El pabellón nacional se eleva a los cielos de la tierra y atrás el Templo de la Patria, el Panteón Nacional de los Héroes y Oratorio de la Virgen Santa María de la Asunción, que nos acogen a todos, creyentes y no creyentes, nacionales y gentes de otras tierras. ¡Este Templo-Oratorio representa soberanía entre iguales, Estado de derecho democrático y sociedad abierta, que permiten construir a diario, paso a paso, con justicia y libertad, la condición humana!

domingo, 24 de febrero de 2013

El carnaval del mundo es Río y su Sambódromo. Todo el Brasil lo es, durante las casi dos semanas que cada año dura como fiesta generalizada y desenfrenada. En este relato, retrasado en fecha, narro mi única experiencia en esa fiesta de los sentidos. Además, comparto con Uds., al final del texto, un hermoso vídeo, el del mejor carnaval de Río, que debo a la gentileza de un proveedor de visuales delicadezas, el buen amigo doctor Andrés Ginés. Es sábado-noche y se presta para desestresarnos.

Escribe José Luis Simón G.
Diosa mulata del carnaval de Río 2013, desvestida sensualmente, con su baño de estrellas y hoy, ya por suerte, con plumas artificiales (Fuente: http://www.huffingtonpost.es/news/carnaval-en-brasil).


En Río es imposible estar, por primera vez, antes, durante y después del carnaval sin que uno sienta que la propia sangre bulle en un inexplicable frenesí de exaltaciones desconocidas. Así experimentó quien estos párrafos perpetra, y lo hizo al son de ritmos imposibles de sustraerse a ellos. El de aquella experiencia alucinante, yo, décadas atrás, no encuentra ninguna otra manera de compartirlo, honestamente, al menos. ¿Y por qué en esta materia nadie debe rendir culto a una moralina que en modo alguno es moral?

La sensación de esa única vez, la del Carnaval en Río, aclaro, fue muy extraña y educadora para un joven paraguayo de poco más de veinte años. En realidad, el ése de entonces, el yo de hoy, no pensaba que llegaría a ser el que soy, siguiendo los cursos de mis-vidas-una-sola, ahora confiesa humildemente que así descubrió que la vida tiene una extraordinaria escuela venusiana, la de Eros en su plenitud. Y que allí, en Río, esa pedagogía es habitual, y durante las carnestolendas, cotidiana, a lo largo de los días y sus noches, y no solo en los desfiles del Sambódromo, sino en cualquiera de sus miles de fiestas, y en las calles y en las playas, a todas las horas.

¡Todo fue un descubrir los instintos humanos fundamentales, que nunca deben ser negados, y sí encausados, naturalmente! Es lo que hizo, el que ahora soy desde tal entonces, y en quien hasta ese momento su vida sentimental era más teórico-platónica que práctica, cualquier cosa excepto vida propia, plenamente.

Es que en aquél no tan lejano antecedente de mi hoy, en los hechos el que era yo limitaba su universo vital casi exclusivamente al mundo de los libros, el cual a partir de entonces empezó a agrietarse de manera definitiva, para derrumbarse, acto seguido: ¡no el mundo del conocer, sino el que pretendía el conocimiento como algo ajeno al vivir! Estoy seguro que quienes lean estas parrafadas, hombres y mujeres, de diferentes edades, las entenderán, porque un rasgo del ser humano, el verdadero, es que nada de lo humano puede sernos indiferente.

Aprovechando uno de mis primeros exilios cortos, en 1974 ó 1975, creo, tuve la suerte de descubrir que no todo en la vida había de ser de lucha, clandestinidad, peligro omnipresente de la represión, de sacrificio en el falso altar sacrifical de la ingeniería de la historia, y todo con resonancias supuestamente wagnerianas.

Fue así que también mi antepasado en mí mismo, el JL de varias décadas atrás, de repente se sintió impelido por fuerzas internas desconocidas por él, hasta entonces, y estando en Río intentó aprender a sambar, siendo muy generoso en la expresión, aunque algo aprendí como podrán atestiguar algunas personas que me conocen de tiempo ha. Había viajado al mundo carioca, desde Buenos Aires, donde residía, momentánea y obligadamente. ¡Al menos hice el esfuerzo de sambar, en esa corta semana y media de febrero o marzo, con las diosas de ébano, y con las caucásicas y demás bellas y no tanto, y así sentí que también podía sambar mi propia vida sin que ella careciese de sentido y, por el contrario, reviviera en aspectos hasta entonces reprimidos.

¡¡Oh mujeres exuberantes y de ritmo sensual, desde el ADN, que entonces era desconocido, contenido incluso en el del solo mirar, o en el mero susurrarte palabras volcánicas pero suaves al oído, que quien las recibía no las entendía fonéticamente y menos en su significado, pero que las sentía con el furor incontenible de la vida despojando a quien fuera de toda disciplina artificialmente aprendida, incluso la de la tan estricta del joven militante revolucionario, de repente convertido en un aprendiz de hombre, que se iniciaba en el serlo, y quien así experimentaba, y por primea vez en su existir, la fuerza incontenible de la tan humana pasión humana cuando fluye en libertad, y sin peligrosos atajos o represas artificiales a punto de ceder ante la fuerza imposible de contener del homínido, ese, el de los primates superiores, ancestros que todavía contenemos bajo capas y capas de sucesivas y más que milenarias culturas!!

Mi tutora inesperada en materia de carnaval, sus ritmos y efluvios, se llamaba Danielle. Era profesora de filosofía y teoría política, y hacía clases en la PUC de esa ciudad (la “puqui”, la católica carioca). Ya frisaba el inicio de sus tres décadas, la mejor edad para la mujer, según Balzac, en su época, pero que en Brasil y también aquí, hoy llega hasta más de los sesenta, incluso. En el Brasil, y para nada despectivamente, desde algún tiempo atrás son llamadas las “lobas”, en modo alguno parecidas al modelo clásico aquél, el de los mitológicos Rómulo y Remo.

Danielle acababa de regresar de París con su primer doctorado, y era toda suave sensualidad siempre a punto de “tsunamizarse”, neologismo que acaba este de nacer y que es de libre interpretación. Ojazos color miel, de un suave marron tornazulado y de una larga y lujuriosa cabellera negra azabache, que vestían sus exuberantes y firmes formas, más que las túnicas tahitianas casi transparentes, que lucía a menudo desde debajo de los hombros simétricos y redondeados, teniendo por todo calzado, ella, unas simples sandalias de cuero, como las que están de moda ahora, con tientos que se lían hasta un poco más arriba de los tobillos femeninos.

En el anfiteatro de su aula (ya después de las fiestas carnestolendas), habitualmente predominaban de lejos los varones, embelesados, como comprobé la única vez que acudí a su clase, para admirarla en el rol de profesora. Como no soporté tanta impudicia en las miradas varoniles salí del salón, precipitándome casi, antes de liarme a golpes con toda una clase de estudiantes, mas lascivos que tales, aunque justificadamente, creo, para ser honesto. Al menos es lo que sentí y con el tiempo lo he confirmado.

