA CONCLUIR
Pero,
regresemos a la Paz de Westfalia, tan importante para la configuración del
Estado moderno absolutista y casi desconocida en el Paraguay, en nuestras
facultades de “Ciencias Jurídicas” y en las de las ¿Ciencias Sociales y
Políticas?, y en el mismo MRE, entre otros ámbitos de singular importancia
institucional, del Estado y la sociedad.
Tal Paz,
lograda por los tratados de Osnabrück y Münster, respectivamente suscritos el
15 de mayo y 24 de octubre de 1648, este último en el Ayuntamiento de la última
ciudad, en la región de Westfalia,
puso fin a la guerras de los
Treinta Años en Alemania y a la de los Ochenta Años entre España y los Países Bajos. Suscribieron tan
importantes instrumentos internacionales, que inauguraran la diplomacia moderna,
el emperador del Sacro Imperio
Romano Germánico (Fernando III de
Habsburgo), los Reinos de España, Francia y Suecia, y además las Provincias Unidas y sus aliados, los príncipes del Sacro Imperio Romano.
En lo
político e internacional significó nada menos que el surgimiento del Estado
nación absolutista y la separación Iglesia-Estado, y sus ondas expansivas
durarían hasta el restaurador Congreso de Viena (1815-1816), después de las
Guerras Napoleónicas, que restablecería en Europa el “Ancien Régime”, dando
origen además a la doctrina geopolítica del equilibrio de poder, ciclo
histórico internacional que culminaría con la tragedia de la I Guerra Mundial
(1914-1918), proceso luctuoso origen a su vez de la II Guerra Mundial
(1939-1945), parida aquélla con la suscripción del ejemplo principal del
anti-Tratado de Paz de la historia, el de Versalles (1919), cuando todavía la
tinta de las firmas de sus temerarios signatarios no se había secado aún en el
papel de hilo especial que contenía el texto de la declaración de hostilidades
a la Humanidad.
Por
último, es la sabia doctrina de la Paz de Westaflia, en cuanto al Estado laico,
la que inspirara en materia de relaciones Iglesia-Estado a nuestros
constituyentes de 1992. Por tanto, cuando un obispo interviene en política contingente
(de la religión que sea: ya habrá ocasión de hablar del caso del pastor de la
Iglesia menonita Arnoldo Wiens, candidato a senador colorado y sus implicancias
inconstitucionales), incluso si no incurre en la depravación de la
politiquería, está violando nuestra Constitución, y en el caso del cristianismo
católico también irrespeta sus normas pastorales y teológicas que prohíben
tales excesos terrenales en la vida espiritual y terrenal de la Iglesia.
JLSG
Asunción, a lunes 25 de marzo de 2013
Código
del artículo: OCMR
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