Escribe José Luis Simón G.
De manera
irresponsable el ministro de Hacienda anunció un recorte presupuestario a la UNA,
tratando de ocultar como un problema de números lo que es una señal de intereses
partidocráticos oficialistas, de controlar a la más importante universidad del Paraguay y
una de las grandes “nacionales” de América Latina. En la foto, la entrada
principal al Rectorado, en el campus en permanente crecimiento y modernización en San Lorenzo
(Fuente: http://i621.photobucket.com – Google).
Él
aduce, para justificar lo injustificable de su decisión, la generalidad de que
no se puede gastar más de lo que se tiene, dando a entender así que los
recortes en el presupuesto de la UNA tienen que ver solamente con una tan
contundente cuan elemental lógica económica. Lo que hay en el fondo dejaría
mudo al mismo padre de la insustituible ciencia de “las leyes, modos y formas del conocimiento
científico”,
la lógica, un tal Aristóteles (384 – 322 a.C.), el Estagirita, que todavía está
en nuestras aulas universitarias porque existe la Universidad Nacional. De ella
puede decirse, como de la ONU, que a pesar de sus numerosas deficiencias y
limitaciones, ¡si no existiese habría que crearla de inmediato!
La
UNA, por derecho propio y adquirido con grandes esfuerzos, es, con todos sus
defectos, que no son escasos, y muy de lejos, el buque insignia de la tan
escuálida armada universitaria nacional infestada de “universidades” a tanto el
diploma a que se aspire, y si no lo sabe, por ejemplo debe leer las “catilinarias”
cotidianas del padre Jesús Montero Tirado, o los estudios sociológicos de
Domingo Rivarola, del CPES/RPS, a quien me consta que conoce y personalmente, y
los de numerosos especialistas paraguayos y extranjeros que en estas últimas
décadas se han estado ocupando intensamente de la tragedia de la educación en
el Paraguay, incluyendo la de nivel terciario. Esto es el resultado del
desprecio tan grande de las apenas de nombre elites paraguayas (económicas,
políticas, sociales, intelectuales etc.), con todo aquello que tenga algo que
ver con la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología.
Patrimonialismo prebendario de
Hacienda
Y
si de ahorrar se trata, ministro Ferreira, quien debiera ser un auténtico
servidor público, le pregunto: ¿porqué no empezamos haciendo ahorrar al
Ministerio de Hacienda, caracterizado por los sobresueldos y jugosas
gratificaciones a su alto funcionariado, grupo privilegiado entre privilegiados,
frente a otras secretarías de Estado en aspectos de remuneraciones y dádivas
populistas, patrimonialistas y prebendarias?
Ítem
más: ¿porqué no le exige ahorros al denominado Superior Tribunal de Justicia
Electoral? Este engendro politiquero, solo el año pasado, y con la complicidad
del parlamento y el silencio de Hacienda, dilapidó, de nuevo, por encima de 100
mil millones de guaraníes entre los partidos politiqueros, incluyendo el suyo,
el liberal, al menos nominal e “ideológicamente”, en concepto de aportes del
Estado y del subsidio público a tales organizaciones partidocráticas, que de
cívicas, y de acciones correspondientes nada tienen.
¿Quiere
que sigamos con el “Poder Judicial”? O con el Parlamento, que no aporta al PIB
el mínimo imprescindible de buenas leyes y tampoco de contrapeso y contralor de
los demás poderes y menos aún de autocontrol… En cambio sí malgasta en pianos
para conciertos o en frivolidades a las que son tan afectos los “representantes
del pueblo”, y en multimillonarios cuan intrascendentes viáticos y costosos
pasajes para viajes internacionales de esta seudo elite gubernamental, sin que
Hacienda haga escuchar su voz de contención.
Mientras,
en salud, educación, inversiones productivas, servicios públicos y otros
indicadores de las numerosísimas necesidades básicas insatisfechas, que afectan
a amplios sectores de la población, siempre superamos los inmensos vacíos del
año anterior, cada vez mayor en materia de lo que genéricamente se denomina
deuda social.
Y,
¿qué tal si la poda presupuestaria también empezamos por pasarle a la
presidencia de su jefe, el desgobernante doble F, de acendrada prosapia
liberal-stroessnerista, algo que siempre se oculta en la anodina hoja de vida
de tan pundonoroso gobernante, según él mismo y las versiones de allegados
suyos como el propio ministro de Hacienda? Doble F tiene nada menos que como
jefe de su Gabinete a Martín Burt, el supuesto intendente “más capaz”, nadie
recuerda para qué o en qué…
Este
doble F, con tantos parientes en el sector público, el centralizado y no, es
probable que ya merezca figurar en el “Guiness World Records”, compitiendo codo
a codo con el anterior y otros desgobernantes, los de una era “democrática”,
tan pregonada por sus privilegiados beneficiarios de alto coturno, y cada vez
más lejana en los hechos.