Ella, de carne y hueso, angelical flotaba en cambio entre tantas miradas que la desvestían y acariciaban, evidenciando que Maquiavelo (la lección de ese día se iniciaba con su realismo político) le importaba tres pepinos a la jauría masculina, en tanto la profesora explicaba como si nada, solo para las contadas estudiantes mujeres, las más de las cuales también la miraban con ojos nada académicos. Eran las miradas de quienes no tan secretamente le reprochaban su encanto hipnótico sobre decenas de alumnos, no pocos de ellos repitentes reiterados y compulsivos de “Filosofía Política II, Inicios de la Modernidad”, una de las materias de Danielle, con mayor índice de aplazados en toda la facultad de ciencias sociales y políticas. ¡Era la forma de continuar cortejándola de manera indirecta!

Con Danielle nos vimos tiempo después en Asunción (huyendo ella de la represión en Argentina, donde había hecho escala al salir precipitadamente de su país) y rumbo al Perú, donde algún tiempo después  coincidiríamos. Más tarde tuvimos fugaces encuentros en Bogotá, Caracas, Managua, Ciudad de México, y por último en Nueva York. Hace casi un año nos reencontramos en las redes.

Ella reside ahora en Porto Alegre, con su familia, donde dirige un centro de investigaciones dedicado a estudiar las promesas incumplidas de las democracias de mala calidad, para encontrar la manera de revitalizarlas, evitando que se despeñen en el neototalitarismo…

¡Las sorpresas de lo que llamo el ñandutí de las redes! Ya es abuela, está casada por tercera vez, ahora con una “joya riograndense”, me cuenta, tiene libros publicados y un blog que se difunde desde otra ciudad, y bajo otro nombre, debido a su gran éxito, y prefiere no mezclar ese rol con el de la exitosa mujer profesional que es y menos con la vida familiar.

Cuando la crisis de la agresión antiparaguaya e imperialista de Planalto-Itamaraty, para complacer al eje La Habana-Caracas, me proveyó siempre de excelentes informaciones sobre las mafias de la extrema izquierda del PT de Lula con los “bolivarianos”, y de sus conexiones, los mercenarios paraguayos, a varios de los cuales conoce, por razones profesionales, pero como si los hubiese parido...

Y por medio de ella también pude hacer llegar a centros de decisión de Brasilia, San Pablo y otras ciudades, de Brasil y el mundo, la verdadera versión de lo que ocurrió aquí a raíz del juicio político de junio pasado. ¡Las cosas de la maestra vida!

Y antes de cerrar este capítulo, a cumplir la promesa. El enlace de abajo les llevará a abrir un vídeo sobre el más maravilloso carnaval de Río que puedan imaginar, y estoy seguro de que lo disfrutarán, como yo lo hago a menudo. Las gracias a nuestro amigo Andrés, el buen doctor Ginés, quien tiene tiempo para compartir con nosotros una expresión de las tantas maravillas de la vida, ¡y a ritmo del novísimo carnaval de Río!


JLSG
Asunción, a sábado 23 de febrero de 2013
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Código del artículo: SAMB1


El vídeo:





viernes, 22 de febrero de 2013

Cuasi guión de Telenovela “feisbukiana” breve, con Ornella Muti, la diva-divinísima, siempre una de las mujeres más bellas del mundo, y que narra la memorable historia de un compatriota que es capaz de decirle que no a ella (¡por el momento, desde luego!), y a la afamada e italiana Academia Barilla de pastas, por apoyar a la cada vez más pujante industria paraguaya de la cocina artesanal e internacional, que desde la Casa Báez (Centro Gastronómico y Cultural para gentes selectas) iniciará su primer curso de platos italianos, bajo la maestría Sergio Elena y sus artes, y de la maestrísima Estela Troche. Lea, no quedará defraudado…


Ornella Muti, diva divísima siempre, am-hada madrina de un compatriota (Fuente: http://www.listal.com/viewimage/2158573).



Escena primera, de antecedentes (síntesis)
Personajes: ella, la diva y este servidor, José Luis. Asunto: Él (JL), muy apesadumbrado, desde Asunción “chatea” con Ornella (la mundialmente deseada, la que le dijo que NO a un truhán llamado Berlusconi, por ese tiempo ya un multi-multi-multimillonario, sin ínfulas presidenciales todavía, y le reiteró otro NO más estentóreo todavía, cuando el grotesco personaje llegó al Palacio del Quirinal: ¿qué más decir de ella? ¿hablar de sus películas…?), rogándole que le perdone, implorando que le disculpe, que no se enojara, que por favor recordase aquellos días y noches tan bellas en Nápoles, y en otros lugares de Italia, a lo largo de los cuales fue la inesperada, gentilísima y muy amorosa y romántica “cicerone” particular de un privilegiadísimo paraguayo, José Luis.

Ella, desde algún lejano lugar, interrumpe la comunicación, para desesperación de él… Pero él es más terco que una mula terca.

JL, casi tres décadas atrás. Pasea por el centro de Roma, donde asistía a una reunión de exiliados latinoamericanos y además escribía para su agencia de prensa una conferencia mundial sobre la enésima crisis de Oriente Próximo.

Al pasar frente al tradicional y muy exclusivo Hotel Stendhal (“¡Io sono Fabrizio, il marchesino di Dongo, Lombardía!”), en las inmediaciones del Teatro Sistina y de la Fontana di Trevi, y también por el lado del Teatro dell'Opera di Roma y del Mercado de Trajano, reconoció a Ornella Muti en el “lobby”, impotentes sus guardias y ayudantes, huyendo/enfrentando enfurecida de los infantables “paparazzi”, inmutables perros de presa de las celebridades, a las cuales deben cazar fotográficamente para el diario sustento.

Con su habitual cara dura y sentido de oportunidad, súbitamente JL se convierte en el seguridad de la desprevenida y airada di(va)vinísima, y tomándole del brazo y cubriéndola con un periódico del día desplegado, rápidamente la conduce como si conociera el lugar por salones, pasillos, terrazas, bares, cocinas, oficinas administrativas y demás lugares de la planta baja… Llegan a un salón privado de reuniones, y después de asegurar la puerta, ruborizado hasta el dedo gordo del pie derecho él intenta presentarse en un ininteligible tartamudeo, mezcla de susto, de incredulidad, de temblores varios y generalizados…, en una mezcla de ital-pañol.

Ella se da cuenta del embarazo de su “salvador” y con un tan gracioso mohín, único en el mundo, el de su rostro de “ragazza” eterna, en un español peninsular aceptable empieza a interrogarlo. Quiere saber quien es y porqué…

Así se conocieron la divanísima y el impertinente, atrevido pero ya gozoso guardaespaldas, su efectivo salvador. Desde el teléfono de la sala, Ornella llama a la recepción y ordena que informen a sus colaboradores donde encontrarla, y vienen. Es el inicio de una amistad impensable (quienes lean esto no lo creerán) que ahora está siendo puesta a prueba y nadie sabe cómo acabará… (Fin escena primera).

