jueves, 7 de febrero de 2013

El “pakova pire” (cáscara de banana) presupuestario del ministro Manuel Ferreira Brusquetti, puesto por él en la UNA, que en los últimos tiempos exhibe más logros y progresos que limitaciones y problemas, es un globo de ensayo que anticipa las ínfulas azules de monopolizar la conducción de nuestra de lejos principal casa de estudios superiores, en el poco probable caso de que en abril próximo sus candidatos, aliados contra natura a los enemigos de la democracia y del Paraguay, retengan politiqueramente el Palacio de López, para las voraces mandíbulas y estómagos de sus correligionarios

Escribe José Luis Simón G.
De manera irresponsable el ministro de Hacienda anunció un recorte presupuestario a la UNA, tratando de ocultar como un problema de números lo que es una señal de intereses partidocráticos oficialistas, de controlar a la más importante universidad del Paraguay y una de las grandes “nacionales” de América Latina. En la foto, la entrada principal al Rectorado, en el campus en permanente crecimiento y modernización en San Lorenzo (Fuente: http://i621.photobucket.com – Google).

 El ministro de Hacienda de este cada vez más desgobierno, el del metileno doble F (para los lectores del exterior: lo primero por el azul, el color de los liberales hoy en Palacio de López, y lo segundo es una manera irónica de llamar al presidente Federico Franco), Manuel “Banana” Ferreira Brusquetti, de rancio abolengo oligárquico “ganadero extensivo”, acostumbrado a las buenas universidades norteamericanas, por privilegios familiares que sinceramente no le envidiamos, a estar por su comportamiento público y oficial para con la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Es que todavía no se enteró de la importancia de la primera universidad en el Paraguay, desde su creación a fines del siglo XIX, y única hasta inicios de los años de la década de los sesenta, de la centuria anterior.

Él aduce, para justificar lo injustificable de su decisión, la generalidad de que no se puede gastar más de lo que se tiene, dando a entender así que los recortes en el presupuesto de la UNA tienen que ver solamente con una tan contundente cuan elemental lógica económica. Lo que hay en el fondo dejaría mudo al mismo padre de la insustituible ciencia de “las leyes, modos y formas del conocimiento científico”, la lógica, un tal Aristóteles (384 – 322 a.C.), el Estagirita, que todavía está en nuestras aulas universitarias porque existe la Universidad Nacional. De ella puede decirse, como de la ONU, que a pesar de sus numerosas deficiencias y limitaciones, ¡si no existiese habría que crearla de inmediato!
  
La UNA, por derecho propio y adquirido con grandes esfuerzos, es, con todos sus defectos, que no son escasos, y muy de lejos, el buque insignia de la tan escuálida armada universitaria nacional infestada de “universidades” a tanto el diploma a que se aspire, y si no lo sabe, por ejemplo debe leer las “catilinarias” cotidianas del padre Jesús Montero Tirado, o los estudios sociológicos de Domingo Rivarola, del CPES/RPS, a quien me consta que conoce y personalmente, y los de numerosos especialistas paraguayos y extranjeros que en estas últimas décadas se han estado ocupando intensamente de la tragedia de la educación en el Paraguay, incluyendo la de nivel terciario. Esto es el resultado del desprecio tan grande de las apenas de nombre elites paraguayas (económicas, políticas, sociales, intelectuales etc.), con todo aquello que tenga algo que ver con la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología.

Patrimonialismo prebendario de Hacienda
Y si de ahorrar se trata, ministro Ferreira, quien debiera ser un auténtico servidor público, le pregunto: ¿porqué no empezamos haciendo ahorrar al Ministerio de Hacienda, caracterizado por los sobresueldos y jugosas gratificaciones a su alto funcionariado, grupo privilegiado entre privilegiados, frente a otras secretarías de Estado en aspectos de remuneraciones y dádivas populistas, patrimonialistas y prebendarias? 