Sí,
sí señor: administremos bien los ingentes recursos siempre deficitarios del
Tesoro. Pero Ud. tan sabio, graduado en alguna de las importantes universidades
de la Liga de la Hiedra en EUA, con toda seguridad debe saber que eso exige
prioridades. ¿Qué tal si en lugar de vehículos de lujo para funcionarios de
hasta décimo nivel la parte que sea necesaria de tales gastos dispendiosos y
suntuarios los convertimos en I + D, por ejemplo?
y
esmero se ocuparan de hacer prosperar la mayoría de sus antecesores en Hacienda,
empezando por el inmediatamente anterior a Ud., el del desgobierno
“castro-bolivariano”, y luguista y tan “revolucionario”. ¡Notablemente todos
quieren hacernos creer que cada uno de ellos es el verdadero Eligio Ayala!
El peligro de la metilenización de la
UNA
Con
estos argumentos nadie pretende justificar supuestas irregularidades presupuestarias
en que pudiesen haber incurrido las autoridades de la UNA, si es que existen,
aunque no hayan sido investigadas de acuerdo a nuestras leyes administrativas,
primero, y jurídicas, después, y además sancionadas y corregidas en y con
Justicia. Pero que la ley sea pareja para todos, y que los déficit
presupuestarios de su administración, medidos en relación con el PIB, no les
sean cargados únicamente a las partes más débiles del aparato de Estado, en
términos de maniobrerismo politiquero, y que se acabe el chantaje de los
chantajistas a la UNA, porque no la tienen en sus manos...
¿Sabía
Ud. que el desgobierno actual de los “azules”, antes de llegar al Palacio de
López, incluso, ya estaban planificando “liberalizar” a la UNA, puesto que el
actual rector, el Prof. Ing. Agrónomo Pedro González es un afiliado no
militante, de largo tiempo atrás, al Partido Colorado, al igual que gran parte
de los miembros del Consejo Superior Universitario?
Tras
casi dos décadas trabajando en la UNA, ni el rector González, de extraordinaria
capacidad para hacer, y tampoco su antecesor, el doctor Darío Zárate Arellano,
también colorado, jamás presionaron, por ejemplo, al profesor José Luis Simón
G. (¡soy yo!), o a cualquier otro para “coloradizarlo”. Los
“castro-bolivarianos” luguistas, en cambio, lo persiguieron laboralmente en
otros ámbitos laborales, para matarlo de hambre o rendir su rebeldía por el
estómago, pero no lo lograron ni lo logrará nadie, ni siquiera los
“líbero-bolivarianos”.
¿Sabía
Ud. que, con la excepción del controversial rector interino de triste memoria,
Raúl Battilana Nigra, ya fallecido, jamás el suscrito fue presionado por
autoridad universitaria alguna y mucho menos acosado autoritariamente a raíz de
sus siempre críticas, rebeldes y contestatarias posturas acerca de nuestras
políticas pública locales e internacionales?
En
cambio, cuando el senador del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Rodrigo
Campos Cervera, al que pertenece doble F, y Ud., al parecer, por entonces amigo
personal, y de los padres del suscrito, ejerciera la presidencia del Senado y
por ende del Congreso, se las ingenió para perseguir a JLSG, no renovándole
aviesamente un contrato de Asesor de la Comisión de Asuntos Constitucionales y
de Defensa, de la Cámara Alta, ganado por concurso de méritos y aptitudes en
una convocatoria del BID.
¿Por
incompetencia o falta grave? ¡No, qué va! Por haberlo criticado públicamente. Esto
último se hizo inevitable a raíz de la oportunista intervención del senador
Campos Cervera, cómplice en ello con su líder castrista, el también senador
Domingo Laíno, en la inafausta coyuntura tan autoritaria, la del felizmente
fracasado intento de golpe de Estado que protagonizara el comandante del
Ejército, general Lino César Oviedo, en abril de 1996.
El pasado, que no es presente, quiere ser futuro
¿Es que vamos a regresar a tiempos que creíamos felizmente superados, solo que después del sectarismo luguista ahora los Torquemadas son los liberales, coyunturalmente inquilinos, y hasta abril, del Palacio de López? Quien esto perpetra, lo hace a título estrictamente personal, en su condición de ciudadano-soberano indignado, al constatar entre tantas irregularidades los ostentosos vehículos oficiales en que malgasta su presupuesto el Ministerio de Hacienda, para no mencionar sino un solo renglón.
El pasado, que no es presente, quiere ser futuro
¿Es que vamos a regresar a tiempos que creíamos felizmente superados, solo que después del sectarismo luguista ahora los Torquemadas son los liberales, coyunturalmente inquilinos, y hasta abril, del Palacio de López? Quien esto perpetra, lo hace a título estrictamente personal, en su condición de ciudadano-soberano indignado, al constatar entre tantas irregularidades los ostentosos vehículos oficiales en que malgasta su presupuesto el Ministerio de Hacienda, para no mencionar sino un solo renglón.
Pero
a la UNA se la quiere someter a la prueba de un cedazo de orificios del nano tamaño
de la física de las partículas. Si Ud. no escuchó hablar del “Bosón de Higgs”
en su vida universitaria estadounidense, hasta el suscrito, que habla al
respecto con sus colegas de la UNA, se ofrece para darle sobre la materia un
pantallazo no extraído de Wikipedia alguna.