Escena segunda: Academia de Pastas Barilla (síntesis)
Personajes: ella, la diva-dísima y JL (presencias implícitas y voz en “off” relatando parte de la historia). Asunto: Imagen de una de las dependencias del mundialmente respetado instituto gastronómico Barilla, en el cual Ornella había inscripto a José Luis, a su pedido, para un curso básico sobre pastas…

Él se había comunicado con ella, su am-hada madrina en Italia, para informarle que declinaba el privilegio, por ahora, pues en otra ocasión concurriría. Desde luego, para JL lo de la Academia Barilla no era solo la cocina italiana, sino sobre todo la magnífica posibilidad (la quinta o sexta: “¡Oh Dioses, no me abandonéis ahora!”) de volver a encontrarse con Ornella (en Parma, esta vez), ya abuela desde hace tiempo, pero, obviamente, siempre b-Ella, o mejor, cada vez más b-Ellísima…

Ubicada sobre Largo Piero Calamandrei, en el 3/A, de Parma, Italia, la empresa Barilla, líder en el mercado mundial de pastas, en 2004 había inaugurado su Academia, para difundir, desarrollar y fomentar la cocina italiana y sus productos, “urbi et orbi”. En materia de pastas y creaciones culinarias de alta cocina, la empresa y la Academia Barilla son referentes mundiales.

Escena tercera, explicativa de la locura de JL (síntesis)
Dice la información de la afamada y distinguida Casa Báez (“restó” privado y anexos, y Centro Cultural): “Aprendiendo, disfrutando y degustando la cocina italiana, en un aula-taller (con apuntes, recetas, uniforme, y cultura, historia y geografía gastronómica), y después de haber puesto los participantes ‘las manos en las masas’, bajo las atentas indicaciones y miradas de Sergio Elena y de Estela Troche, todos paladearán los manjares elaborados por ellos mismos, aprendiendo maridajes, además, y escuchando música de piano en vivo, de la mano del gran maestro Sergio Elena.
¿Quiere saber más? llame al 0981-276362, aquí, en Asunción del Paraguay.

Aquí aparece JL, diciendo entre muchas cosas más, algunas cosas como las siguientes:

“¡¡A mí no solo me gusta: “ME GUSTÍSIMO!!”, lo que en lenguaje Felisbertiano-Joseluistico significa “¡¡ME GUSTA MUCHÍSIMO!!”  

“¡¡Excelente iniciativa  que tendrá un éxito extraordinario!!

¡¡Por favor, os imploro, reservadme una plaza!!

¡¡No os atreváis a dejarme fuera de juego!!

¡¡Qué privilegio: aprender a cocinar con un Maestro pianístico-gastronómico-artístico como Sergio Elena, quien secundará y a la vez será secundado por nuestra también Maestrísima Estela Troche, renombrada en materia de sabores, bebidas, postres, presentación de mesas y otros donaires!!

¡¡Todo para gentes con papilas gustativas de paladares refinados, y las de quienes se preparan para abandonar el mero deglutir y transformarse en degustadores de ‘delikatessen’ a nuestro alcance, las verdaderas, las de la simple y extraordinaria belleza de una mesa bien servida y mejor preparada, algo que solo es posible cuando el conocer va acompañado del amor por lo que se cocina en el fuego lento de los años de experiencia que saben de miligramos y secretos de la alquimia de la cocina!!”.

Para finalizar un primer plano de un compungido JL, que se va fundiendo en otra imagen, la de Ornella, afianzándose desde cualquiera de sus plenitudes.

Se escucha decir a JL: “¡No te olvido Ornela,  am-hada, amiga, y cuando volvamos a vernos, donde quiera sea, y acaso sea aquí, en el Paraguay, y yo ya cocinaré para vos!”. “¡¡Y también después de Parma, cuando vaya, amiga mía tan querida, queridísima!!”.



JLSG
Asunción, a jueves 21 de febrero de 2013
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En “facebook”, ver Casa Báez

miércoles, 20 de febrero de 2013

Las “victorias” de los castro-“bolivarianos” son trampas electoralistas, como la de Correa en el Ecuador, y las anteriores a él en países de la región, el perfeccionamiento totalitario del autoritarismo tradicional, el del vaciamiento de las instituciones y políticas de contenido democrático, que se acompañaba, como en el Paraguay de Stroessner, de la “pedagogía del miedo” y del precio de la paz, la corrupción sistémica, pero en niveles que nunca rozaron al del origen del modelo actual, el genocida y corrupto régimen totalitario castrista


Rafael Correa, como otros castro-“bolivarianos” del área encamina al Ecuador hacia el totalitarismo comunista, disfrazado de “socialismo siglo XXI”, la tradicional “dictadura del proletariado” de las mal llamadas “democracias populares” (Fuente: Rodrigo Buendía de AFP, foto bajada de elpais.com.es).



La despótico-republicana Cristina Fernández de Kirchner –es también castro-“bolivariana” ella–, la cada vez menos todopoderosa sultana “socialista Rolex Presidential”, de muchas decenas de miles de dólares cada unidad, con “proletaria” esfera de diamantes, una apenas de las manifestaciones de su perversidad para con la inmensa masa de excluidos y pobres extremos argentinos, está ya empezando a navegar la fase de reflujo de su inmensa prepotencia, y por tanto es de gran peligro para la Argentina, el Paraguay, la región y el mundo. En el Ecuador, en superficie, en cambio, sometido igualmente al castro-“bolivarianismo”, pero con ciertos perfiles propios del presidente Rafael Correa, ahora en su momento cenital de gloria politiquera, de tendencia totalitaria y descaradamente del peor populismo, acaba este mandamás de turno de fortalecerse electoralistamente, y ya sin límites, ¡con mayoría apabullante de las bancas en la Asamblea Nacional! Pero la coyuntura en el área es diferente. De todas maneras se trata de otro síntoma, y muy cercano, de la carencia de liderazgos democráticos, en todo el mundo, urgido de líderes auténticos, capaces y modernos. Por ahora no hablamos ya de estadistas…

El resultado inmediato del domingo 17 de febrero, en el Ecuador, jornada de votación (no de elección competitiva, pluralista y en igualdad de condiciones con sus incompetentes contendedores) es un Correa todavía más furioso y alborotador (la Real Academia resume en la palabra “energúmeno” tales características atrabiliarias, las de otro aspirante regional al modelo totalitario de dominación: si de izquierda o derecha es algo que carece de relevancia en estas circunstancias), y también la de un líder más desbocado (si cabe), amenazante y ultrapolarizador de odios de clases exacerbados.