Ítem más: ¿porqué no le exige ahorros al denominado Superior Tribunal de Justicia Electoral? Este engendro politiquero, solo el año pasado, y con la complicidad del parlamento y el silencio de Hacienda, dilapidó, de nuevo, por encima de 100 mil millones de guaraníes entre los partidos politiqueros, incluyendo el suyo, el liberal, al menos nominal e “ideológicamente”, en concepto de aportes del Estado y del subsidio público a tales organizaciones partidocráticas, que de cívicas, y de acciones correspondientes nada tienen.

¿Quiere que sigamos con el “Poder Judicial”? O con el Parlamento, que no aporta al PIB el mínimo imprescindible de buenas leyes y tampoco de contrapeso y contralor de los demás poderes y menos aún de autocontrol… En cambio sí malgasta en pianos para conciertos o en frivolidades a las que son tan afectos los “representantes del pueblo”, y en multimillonarios cuan intrascendentes viáticos y costosos pasajes para viajes internacionales de esta seudo elite gubernamental, sin que Hacienda haga escuchar su voz de contención.

Mientras, en salud, educación, inversiones productivas, servicios públicos y otros indicadores de las numerosísimas necesidades básicas insatisfechas, que afectan a amplios sectores de la población, siempre superamos los inmensos vacíos del año anterior, cada vez mayor en materia de lo que genéricamente se denomina deuda social.

Y, ¿qué tal si la poda presupuestaria también empezamos por pasarle a la presidencia de su jefe, el desgobernante doble F, de acendrada prosapia liberal-stroessnerista, algo que siempre se oculta en la anodina hoja de vida de tan pundonoroso gobernante, según él mismo y las versiones de allegados suyos como el propio ministro de Hacienda? Doble F tiene nada menos que como jefe de su Gabinete a Martín Burt, el supuesto intendente “más capaz”, nadie recuerda para qué o en qué…


Este doble F, con tantos parientes en el sector público, el centralizado y no, es probable que ya merezca figurar en el “Guiness World Records”, compitiendo codo a codo con el anterior y otros desgobernantes, los de una era “democrática”, tan pregonada por sus privilegiados beneficiarios de alto coturno, y cada vez más lejana en los hechos.

Sí, sí señor: administremos bien los ingentes recursos siempre deficitarios del Tesoro. Pero Ud. tan sabio, graduado en alguna de las importantes universidades de la Liga de la Hiedra en EUA, con toda seguridad debe saber que eso exige prioridades. ¿Qué tal si en lugar de vehículos de lujo para funcionarios de hasta décimo nivel la parte que sea necesaria de tales gastos dispendiosos y suntuarios los convertimos en I + D, por ejemplo?

Amén de ello: ¿aceptaría Ud. poner los libros de honorarios, gratificaciones, sueldos y beneficios extraordinarios, etc., de su alta burocracia ministerial (nada weberiana, hasta donde sse sabe) bajo el público escrutinio de especialistas renombrados del país? Lo mismo podría hacer con las demás canonjías en metálico o en especie de esa nueva clase de ricos súbitos, los de la empleocracia pública, que con prodigalidad 


y esmero se ocuparan de hacer prosperar la mayoría de sus antecesores en Hacienda, empezando por el inmediatamente anterior a Ud., el del desgobierno “castro-bolivariano”, y luguista y tan “revolucionario”. ¡Notablemente todos quieren hacernos creer que cada uno de ellos es el verdadero Eligio Ayala!

El peligro de la metilenización de la UNA
Con estos argumentos nadie pretende justificar supuestas irregularidades presupuestarias en que pudiesen haber incurrido las autoridades de la UNA, si es que existen, aunque no hayan sido investigadas de acuerdo a nuestras leyes administrativas, primero, y jurídicas, después, y además sancionadas y corregidas en y con Justicia. Pero que la ley sea pareja para todos, y que los déficit presupuestarios de su administración, medidos en relación con el PIB, no les sean cargados únicamente a las partes más débiles del aparato de Estado, en términos de maniobrerismo politiquero, y que se acabe el chantaje de los chantajistas a la UNA, porque no la tienen en sus manos...