Este
escrito, pertenece a uno más entre tantísimos sacrificados profesores investigadores
de la UNA, todos orgullosos de serlo, por pertenecer a su cuerpo de profesores,
en esa alta casa de estudios que fuera la del egregio maestro de generaciones,
don Cecilio Báez, entre numerosísimos más, y de una monumental Serafina
Dávalos, por mencionar a una única dama y académica, productos y luces
inextinguibles de la educación pública en nuestra Patria.
A
un tecno-burocratito como Ud., formado en privilegiadas universidades del
exterior, se le exime el deber de conocer tan democrática como ilustre prosapia
nacional de académicos, educadores, científicos y servidores públicos, porque
sería como pedirle alimenticios y sanos aguacates a una de esas extrañas
plantas que no brindan ni sombra, ni frutos, ni aromas, tampoco un verdor
especial y no sirven de solaz para nuestras calcinadas aves locales, que como
nosotros no padecen ya solo de la canícula, sino del cambio climático.
Y
ya que de frutas estamos hablando, y para concluir, permítame decirle que en
nada me preocupa el sobrenombre al que se hiciera acreedor entre sus amigos,
pero que cualquier “cáscara de banana”, puesta como recorte en el presupuesto
de la UNA, mientras la “patria contratista” dilapida a sus anchas los dineros
públicos, no es una agresión personal a un docente o a los numerosísimos que se
prodigan lealmente a sus estudiantes, sino sencillamente otra de las infinitas
nuevas formas de traición a la Patria paraguaya.
Salvo
que Ud. demuestre fehacientemente que tales podas en el aporte estatal a la UNA
se justifiquen a raíz de la proliferación de irregularidades administrativas de
las que, de ser así, Hacienda al menos tendría mucho que explicar en su
carácter de cómplice por omisión. Pero Ud., que zonzo no es, aunque en
ocasiones mucho se empeñe en parecerlo, sabe que no se trata de eso.
Lo
más importante es que nosotros y la ciudadanía sí conocemos las verdaderas
profundidad y volumen de sus intenciones, que a manera de los iceberg, en
superficie solo muestran una pequeñísima parte. ¡Por lo demás, la UNA no e
tiene vocación alguna de Titanic, ni siquiera en el celuloide!
Y
bien sabe también que el Paraguay no es aún una auténtica República democrática,
con un Poder Legislativo verdaderamente tal y fiscalizador de las cuentas
públicas, empezando por las suyas, las del mismo Congreso, y con un Poder
Ejecutivo honesto y trepidante y ejemplar administrador del erario público, y
ni qué decir, el país cuenta con un Poder Judicial verdaderamente tal, no el
que tenemos, uno en el cual una sentencia absolutoria o condenatoria, emanada
del más “alto” tribunal del país, cuesta menos que una prenda íntima femenina,
destinada a cubrir las partes pudendas bajas de las damas.
Eso
al decir de un desbocado politiquero actual, a
quien entre otros siempre debe
escucharse con atención, porque en sus momentos de furia endemoniada, vomita
verdades tan verdaderas que ninguno de los por él concernidos, en algún
entuerto, se atreve a llevarlo a la “justicia”. Optan por esperar que el
escándalo de mañana haga olvidar el del día de hoy.
De
nada ministro: este escrito le sale gratis pues no se trata de un negociado,
otro más, de consultorías intermésticas, es decir, internacionales y
domésticas. Y permítame una nota al pie de página: no se haga Ud. el Eligio
Ayala, uno de los pocos estadistas verdaderos de nuestra Patria, educado en
escuelas públicas, en el Colegio Nacional de la Capital y en la UNA, esferas
todas ellas de donde probablemente saldrán los Eligios y Eligias del mañana,
hombres y mujeres.
¡No,
no se haga Ud. el Eligio Ayala! Ya tenemos bastante con su “pakova pire” tirado
en el camino de la UNA, para tantear hasta dónde llega su capacidad de
respuesta, en espera de un presumible proceso de neopartidarización del aparato
de Estado, metilena esta vez, como antes y por mucho tiempo fuera neo-colorada
stroessnerista, y hasta hace muy poco “castro-bolivariana”.
Daría
la impresión que Ud. poco o nada aprendió, donde haya estudiado, acerca de la
ética de la responsabilidad. En el posgrado en Ciencia Política, del Rectorado
de la UNA, podría ilustrarse al respecto, y sin necesidad de ir a Harvard,
extraordinaria universidad norteamericana y para el mundo, sin duda alguna,
entre otras razones porque nunca debió soportar acosos como los ahora padecidos
por nuestra más que centenaria Universidad Nacional, provenientes en
superficie, en este caso, del Ministerio de Hacienda, que a los rufianes todo
les permite, y a quienes trabajan esforzadamente por el país les siembra
obstáculos injustos e indignos.
Código del artículo: EPPM
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