El testamento de Eloy Gutiérrez M. desnuda la crueldad sin límites del totalitarismo castrista, el modelo del “socialismo siglo XXI”, que Lugo y patota fracasaran en imponer aquí, y por eso el Paraguay no estará en Cádiz 2012

Escribe José Luis Simón G.

La Habana, 5 de marzo de 1960, en una manifestación castrista, de izquierda a derecha:

Fidel Castro, Osvaldo Dorticós, Ernesto “Che” Guevara Lynch de la Serna, Augusto Martínez-Sánchez, Antonio Núñez-Jiménez, William Morgan (norteamericano) y Eloy Gutiérrez Menoyo (español), la plana revolucionaria de entonces, excepto Raúl Castro y los míticos Camilo Cienfuegos y Huber Matos. A fines de ese año Morgan habría sido fusilado, tras juicio” sumarísimo y Gutiérrez iniciaba su disidencia (Foto de AP, reproducida por “El País” de Madrid).

En América Latina y el mundo muchas personas (por ignorancia, y por la gran mascarada ideológica que eficientemente expanden los totalitarios) creen todavía que la “revolución cubana”, el marxismo-leninismo latinoamericano-caribeño es un modelo digno de imitarse, una alternativa donde quiera que los excesos del capitalismo, junto con la innegable riqueza que genera, también exhibe las llagas profundas de la explotación extrema y de la depredación de la naturaleza, esto con efectos cada vez más letales sobre la biósfera.

Sin ninguna duda, librado a las ciegas fuerzas del mercado de la competencia perfecta (que jamás existió en la historia), y sin el imperio de un verdadero Estado de derecho democrático y de justicia, el marco jurídico y político de la sociedad abierta, la acumulación y reproducción ampliada del capital, que se encuentra en la base del capitalismo, dos momentos analíticos de un único proceso arrollador, se convierten en un extraordinario depredador del ser humano y de la naturaleza. Sobre todo cuando se une a la expoliación usuraria del capital financiero mundial, por completo liberado a su voracidad, en la cual la “variable de ajuste” principal es siempre el trabajo, el ser humano, en suma, jamás la tasa de interés.

Esto hace que mucha gente crea todavía en los falsos “paraísos terrenales” del socialismo realmente existente, el único posible, si es totalitario y de economía centralmente planificada, y es en ese contexto que aparece la falsa alternativa del modelo cubano, ahora mimetizado en el “bolivarianismo”, o en su otro rótulo, el de “socialismo realmente existente”, que se quiso implantar aquí, primero a través de la captura del gobierno por un grupo de aventureros “lugo-bolivarianos” quienes, por medio del constitucional y legítimo juicio políticos fueron sacados del aparato de Estado, cuando se disponían a iniciar la fase de la toma del poder por medio de la “violencia revolucionaria”.

De ese peligro, todavía no totalmente, nos escapamos a fines de junio, y por ello padecimos la subversión y represión bolivarianas, que nos “excluyó” del Merc-Unasur, y que ahora impedirá que el Paraguay de la batalla democrática triunfante  pueda asistir a la celebración de los 200 años de la Constitución liberal de Cádiz, a la que sin embargo concurrirán Raúl Castro, Hugo Chávez, José Mujica, Evo Morales, Rafael Correa, CFK, Daniel Ortega y otros gobernantes “democráticos” de la región. El Paraguay y España no se merecen esta indignidad. Tampoco el mundo de la democracia, con Estado de derecho y de justicia, que terminará imponiéndose en la historia, cuando esta terrible coyuntura del presente no sea más que mala memoria.

Pero el peligro no ha desaparecido. La humanidad está convulsionada y su curso dependerá en los próximos años, en mucho, de quién vaya a triunfar en las elecciones norteamericanas del 4 de noviembre, el ya inminente proceso electoral más reñido de los EUA, en los últimos más de sesenta años, y como nunca antes crucial para el planeta. Si triunfa Obama, y esperamos que así sea, se mantendrá la tenue esperanza (lo que no es poco) de su primer gobierno, que sabrá capitalizar la experiencia de su primer casi quinquenio, para establecer sobre bases más sólidas los ideales combinados de las libertades y de la igualdad de oportunidades, de la libre iniciativa y de la responsabilidad social, y dar inicio a la batalla mundial en dirección a la calidad de vida, que debe empezar por el manejo sereno y sabio de las graves crisis internacionales que mantienen desestabilizados a todos los pueblos, gobiernos y sociedades del mundo.