¿Sabía Ud. que el desgobierno actual de los “azules”, antes de llegar al Palacio de López, incluso, ya estaban planificando “liberalizar” a la UNA, puesto que el actual rector, el Prof. Ing. Agrónomo Pedro González es un afiliado no militante, de largo tiempo atrás, al Partido Colorado, al igual que gran parte de los miembros del Consejo Superior Universitario?

Tras casi dos décadas trabajando en la UNA, ni el rector González, de extraordinaria capacidad para hacer, y tampoco su antecesor, el doctor Darío Zárate Arellano, también colorado, jamás presionaron, por ejemplo, al profesor José Luis Simón G. (¡soy yo!), o a cualquier otro para “coloradizarlo”. Los “castro-bolivarianos” luguistas, en cambio, lo persiguieron laboralmente en otros ámbitos laborales, para matarlo de hambre o rendir su rebeldía por el estómago, pero no lo lograron ni lo logrará nadie, ni siquiera los “líbero-bolivarianos”.

¿Sabía Ud. que, con la excepción del controversial rector interino de triste memoria, Raúl Battilana Nigra, ya fallecido, jamás el suscrito fue presionado por autoridad universitaria alguna y mucho menos acosado autoritariamente a raíz de sus siempre críticas, rebeldes y contestatarias posturas acerca de nuestras políticas pública locales e internacionales?

En cambio, cuando el senador del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Rodrigo Campos Cervera, al que pertenece doble F, y Ud., al parecer, por entonces amigo personal, y de los padres del suscrito, ejerciera la presidencia del Senado y por ende del Congreso, se las ingenió para perseguir a JLSG, no renovándole aviesamente un contrato de Asesor de la Comisión de Asuntos Constitucionales y de Defensa, de la Cámara Alta, ganado por concurso de méritos y aptitudes en una convocatoria del BID. 

¿Por incompetencia o falta grave? ¡No, qué va! Por haberlo criticado públicamente. Esto último se hizo inevitable a raíz de la oportunista intervención del senador Campos Cervera, cómplice en ello con su líder castrista, el también senador Domingo Laíno, en la inafausta coyuntura tan autoritaria, la del felizmente fracasado intento de golpe de Estado que protagonizara el comandante del Ejército, general Lino César Oviedo, en abril de 1996.

El pasado, que no es presente, quiere ser futuro
¿Es que vamos a regresar a tiempos que creíamos felizmente superados, solo que después del sectarismo luguista ahora los Torquemadas son los liberales, coyunturalmente inquilinos, y hasta abril, del Palacio de López? Quien esto perpetra, lo hace a título estrictamente personal, en su condición de ciudadano-soberano indignado, al constatar entre tantas irregularidades los ostentosos vehículos oficiales en que malgasta su presupuesto el Ministerio de Hacienda, para no mencionar sino un solo renglón.



Pero a la UNA se la quiere someter a la prueba de un cedazo de orificios del nano tamaño de la física de las partículas. Si Ud. no escuchó hablar del “Bosón de Higgs” en su vida universitaria estadounidense, hasta el suscrito, que habla al respecto con sus colegas de la UNA, se ofrece para darle sobre la materia un pantallazo no extraído de Wikipedia alguna.


Este escrito, pertenece a uno más entre tantísimos sacrificados profesores investigadores de la UNA, todos orgullosos de serlo, por pertenecer a su cuerpo de profesores, en esa alta casa de estudios que fuera la del egregio maestro de generaciones, don Cecilio Báez, entre numerosísimos más, y de una monumental Serafina Dávalos, por mencionar a una única dama y académica, productos y luces inextinguibles de la educación pública en nuestra Patria.

A un tecno-burocratito como Ud., formado en privilegiadas universidades del exterior, se le exime el deber de conocer tan democrática como ilustre prosapia nacional de académicos, educadores, científicos y servidores públicos, porque sería como pedirle alimenticios y sanos aguacates a una de esas extrañas plantas que no brindan ni sombra, ni frutos, ni aromas, tampoco un verdor especial y no sirven de solaz para nuestras calcinadas aves locales, que como nosotros no padecen ya solo de la canícula, sino del cambio climático.

