Escribe José Luis Simón
G.
Convocados
por el grupo electoralista “Avanza País”
(que encabeza quien por décadas fuera uno de los reyes
de las noches asuncenas, Mario Ferreiro, acabado de
transformarse en “líder”politiquero,y nada menos que como
candidato a presidente de la República), algo más de
tres decenas personas se manifestaron en contra del presidente
Federico Franco, sobre una de las entradas de la residencia
presidencial, acusándolo de corrupción, en la mañana del
sábado 6 de abril (Fuente: “abc color”, foto de Arturo Godoy).
(que encabeza quien por décadas fuera uno de los reyes
de las noches asuncenas, Mario Ferreiro, acabado de
transformarse en “líder”politiquero,y nada menos que como
candidato a presidente de la República), algo más de
tres decenas personas se manifestaron en contra del presidente
Federico Franco, sobre una de las entradas de la residencia
presidencial, acusándolo de corrupción, en la mañana del
sábado 6 de abril (Fuente: “abc color”, foto de Arturo Godoy).
Referentes
principales de “Avanza País” (AP), sin ser reprimidos, se manifestaron en una
de las avenidas laterales de la residencia presidencial (la presidente
Juscelino Kubitschek, frente a uno de los costados de la “American Embassy” de
Asunción), exigiendo que se investigue el negociado y escándalo de la “compra”
de tierras por el INDERT, el más reciente de la entidad, el que concretó el
“matrimonio” partidocrático de conveniencia entre el PLRA-UNACE. Además,
quienes criticaron el juicio político de Lugo calificándolo de “golpe de
Estado”, amenazan ahora con el mismo procedimiento al tan cuestionado y
cuestionable presidente doble FF…
AP
es el grupo electoralista del “progre” (izquierda rosa, pero disciplinada por
La Habana y Caracas) Mario Ferreiro, quien fuera rescatado de su sempiterna
“dolce vita”, e insertado muy desde arriba en la politiquería “revolucionaria”,
por el entonces todavía importante dedo índice del desgobernante que era
Fernando Lugo, apóstata en su época de obispo.
Encabezaron
la protesta los candidatos a diputados por el “Ferreiro-ismo” Karina Rodríguez y Rubén Penayo, del entorno
principal hasta hace poco del régimen luguista, traidor a la Patria Paraguaya y
la Humanidad, el desgobierno que vendió a precio de remate e ideológicamente la
soberanía, independencia, dignidad e intereses de la República del Paraguay, al
castro-bolivarianismo. A Karina y Penayo
no les importa eso. Tampoco desean investigar los negociados de la era Lugo,
perpetrados por numerosos de sus más cercanos colaboradores.
¿Por
qué AP no hace propaganda electoral con los nombres y rostros de Camilo Soares,
Miguel A. López Perito y otros? ¿Por qué no piden investigar el uso de los
fondos de la TV Pública y de la SICOM y el bienestar material súbito de Augusto
Dos Santos, uno de los zares del neototalitarismo luguista que preparaba el
“gran estallido revolucionario” en el Paraguay?
Además,
y por ejemplo: ¿por qué no le exigen al candidato número uno a senador por AP,
Adolfo Ferreiro, que tome partido por los intereses nacionales en los
negociados que se han denunciado entre PETROPAR-PDVSA? ¿Por qué la diputada
Rodríguez, y sus “camaradas” de la AP no le demandan al oportunista padre de ella, Ausberto Rodríguez, luguista, y
totalitario desde siempre, que renuncie al cargo de “embajador” del Paraguay ante
El Cairo y otros países árabes vecinos, al que logró acceder como cupo
politiquero gracias al “compañero-presidente” Lugo, y se mantiene en él “representando”
a un gobierno al que públicamente califica de “golpista”?
Los
de AP y otros, exigen una investigación imparcial e independiente que debe
empezar por la Fiscalía General / Ministerio Público, que tiene a su frente a
un titular designado inconstitucionalmente por Lugo con la complicidad de los
poderes fácticos del “Estado”, el judicial y el legislativo.
Cuando
le convino, Lugo coqueteó politiqueramente con las cúpulas partidocráticas en
el congreso y con las de la suprema corte de la injusticia, en vez de gobernar
para, entre tantas cosas más, hacer avanzar la tan precaria
institucionalización democrática del Paraguay.
¿Acaso
Lugo y el tribunal superior de justicia electoral (tsje), con el “monje negro”
Alberto Ramírez Zambonini, a su frente, no legalizó todas las fraudulentas y
supuestas internas de la “izquierda” caviar paraguaya? ¿No deberían denunciar e
investigar también estos y otros hechos, amén de rechazar el legal pero inmoral
subsidio y aporte del Estado a la politiquería paraguaya?
¿Qué
autoridad legal, y en términos de Justicia, y de moral cívica, tienen los
politiqueros de los brotes totalitarios de la “izquierda” bolivariana local
para reclamar en contra de la corrupción sistémica de la partidocracia paraguaya,
para denunciarla, juzgarla y condenarla en la persona de los responsables, quienes
hayan perpetrado delitos y crímenes, por acción y/u omisión? Los de AP, cuando
hasta hace poco estuvieron en el ejecutivo del Paraguay, subordinándolo a La
Habana y Caracas, fueron idénticos en hechos y omisiones punibles e inmorales a
quienes ahora critican. Es decir, resultaron y son peores, porque ellos, los
“revolucionarios”, supuestamente eran la “alternativa del cambio”.
También
por este lado, como podemos constatar, se presenta bastante negro el panorama
de la apertura política de 1989, que más pareciera acercarse a su crisis
terminal, y no por un juicio político que fue constitucional, legal y legítimo,
en los mismos términos en que había ejercido su desgobierno Lugo. La causa de
esto es que en el Paraguay rige apenas en los papeles una Constitución que
define al Estado como uno “social de derecho”, y califica de republicano de
tres poderes, democrático, pluralista, etc. a su régimen político
presidencialista, pero que otorgó al “Congreso”, especialmente al senado,
atribuciones de uno parlamentarista. En el Paraguay, entonces, impera una
“democracia de muy baja calidad” institucional, con una sociedad acostumbrada a
una mínima participación política democrática.
JLSG
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