El peligro de nuevas aventuras totalitarias no ha desaparecido en el Paraguay, como tampoco en el mundo. Al totalitarismo comunista (como al nacionalsocialista y al fascista) no se lo vence solo con las armas, las cuales, cuando deben emplearse, tienen que serlo en el marco del Estado de derecho democrático de justicia, fórmula esta tomada del hace poco desaparecido pensador norteamericano John Rawls, por ejemplo. Son necesarias también la sabiduría y capacidad de liderazgo de verdaderos estadistas que gobiernen institucionalmente, y es necesario, más que nunca antes, educar al soberano, el pueblo, una de las grandes promesas incumplidas por las democracias contemporáneas, entre tantas más.

Con esa intención es que esta página ofrece a sus lectores un texto fundamental para entender la tragedia del totalitarismo cubano que todavía subsiste exterminando a diario a su pueblo, en un genocidio silencioso y que no es reconocido como tal. Se trata del testamento político del Comandante Rebelde Eloy Gutiérrez Menoyo (“La revolución cubana está agotada”), en la red con este enlace: http://internacional.elpais.com/internacional/2012/10/26/actualidad/1351255111_911255.html).

Se trata del legado desesperado de un luchador de la talla del “Gallego” Gutiérrez Menoyo, quien al fin de su vida hace un balance terrible de la demencial experiencia “revolucionaria” cubana, y que es también un canto de esperanza a la capacidad humana para salir de sus propios callejones sin salida de la historia, por la vía de plantear las grandes líneas de un modelo humano y eficiente de sociedad, Estado y economía.  Ese texto debe ser leído con una extensión actualísima en la red (http://elpais.com/elpais/2012/10/26/opinion/1351277544_737359.html), que es el artículo editorial del sábado 27  de esa joya del periodismo mundial, el madrileño “El País”, lo que no debe interpretarse como que es perfecto y no comete errores, graves incluso. Pero es un gran diario que en mucho ha contribuido, a lo largo de sus casi cuatro décadas de proficua existencia,  para instalar una cultura democrática que permitió la  transición española a la democracia, que como la UE, hoy está sometida a la dura prueba de la crisis financiera, económica y casi ya de pagos, que tiene menos que ver con los déficit crónicos fiscales de países del área que con la etapa de salvaje capitalismo financiero usurario que se ha expandido sin el mínimo control razonable por el mundo, desde la época de Ronald Reagan y de Margaret Thatcher, con la que se iniciaran las últimas décadas del siglo XX, el de las guerras (Eric Hobsbwm, “dixit”). En el Paraguay no tenemos todavía ni tan siquiera una burda imitación del diario “El País” de Madrid.

También se acompaña a tales materiales, un largo artículo del gran escritor cubano disidente Guillermo Cabrera Infante, y por ello en su exilio europeo-londinense entonces, donde viviera gran parte de su vida, para terminar muriendo lejos de su patria.

Es un artículo periodístico del año 1999, también publicado por “El País”, http://elpais.com/diario/1999/08/27/opinion/935704811_850215.html, y que tiene el durísimo e infamante (injustificado para el autor de esta presentación) título siguiente: “Una metamorfosis que camina”, en alusión directa al Comandante Rebelde Eloy Gutiérrez Menoyo. Demás está decir que Cabrera Infante jamás pasó por las experiencias extremas padecidas por el rebelde luchador que acaba de morir, y que ninguna “larva” (el “Gallego”, para Cabrera Infante), o un mercenario, el más duro de ellos, si se trata de lo último, sería capaz de soportar como lo hiciera a lo largo de décadas Gutiérrez Menoyo, el jefe de la legendaria e independiente columna guerrillera del Escambray, que al inicio de la revolución terminaría uniéndose momentáneamente con Fidel Castro. En su testamento el “Gallego” habla de sus humanos errores, a los que nos referimos también desde esta página en su edición de ayer.

Por último, es doble la intención del editor de contenidos de este “blog” al publicar el extremo y deplorable vituperio politiquero de Cabrera Infante, al que no por ello jamás se debe dejar de leer, dada la calidad tan elevada de su obra literaria y ensayística. De una parte, se trata de un elemental deber de honestidad, el de ofrecer a los lectores una interpretación radicalmente contraria a la que JLSG tiene sobre Gutiérrez Menoyo. Cada uno, con sus personales y plurales lecturas, debe ir formando su propio criterio. La otra razón tiene que ver con exhibir un ejemplo práctico de odio y enfrentamiento sin límites entre compatriotas (el escrito de Cabrera Infante en contra del Comandante Rebelde), que inevitablemente generan los regímenes totalitarios, puesto que necesitan dividir y fragmentar en partículas microscópicas a sus pueblos, para someterlos a sus crueles y sistémicos designios.

JLSG

Asunción, a domingo 28 de octubre de 2012
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Código del artículo: MB82