La politiquería, ni muy muy y tampoco tan tan
Pero ni muy muy y tampoco tan tan, lo acabado de exponer. No vaya a creerse que todo lo que huele a multitud lo es y mucho menos democrática, en el sentido pleno y actual del concepto. Lo de Correa, victoria maniobrera desde el poder en construcción, tiene en contra numerosas variables. Por ejemplo, que el castro-“bolivarianismo” acaba de iniciar su crisis terminal (más por la variable biológica que por la histórica), lo que le generará problemas al ecuatoriano e innumerables y graves peligros a quienes deseamos vivir en la paz de las instituciones jurídicas y políticas, las de las sociedades abiertas, en nuestros países y el mundo.

Para el régimen del “Correazo” (así lo definió antes de la votación, y muy adecuadamente, el editorialista y vicedirector del matritense “El País”, Miguel Ángel Bastenier), la decadencia del eje La Habana-Caracas es una variable externa negativa, e inesperada, en el  proyecto de dominación interna del ecuador.

La coyuntura presente, también, actualiza y pone en duda las ambiciones de Correa de suceder a Chávez en el liderazgo de los restos de las oligarquías plutocráticas y de poderes fácticos del castro-“bolivarianismo” en la región. Ensoberbecido, el ecuatoriano, ¡vaya novedad!, lo es habitualmente, y más ahora, lo bueno para nosotros es que todavía no se ha percatado de esa falla, no geológica, y aunque biológica ya plenamente histórica, en el proyecto totalitarismo siglo XXI para el mundo, empezando desde América Latina y el Caribe. También Fidel Castro juega sus minutos finales de una existencia de desmanes caligulesco-stalinistas desde su poder totalitario.

Cuando en un futuro no tan lejano Correa haya dejado el Palacio de Carondolet, tras quince o veinte años en la presidencia unipersonal ecuatoriana, se comprobará una vez más que su duración en el mando Ejecutivo, antes que  la estabilidad positiva de la gobernabilidad democrática dejará el inevitable saldo negativo y mayor de los desgobiernos típicos de los “Estados fallidos”, proto totalitarios en este caso, que debilitan por completo lo institucional, y carecen de la posibilidad de fácil reemplazo para el líder carismático de turno.

En tan difíciles circunstancias habrá de iniciarse de nuevo la construcción de la necesaria institucionalidad del Estado de derecho democrático (Edd) y el fortalecimiento de la sociedad abierta, en el Ecuador, pero ya cuando el ciclo coyuntural de bonanza económica haya cesado. Es este, el ecuatoriano-correísta, otro ejemplo del fracaso, todavía reversible, pero no sin gran esfuerzo, que jamás debe ser apenas electoralista, del ideal del Edd y de la sociedad abierta en la región, causado por la debilidad de nuestras instituciones republicanas y democráticas.

Contribuyeron a ello la inconsistencia de la cultura democrática en las sociedades de la región, y, por encima de todo, otra manifestación, la de la crisis terminal de los liderazgos tradicionales, hayan sido estos oligárquicos, burgueses, populistas, caudillistas “démodé” (politiqueros y militaristas), y también de la precariedad de aquellos liderazgos autodefinidos ideológicamente por el “socialismo siglo XXI”. Las “candidaturas” presidenciales paraguayas, para abril próximo, sin excepción alguna, exhiben esta tan grande limitación del “liderazgo” actual en nuestro país.

Lo que está ocurriendo en el área, es sobre todo expresión de la peligrosa tendencia a la proliferación de inventadas candidaturas de los “outsider”, mezcla de costosísimas campañas de mercadotecnia politiquera con la irrupción generalizada de los aventureros autoproclamados presidenciables, quienes se estrenan en las luchas por el poder nada menos que como candidatos a ¡presidentes, parlamentarios, gobernadores y ediles!

Para contextos diferentes, pero asimilables a los casos que analizamos, el periodista compatriota Víctor Benítez, empeñado casi siempre en sepultar su gran talento comunicativo, bajo torrenciales procacidades (es su derecho el pronunciarlos, como el mío a criticarlo), utiliza la tan sabia expresión de… “¡y así nos va!”.

Perfección totalitaria del stroessnerismo
Las “izquierdas”, en América Latina y el Caribe, después de fracasado el asalto armado al poder (guerrillero primero, terrorista después, en los años de las décadas de los sesenta a los ochenta del siglo XX), aprovecharon las ventajas de nuestras transiciones a democracias de muy baja calidad, y las aperturas apenas politiqueras, como la paraguaya, para elaborar una nueva ingeniería de la toma del poder, desde la captura de los gobierno por medio de los formalismos electoralistas.

En los hechos, paradojas de la historia, la “progresía” regional no está haciendo otra cosa que el perfeccionamiento totalitario del modelo neoautoritario del general Alfredo Stroessner en el Paraguay, inserto en esta parte del mundo bipolar de la Guerra Fría (1954-1989), y funcional a tal régimen internacional de poder.

La exitosa experiencia de reconversión de la dominación stroessnerista, renovado bajo el indiscutido y perverso liderazgo de Fidel Castro, fue perfeccionada desde la izquierda comunista y neopopulista, recurriendo al totalitario vaciamiento de las débiles “democracias” apenas formales de la región. Para eso se hizo necesario llegar electoralistamente al gobierno, agitando el pretexto y modelo de las “democracias participativas”.

Desde el Palacio se construiría el poder del “socialismo siglo XXI”, el disfraz contemporáneo de las “democracias populares” o de las “dictaduras del proletariado”, tan desprestigiadas a raíz de sus campos de exterminio, del aplastamiento con sangre y opresión de libertades, derechos y garantías humanas fundamentales, bajo el totalitarismo, y por la expansión de la miseria, mientras se expandían las nuevas clases dominantes, ejemplificadas magistralmente en la soviética “nomenklatura” comunista.

Regresando a Correa, tiene este más vuelo propio que el Medio-Evo Morales. El boliviano, a diferencia de aquél nunca tuvo algunas de las características carismáticas del dictador Hugo Chávez y nada hace pensar que vaya a adquirirlas ahora. Por de pronto, Morales, ya ha empezado a fortificarse en el Palacio Quemado, la casa de gobierno en La Paz.

En el frente de ese edificio existía hasta hace algún tiempo un antiguo farol ornamental. Pero queda el sitio, que a diario recuerda y ha recordado siempre a los inquilinos, de la también residencia presidencial, el homicidio perpetrado por una turba enardecida, en 1946, del entonces presidente coronel Gualberto Villarroel, un héroe boliviano de la Guerra del Chaco (1932-1935). Los enemigos coaligados del dictador, luego de haberlo ultimado con vesania, colgaron del poste del alumbrado público su ultrajado cadáver. Desde entonces esa memoria se ha convertido en una suerte de “espada de Villarroel”, que pende sobre la cabeza de cada presidente y autoridades en el Altiplano.