Y ya que de frutas estamos hablando, y para concluir, permítame decirle que en nada me preocupa el sobrenombre al que se hiciera acreedor entre sus amigos, pero que cualquier “cáscara de banana”, puesta como recorte en el presupuesto de la UNA, mientras la “patria contratista” dilapida a sus anchas los dineros públicos, no es una agresión personal a un docente o a los numerosísimos que se prodigan lealmente a sus estudiantes, sino sencillamente otra de las infinitas nuevas formas de traición a la Patria paraguaya.
Salvo que Ud. demuestre fehacientemente que tales podas en el aporte estatal a la UNA se justifiquen a raíz de la proliferación de irregularidades administrativas de las que, de ser así, Hacienda al menos tendría mucho que explicar en su carácter de cómplice por omisión. Pero Ud., que zonzo no es, aunque en ocasiones mucho se empeñe en parecerlo, sabe que no se trata de eso.

Lo más importante es que nosotros y la ciudadanía sí conocemos las verdaderas profundidad y volumen de sus intenciones, que a manera de los iceberg, en superficie solo muestran una pequeñísima parte. ¡Por lo demás, la UNA no e tiene vocación alguna de Titanic, ni siquiera en el celuloide!

Y bien sabe también que el Paraguay no es aún una auténtica República democrática, con un Poder Legislativo verdaderamente tal y fiscalizador de las cuentas públicas, empezando por las suyas, las del mismo Congreso, y con un Poder Ejecutivo honesto y trepidante y ejemplar administrador del erario público, y ni qué decir, el país cuenta con un Poder Judicial verdaderamente tal, no el que tenemos, uno en el cual una sentencia absolutoria o condenatoria, emanada del más “alto” tribunal del país, cuesta menos que una prenda íntima femenina, destinada a cubrir las partes pudendas bajas de las damas.

Eso al decir de un desbocado politiquero actual, a  quien  entre otros siempre debe escucharse con atención, porque en sus momentos de furia endemoniada, vomita verdades tan verdaderas que ninguno de los por él concernidos, en algún entuerto, se atreve a llevarlo a la “justicia”. Optan por esperar que el escándalo de mañana haga olvidar el del día de hoy.

De nada ministro: este escrito le sale gratis pues no se trata de un negociado, otro más, de consultorías intermésticas, es decir, internacionales y domésticas. Y permítame una nota al pie de página: no se haga Ud. el Eligio Ayala, uno de los pocos estadistas verdaderos de nuestra Patria, educado en escuelas públicas, en el Colegio Nacional de la Capital y en la UNA, esferas todas ellas de donde probablemente saldrán los Eligios y Eligias del mañana, hombres y mujeres.

¡No, no se haga Ud. el Eligio Ayala! Ya tenemos bastante con su “pakova pire” tirado en el camino de la UNA, para tantear hasta dónde llega su capacidad de respuesta, en espera de un presumible proceso de neopartidarización del aparato de Estado, metilena esta vez, como antes y por mucho tiempo fuera neo-colorada stroessnerista, y hasta hace muy poco “castro-bolivariana”.

Daría la impresión que Ud. poco o nada aprendió, donde haya estudiado, acerca de la ética de la responsabilidad. En el posgrado en Ciencia Política, del Rectorado de la UNA, podría ilustrarse al respecto, y sin necesidad de ir a Harvard, extraordinaria universidad norteamericana y para el mundo, sin duda alguna, entre otras razones porque nunca debió soportar acosos como los ahora padecidos por nuestra más que centenaria Universidad Nacional, provenientes en superficie, en este caso, del Ministerio de Hacienda, que a los rufianes todo les permite, y a quienes trabajan esforzadamente por el país les siembra obstáculos injustos e indignos.




JLSG
Asunción, a jueves 7 de febrero de 2013
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Código del artículo: EPPM

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