Medio-Evo lo sabe y por eso su recurso a fuerzas de seguridad del KGB castrista, y a terroristas iraníes, para protegerlo en el Palacio Quemado. Llegado el momento de poco le servirán los mercenarios extranjeros: los bolivianos enojados son duros como los minerales andinos y explosivos como la dinamita que apenas rasga sus yacimientos…

Sin ninguna duda, además, Correa ya no tendrá tiempo para recomponer sus relaciones algo “díscolas” con el totalisaurio del Caribe, el genocida de su pueblo y de otros más, Fidel Castro (el progenitor directo o indirecto de esta nueva generación de castristas), el poder detrás del trono de las locuras locales, regionales, hemisféricas y mundiales protagonizadas por Chávez, incluso desde su muerte o inhabilitación todavía no declarada oficialmente, quien desde ultratumba o casi continúa desgobernando a sus martirizados y oprimidos compatriotas.

Bastenier y el ”Correazo” ecuatoriano
El señor Bastenier  define con precisión la esencia del régimen populista y patrimonialista del “Correazo” (ver el primer enlace después de este texto), metáfora muy explicativa de la realidad ecuatoriana actual, y lo hace calificándolo de “caudillismo social plebiscitario, o democracia delegativa, en la que el voto lo decide todo y confía el poder al vencedor”. Una modalidad actual del tradicional y perverso “juego de suma cero” en la lucha por el poder en la historia de la humanidad. El periodista de “El País”, historia brevemente la saga, pero real, del correísmo:

“[…] Hasta que dispuso en 2008 de una constitución a la medida de los amplios poderes que ambicionaba, Rafael Correa se dedicó a arrasar con el Antiguo Régimen. La democracia representativa, bien que de escasa densidad política, había sido restablecida en 1979, pero entre 1997 y 2005 tres presidentes no pudieron concluir mandato. Y la reformulación, pero no refundación del Estado, se ha producido a partir de esa fecha, a ‘correazos’, como es el propio presidente, abrupto, intolerante, precipitado, aunque sin duda animado de las mejores intenciones […]”. En esto olvida Bastenier que la política es el mundo de los resultados, y no de lo bueno que alguien quiere ser, desde el poder o para llegar a él.

Y aquí su definición del patrimonialismo populista, el del “Correazo”: “[…] El sistema político ecuatoriano podría definirse como un caudillismo social plebiscitario, o democracia delegativa, en la que el voto lo decide todo y confía el poder al vencedor. Para ello ha sido preciso, sin embargo, el suicidio de una clase política que presentará el domingo a siete candidatos contra el líder, que solo serán capaces de repartirse en orden disperso las migajas que deje el presidente, en una campaña sin campaña, como dice el analista Simón Pachano. ‘¿Por qué Correa tiene a gran parte de la opinión a comerle de la mano?’[…]”.

La explicación del periodista español al sociólogo disidente ecuatoriano, surge de una matriz típica totalitario-“bolivariana”: “[…] Lo primero es el petróleo. En los últimos seis años los ingresos del Estado han casi doblado los de los 10 anteriores. Pero Hugo Chávez ha gozado de idéntica subvención de la naturaleza y la economía venezolana deambula en precario, mientras que macro y microcifras sonríen a Ecuador. Lo segundo es cómo se ha desplegado esa bonanza. El presidente pidió el 15 de enero licencia a la cámara para postularse, excusándose supuestamente de la obligación de gobernar. Pero ya había gobernado todo lo que precisaba. En enero se aumentaba el llamado Bono de Desarrollo Humano de 35 a 50 dólares mensuales que perciben al menos dos millones de votantes; el de la Vivienda ha pasado de 5.000 a 6.000 dólares para adquirir techo por un costo no superior a 15.000 dólares; y el salario básico se ha corrido de 292 a 318, siempre de la divisa norteamericana que es la circulante en el país. Pero también ha construido 7.000 kms. de carreteras, están en proceso ocho centrales hidroeléctricas, triplicado los presupuestos de Sanidad y Educación, pronto habrá una línea de metro en Quito, y se trabaja en un nuevo aeropuerto para la capital […]”.

Así cualquiera “arrasa” en las votaciones. Ni en su mejor momento de disponibilidad de caja Stroessner llegó a disponer de tanto poder de compra de votos, combinando incluso el “precio de la paz” con la pedagogía del miedo, que también existen en el Ecuador del “Correazo”. Lo mismo ocurrió con el último “triunfo electoral” de Chávez en Venezuela, el que ya no pudo disfrutar.

Después, el editorialista de “El País” madrileño se ocupa del ADN represivo del correísmo: “[…] Aunque inicialmente marcaba palpables diferencias con el chavismo, como cuando tardó en sumar Ecuador al ALBA —Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América— la mímesis con el hoy doliente mandatario venezolano ha ido ‘in crescendo’. Correa tiene un enlace sabatino de tv para impartir ‘correología’, a lo que ha renunciado, coqueto, durante la licencia; interrumpe cuando quiere los programas del prójimo, casualmente cuando se le critica; ataca a la prensa no adicta, que es lo que queda a guisa de oposición, y limita o excluye publicidad estatal ‘para los medios mercantilistas y no beneficiar así el negocio de seis familias’; e igualmente prohíbe a los servidores públicos que hagan declaraciones al enemigo de papel. Queda solo el dólar como recuerdo de ‘la oscura noche neoliberal’ […]”.

Si no es “socialismo siglo XXI”, ¿qué?
El de Correa es también el camino  neoautoritario hacia un neototalitarismo que avanza en la región, disfrazado de “socialismo siglo XXI”, y hasta ahora solo trabado en la historia más por el azar (la enfermedad de Chávez y la peligrosa senilidad de Fidel Castro), que por la voluntad política de oponérsele como proyecto de dominación casi continental. El caso del Paraguay, con la constitucional destitución del “bolivariano” Fernando Lugo, la primer derrota política y diplomática de La Habana y Caracas en el área, hasta ahora es la única padecida por el tándem Castro-Chávez.

Como en casi toda América Latina y el Caribe, víctima de la soberbia de los “nacidos para mandar” en provecho propio, y no para gobernar como servidores públicos, y de sus promesas democráticas siempre incumplidas, los politiqueros ecuatorianos fragmentados no existen, ni siquiera como oposición bastarda, no hablemos ya de alternativa, debido a la fragmentación suicida en que están empeñados mínimos líderes. Por eso no pueden, y de seguir así tampoco podrán, hacer frente democráticamente al indudable liderazgo de Correa, que ahora es ya poder en construcción.

A las elites tradicionales del Ecuador, siempre tan alejadas del pueblo, y solo obsesionadas  por sus intereses sectoriales, ni les interesa la brillante interpelación del sociólogo disidente ecuatoriano, Simón Pachano, mediante la cual explica  la abrumadora votación, no es una elección, que acaba de protagonizar el energúmeno presidente reelecto.

Para ello, recordemos, Pachano se pregunta: “¿Por qué Correa tiene a gran parte de la opinión a comerle de la mano?”. La respuesta es que, a diferencia del caos chavista, Correa no descuida compartir populistamente una porción no desdeñable de las actuales rentas petrolíferas ecuatorianas, y otras, en “transferencias monetarias y sociales”, y en grandes obras nacionales de infraestructura (el multiplicador del gasto público en pleno apogeo), que están haciendo pagar al Ecuador el costo ambiental de mil usinas de Itaipú. De hecho, en las obras públicas en cuestión, Correa se lanzó a la construcción de casi una decena de usinas, mucho menores que la de la EBI, pero igualmente letales en cuanto a la biodiversidad y cambio climático se refiere. La corrupción y la represión son su complemento.

El dictador paraguayo, el general Alfredo Stroessner (1954-1989), a eso le llamaba “el precio de la paz”: prebendas, corrupción, populismo, obras públicas y autoritarismo, para beneficio material, altamente estratificado, de quienes estaban dentro del sistema. Antes que él, un tal Fulgencio Batista, al dictador cubano que gatilló la figura de Fidel Castro como supuesto “paladín” de la democracia en el mundo, era frecuente escuchar decirles a propios y extraños, lo de “¡Tiburón baña, pero salpica!”. Todo esto lo resumió Lula en su “mensalao”, y lo practican Medio-Evo, Ortega, Dilma, CFK y Mujica, cada uno a su manera, como Correa.

Este, lector o no de Maquiavelo, Correa es Maquiavélico: él sabe que su liderazgo se construye sobre su matrimonio “morganático” con la inmensa mayoría de pobres ecuatorianos, ahora muy subsidiados (¿hasta cuándo?), que es la fase del “amor”, que diría el autor de “El Príncipe”, y siempre con buenas dosis de terror, que cada cierto tiempo hace estallar el gobernante neopopulista y autoritario, pero no indiscriminadamente, como ocurriera con el supuesto intento de “golpe de los policías” de años atrás. Y en contra de la “bestia negra” de la prensa “cuarto poder” y nunca “contra poder”, y por ello tan desprestigiada entre el pueblo.

Bastenier, regresando sobre sus pasos, los de un artículo triunfalista sobre la política en América Latina y el Caribe, de fines del año pasado, que nosotros criticamos muy duramente, en este blog (ver segundo y tercer enlaces), concluye su nota del presente con una reflexión digna de ser pensada también por nosotros. Dice con más preocupación que tranquilidad:

“[…] Una América Latina, ya mayor de edad pero dividida entre bolivarianos y occidentalizantes, vive una gran pugna. ¿Es América Latina el Nuevo Occidente, pujante y ufano de estadísticas? El presidente boliviano Evo Morales abomina de Europa y EE UU; el chavismo, con o sin líder histórico, flota entre Teherán y Brasilia; y Rafael Correa, que parecía adquirido al reformismo occidental, puede que aún no haya dicho su última palabra, pero la tentación de suceder al exmilitar de Caracas como líder de los radicalismos populistas es muy grande. Más que el propio Ecuador […]”.

Es para que reflexionemos, todos, empezando aquí, en el Paraguay, para convencernos de una vez por todas que, lo que está en juego, para nosotros es nada menos que la batalla castro-“bolivariana” por apoderarse de la Patria Paraguaya. A cualquier precio.


JLSG
Asunción, a miércoles 20 de febrero de 2013
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Código del artículo: RCCT



Enlaces:
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/02/12/actualidad/1360684535_166536.html
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/12/26/actualidad/1356513810_174419.html
http://jlsimong.blogspot.com/2013/01/un-falaz-articulo-de-el-pais-madrid.html


domingo, 17 de febrero de 2013

El día del amor, de los enamorados, de San Valentín: ¿el 14 de febrero? ¿Por qué apenas un día? ¡Pardiez! ¡Voto a sanes y a bríos! ¿Quién se atribuyó la potestad de clausurar los 364 días restantes para el amor, y 365 los años bisiestos? ¡Habráse visto tamaña decapitación o expropiación de lo mejor que tenemos los seres humanos, cuando amamos en verdad y así somos amados! También es humano el sufrir genuinamente por amor, sin peligrosos vértigos mórbidos, cuando nos ha abandonado, quedándonos en duelo

Una representación renacentista de Cupido, la deidad del deseo amoroso en la
mitología romana y denominado “amor” en la lírica latina (Fuente:


¡El amor correspondido es la conjunción más maravillosa de la vida y la que nos ayuda a sobrellevarla con una sonrisa en el alma, que ninguna prueba, por dura o terrible que pueda ser, logrará borrarla jamás!


“!...Amé y también fui amado…!”, no recuerdo de quien es la polka canción paraguaya pero la tengo grabada en la voz de Luis Alberto del Paraná y la recuerdo, además, y emocionado siempre, cuando era cantada también por su amigo de los tiempos duros, ese gran músico paraguayo, el mejor de los embajadores paraguayos (¡a veces el único!), en Lima, Perú, mi amigo y hermano, y compatriota querido, entrañable, don Humberto Barúa, de quien nada sé desde hace siglos.

No puedo olvidar que con un grupo serenatero, integrado por un arpista chileno, Marcelo, y por unos amigos paraguayos (Diego, Darío y Crispín, y otros chilenos como el “Pato” Vergara), en una madrugada gélida, mientras nevaba, los músicos y cantores nos moríamos de frío, combatido a puro pisco de la bodega de Marcelo y la niña en cuestión ni se daba por enterada: como se sabrá luego, aparentemente…

No puedo olvidar, repito, en esa imposible (se creía que lo era, y hasta hoy existen quienes dudan se haya realizado) serenata santiaguina, de la que la historia no guarda memoria (¡pero yo sí!) alguien cantó también aquella canción con esas letras, y desde el mismo día, ya en la mañana, JLSG pudo enamorar a la hermosa, curvilínea auténtica, nada anoréxica y menos siliconada, toda erupción de sentimientos táctiles, de miradas y susurros, Verónica, en la UC de Santiago (campus Apoquindo, para más datos).

Ella, si bien no había abierto su ventana, muy prudente, por el frío, pero más avergonzada a raíz de las chanzas familiares, y de las previsibles del vecindario, por el lado de Tobalaba con Providencia, su corazoncito no pudo menos que derretirse ante tan extraordinariamente extraordinaria manifestación de romanticismo finisecular,  paraguayo lógicamente, en el Chile de la convulsión histórica de 1970-1973, en el que, quien esto escribe, asistía a un trágico laboratorio de la historia, pero siempre con tiempo para los asuntos del corazón, que jamás deben ceder ante nada. ¡Por lo menos si de vivir y no mero existir se trata!

La vida nos separaría después, con gran dolor para mí, y apenas una nota al pie de página del ya voluminoso libro sentimental de Verónica,  porque en mi caso ese era un amor intenso intensísimo, pero preparatorio, en camino hacia otros, el otro, sucesivos, al/los que se llega ciertamente con cicatrices. ¡El amor también es cruel medicina de sí mismo! Pero, por lo general, los amantes que se separan sobreviven, para repetir lo que nadie dijo mejor que Borges, aunque de amores poquísimo fue lo que conociera (¡esa doña Leonor Acevedo de Borges, tan esmeradamente Edípica, sin saberlo, desde luego!), aquello que dama-Lily-Ángel, desde los mares del sur del Pacífico, me consta que jamás olvidó, y que lo recuerda aún en playas caribeñas: “Qué importa el tiempo sucesivo, / si en el ayer hubo / una plenitud, un éxtasis, una tarde…”.

¡A veces una tarde, solo una, que pasa desapercibida para el mundo, mas no para los dos que se aman, basta una sola tarde para justificar amorosamente toda una vida!

Y esto no tiene que ver con sexo exclusiva, inevitable, ineludible o imperiosamente, porque si así fuese no habría existido la despedida más romántica de la historia del cine, la síntesis de un gran amor real, y platónica la separación, aclaro, sin siquiera ambos rozarse las manos, Humprey (Bogart) e Ingrid (Bergman), en la escena penúltima de “Casablanca”, que hasta ahora nos emociona, como pude comprobar a raíz de la enorme cantidad de visitas y “me gusta” que pusieran, cuando un tiempo atrás compartí el vídeo de la película completa en mi “facebook”, con muchos de ustedes que ahora, sufridos y fieles lectores, también sobreviven a otro de mis articulejos.

¡En esa escena de Humprey e Ingrid lo platónico es de una intensidad sensual y romántica tan extraordinaria que lamentablemente los chicos y chicas jóvenes de hoy, y también personas mayores, no logran comprender, porque las nuevas generaciones (digamos las gentes menores de cincuenta años, por lo general) no están preparadas para el amor, al confundir la cama, el encamarse, el coito…, ¡con el amor, que requiere sin la menor duda del lenguaje de los sexos cuando es la consecuencia de aquél y no su mentira o camino más corto, sobre todo este lleva por nombre “la prueba del amor” o las truculencias propias de obispos apóstatas y de poderosos que se fingen, a sí mismo obtenerlos, con poder y/o dinero!

Es esta, por ahora, mi sencilla ofrenda amorosa al amor, de quien hace muchísimo tiempo supo, y jamás lo olvida, que se trata de un sentimiento y derecho humano fundamental, jamás guiado por el tiempo cronológico, sino por el de las pulsiones de las almas/cuerpos que se funden en las recíprocas miradas. En este caso son los amores correspondidos.

Pero, además, existen aquellos que no lo son. En estos últimos también está el amor porque es en esas circunstancias en que aprendemos que no todo amor que ha brotado, estallado a veces en uno mismo, tendrá la reciprocidad de los sentimientos que deseamos despertar en la otra persona, ese único e insustituible e intransferible ser en esos momentos, ser sin el cual el universo…. ¡es casi una blasfemia!

Hablo de esta ofrenda “por ahora”, porque si bien no he concluido estoy avanzando en un ensayo sobre el amor extraordinario de inmensas y valerosísimas mujeres, ninguna de ellas feministas, pero magníficas precursoras, y justas y equilibradas, de las luchas posteriores por lograr la no discriminación de las mujeres en las sociedad machistas.

Se trata de santas católicas, además, de monjas de clausura, pero de poetisas de relieve en la lírica española y mundial, ambas de una sensualidad, espiritualidad y erotismo extremo y sublimado a la vez, que ni siquiera rozan un  burdo y grotesco “reality show” de los actuales, de los de este tiempo miserable de la “banalización de la cultura”. ¡Ya quisiera la banalización del amor apoderarse de tal fuego sagrado!

Trata el texto, cocinado a fuego lento en recipiente de hierro y sobre brasas, y no en microondas, del amor en su paroxismo y éxtasis místico, que yo con humildad, y de manera provisoria, describo como “la desleal competencia del buen Dios con nosotros sus hijos, cuando él desposa a novias amantísimas, esposas enamoradísimas, como una Sor Juana Inés o una Teresa de Ávila”.

Ellas tienen mucho para enseñarnos, si de amor se trata, desde la pureza de sus respectivas puridades, del amor místico, a quienes solo estamos preparados para amar terrenalmente, pero que también ansiamos experimentar el soplo del puro amor o amor puro que es candela incandescente, y de la mejor, y que jamás termina de iluminar con su fuego que no arde, ¡pero hay, que quema indeleblemente!
 
Este “posteo” se ilustra con una bella imagen de la pintura renacentista que representa al flechador queridísimo, por una de sus dos saetas, ¡el regordete Cupido de acuerdo con los cánones de la estética del tiempo mencionado!

Esta ofrenda la comparto con Uds., como corresponde a mi natural no convencionalista, después del 14 de febrero, que al igual que los 364 o 365 días restantes es sin duda alguna tiempo digno para poner en práctica el precepto bíblico de “amaos los unos a los otros”, enseñanza del Maestro para todos, pero que solo se realiza, de una manera única y excepcional, lo universal, en la pareja de los amantes que se corresponden.



JLSG
Asunción, a domingo 17 de febrero de 2013
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Código del artículo: 14FB

sábado, 16 de febrero de 2013

El martirio todavía impune, no castigado en plena Justicia, de Cecilia Cubas y otros horrendos crímenes, del pos 1989, sean de origen politiquero, “revolucionario” o de criminalidad común, siguen interpelando a la sociedad paraguaya, que aún carece del liderazgo e instituciones político-partidarias de servicio y bien público, capacitados para conducir a la Patria, con firmeza y en el marco de las leyes, hacia la construcción del Estado de derecho democrático y de la sociedad abierta, cada vez más necesarios en una coyuntura y ambiente internacionales preñados de muy densos nubarrones y de más y peores agresiones al Paraguay


Con su madre Mirta Gusinky, Cecilia Cubas, hija también del ex presidente Raúl Cubas, secuestrada y martirizada con sevicia, hasta su alevoso homicidio por terroristas hoy autodenominados del EPP (surgido en medio de ¿omisiones? cómplices del desgobierno Colorado de Nicanor Duarte Frutos, y bajo la protección directa o indirecta del entonces obispo Fernando Lugo y de sus secuaces, quienes poco después formarían otro desgobierno con el prelado apóstata al frente), en un momento de vida social en que nada hacía presagiar su inhumano secuestro y trágico fin, que hasta hoy es uno de los grandes lutos de la sociedad paraguaya contemporánea. Este y otros crímenes todavía no han sido castigados en Justicia, ni los sentenciados ni sus más importantes responsables (Fuente: abc color”).


El secuestro extorsivo con fines terroristas no fue la simple “retención” de una persona, (como le dijera una de las involucradas desde “El Buen Pastor”, en horrenda celebración del crimen organizado a una conocida periodista “revolucionaria”, quien aceptó en silencio, ¡siempre tan discutidora ella!, tal manifestación de público odio sin límites) y su rescate en modo alguno puede considerarse un “impuesto revolucionario” (escuchado con silencio cómplice por la misma y conocida periodista, tan afecta a la vida burguesa, ella, dizque luchadora revolucionaria).

El secuestro y homicidio con sufrimientos inenarrables de Cecilia Cubas interpela hasta hoy a toda la Patria paraguaya, desde esa horripilante manifestación de inhumanidad extrema, como en tantas otras sin tinte politiquero ni falsamente revolucionario, de nuestra “vida cotidiana”.

Nos interpela porque no se hizo justicia en este y en otros casos: ¿cómo hacerla si en el Paraguay no existe un Estado de derecho democrático y apenas tenemos poderes fácticos gubernamentales entre ellos el “jurisdiccional”?

¿Acaso existió Justicia para las víctimas inocentes también del inmenso negociado de vidas humanas que fue el crimen masivo del “Ycuá Bolaños” que debiera ser llevado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos?

¿Y la hubo en el supuesto magnicidio de Luis María Argaña, a todas luces convertido en un instrumento de persecución de una pandilla en el poder en contra de otra que aspiraba a ocupar su lugar?

¿Y qué hay de todas las víctimas “colaterales” de esa y otras “cazas de brujas”, y de la masacre tampoco jamás investigada ni juzgada indubitablemente en Justicia, la del “Marzo paraguayo”, con el que lucraran tantos, unos politiqueramente y otros como “defensores” de los derechos humanos?

A las organizaciones del “negocio”, material e ideológico de los derechos humanos, una de ellas gubernamental y de reciente data, que tienen líderes que admiran a los regímenes totalitarios de Cuba, y al ya casi de Venezuela, y reconocen como portaestandartes al réprobo, y, en los hechos, apóstata Mario Melanio Medina, y al predicador del odio y de la lucha de clases Francisco de Paula Oliva, y tantos más: ¿les preocupan acaso las víctimas mortales de Curuguaty, las de los campesinos y las de los policías que perdieran la vida en esa otra y enésima jornada luctuosa de nuestra historia? ¿Alguna de las organizaciones de DDHH se ocupó alguna vez de las víctimas inocentes del 3 de Febrero?

El involuntario y horrendo martirio de Cecilia Cubas, con rasgos evidentes de vesania, también nos interpela porque pone en evidencia, de parte de los ideólogos, cómplices y ejecutores de este tan extremo ejemplo criminal de totalitarismo, lo profundamente dividida que está la sociedad nacional, inficionada por ideologías de la muerte que anidaron en nuestro medio y que no encuentran la contención desde instituciones nacionales políticas, gubernamentales, educativas, religiosas, empresariales, sociales, etc., y tampoco el castigo correspondiente tras el debido proceso y la sentencia indubitable.

Nadie recuerda ya las agresiones antirepublicanas y protototalitarias del desgobernante ensoberbecido y procaz que fuera Nicanor Duarte Frutos, prohijador directo o indirecto, todavía no lo sabemos, de la banda criminal de terroristas, los del autodenominado EPP, a la que ciertas “autoridades nacionales” quisieron brindarle la condición de grupo “guerrillero”, el paso previo antes de transformarlas, por arte de birlibirloque, en “fuerzas beligerantes” locales…

¿Acaso se avanzó con decisión en las “investigaciones” de la subversión totalitaria castro-“bolivariana”, antes, durante y después del juicio político al apóstata y desgobernante Fernando Lugo Méndez, incluyendo las acciones intefrvencionistas, consentidas por el presidente y el “canciller paraguayo” Jorge Lara Castro, del pyragüé chavista Nicolás Maduro aquí?  Hoy Lugo es predicador confeso, y no convicto, de la violencia “revolucionaria”, además.

Este truhán politiquero y maldito, quien no descansa en su trabajo cada vez menos de zapa, y, por el contrario, crecientemente abierto y más y más agresivo, en contra de la pacífica convivencia en nuestra sociedad, jamás será investigado por quienes están momentáneamente en Palacio, a quienes no conviene en modo alguno fortalecer la Justicia, porque el día de mañana inevitablemente también deberán ser convocados por ella. Y tampoco a los que aspiran al sillón presidencial, y a diversas magistraturas electivas y no, les interesa una justicia proba, independiente e imparcial…

Si seguimos así, y nada permite pensar en contrario, a tenor del imperante electoralismo politiquero de hoy día, el sacrificio de Cecilia Cubas, y de tantos otros compatriotas, habrá sido en vano y muy pronto veremos que las elites politiqueras, intelectualoides, seudo empresariales, sociales e institucionales del país, y otros sectores, todos ellos sempiternos sembradores de vientos huracanados en la historia nacional, nos envolverán de nuevo en tempestades históricas.

Esto, todo,  es muy grave en momentos de profundos y generalizados desconciertos y mutaciones internacionales, que oscurecen todavía más los tiempos ya de por sí nublados en que se debate la humanidad, y que incluyen casi inexistentes dimisiones pontificias en la historia de Roma, otra señal de los tiempos por su significado profundamente bíblico y sin entrar en el campo de las profecías, que en modo alguno es el nuestro.

De continuar como estamos, y nada nos impide cambiar para mejor, los hombres y mujeres de la Patria paraguaya, que todavía somos incapaces de luchar con decisión por el Estado de derecho democrático, y su correspondiente sociedad abierta del que es inherente, seremos las primeras hojas en la tormenta de los vendavales históricos que nuestra indolencia cívica está ayudando a gestar.

¿Será posible que de nuevo estemos a la zaga de acontecimientos que marcarán a fuego nuestras dignidades y vidas, cada vez más precarizadas a raíz de la ausencia de la Justicia, ese bien supremo sin el cual es imposible el disfrute mínimo de la aspiración a la felicidad humana que se redescubre en el Renacimiento y que es recogida como derecho fundamental de los pueblos en el moderno constitucionalismo escrito?

¿Será posible que la ciudadanía paraguaya no sea capaz aun de alentar el surgimiento de los nuevos liderazgos que deberán caracterizarse por manifestar una decidida vocación de servicio al pueblo que les elige y del que deben ser los principales servidores públicos?

Personalmente me niego a aceptar el que estemos condenados por nosotros mismos a padecer siempre de la misma humillación humana que hoy nos sigue oprimiendo, bajo la grotesca apariencia de democracia que es esta de muy baja calidad y de tan leve intensidad, en que ha devenido la apertura política de 1989, autoclausurándonos así la posibilidad de redención política de la Patria paraguaya, y como consecuencia de sucesivas traiciones, por parte de los “líderes cívicos nacionales”, al sacrificio de nuestros mayores de todas las generaciones, hombres y mujeres de todas las condiciones, naturaleza y orígenes.


JLSG
Asunción, a sábado 16 de febrero de 2013
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Código del artículo: CCGL


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http://www.abc.com.py/nacionales/recordaran-a-cecilia-cubas-539709.html