Escribe José Luis Simón G.
La ciudadanía convertida en Congreso de la Nación paraguaya en la calle. (Foto de Aníbal Gauto, La Nación) |
La
ciudadanía paraguaya, autoconvocada democráticamente, por medio de las
libertarias redes sociales, sin ninguna contaminación de las “úlceras” (Eligio
Ayala, dixit) partidocráticas ni politiqueras,
y enfrentando con contenida indignación, pacífica y constitucionalmente, a la
tradición autoritaria nacional, patrimonialista y prebendaria, además, acaba de
inaugurar una nueva era de verdadera política, de civismo real y participativo,
que, en lo inmediato, significa aquí un serio revés para los “parlamentarios”
del pasado, quienes, “legislando” en función de sus intereses sectarios, quedaron
aislados por completo del pueblo. Pero cuidado, Fernando-Armindo (poder ejecutivo
= desgobierno), y Víctor Núñez (dizque corte suprema de justicia, en minúsculas,
también), porque la iniciativa cívica del 29 de Mayo es en realidad una inmensa
purga democratizadora, para que los poderes fácticos del aparato de Estado se
conviertan en Poderes de un Estado de derecho democrático.
El líder comunero (Fuente: desconocida) |
Monumento a los Comuneros, en la
Escalinata José Antequera y
Castro en Asunción (Foto cortesía de Jorge Rubiani, copiada de la
red) |
La Libertad Iluminando al Mundo (Fuente: desconocida) |
La imponente movilización cívica, que se está
extendiendo por todo el país, con su límpida e iluminadora llama, ardiendo en
defensa de las instituciones del Estado de derecho democrático, es una contribución
actualísima de la tierra de los Comuneros
del Paraguay (tan promisoriamente estudiados por don Viriato Díaz-Pérez, el
gran Maestro español al que el Paraguay enamorara por siempre, y el historiador
compatriota, Roberto Quevedo, entre otros) a la Estatua de la Libertad que Ilumina el Mundo, desde la entrada
noratlántica a Nueva York.
Los
destellos de esa libertad esclarecedora, enrojecieron de sangre en todo el
mundo, en diversas épocas, dondequiera la ciudadanía se irguiera en defensa de
sus derechos fundamentales, como ocurrió en la Plaza de Tiananmen, en Beijing
(China continental), también en un Mayo alborear, de décadas atrás, cuando los
jóvenes chinos disidentes enfrentaron desarmados, pero inflamados de dignidad,
a los masacradores tanques de un denominado Ejército
Popular, totalitario, otro más del mundo contemporáneo.
Acostumbrados al lucrativo negocio de la
politiquería
y a la sensualidad de los placeres de quienes nunca fueron servidores públicos,
en su gran mayoría, al igual que otros “servidores públicos” los
“parlamentarios”, diputados y senadores, por ello también estaban destruyendo a
nuestra nación y minando a la República, y se disponían a perpetrar otro acto criminal
de lesa democracia, al haber logrado semanas atrás la sanción de legislativa,
para que la supuesta justicia electoral,
una vez más, robara al cada vez menos tesoro público. El poder ejecutivo,
oportunistamente vetó la ley y por ello regresó al “congreso” y obtuvo
nuevamente la sanción de “diputados”, y estaban a punto de lograr lo mismo en
el “senado”.
No contaban con la vigilancia cívica de
nuestro pueblo, que dijo ¡¡¡basta!!! por medio de un tsunami
pacífico y democrático
Sin distinción de banderas partidarias,
y defendiendo la enseña patria, como en otras épocas de nuestra historia, esta
vez, “el común o pueblo”, ejercitando su voluntad consciente y libre, la de una
ciudadanía en acelerado proceso de constitución, con su movilización patriótica
y no patriotera, enfrentó a los déspotas del Poder Legislativo, et alii poderes faranduleros, y no a ese
poder auténtico que debe ser el de la Nación organizada jurídica y
políticamente como Estado de derecho democrático, real y palpitante, y no de
“democracia” de mera, pésima o baja calidad y/o intensidad.
Por
decisión de un pueblo cansado de ser mero habitante y sufriente espectador de
tantas tropelías de parte de sus autoridades, una ciudadanía en ebullición, y
respetuosa de la Constitución, sin la menor violencia puso en su lugar al poder
legislativo de los partidócratas oportunistas y viles traficantes de
influencia, mientras el pueblo no tiene recursos, por ejemplo, para atender a
sus enfermos de cáncer (ir al vídeo: http://www.abc.com.py/multimedia/cancer-en-el-paraguay/)...
El desgobierno-de-desunión-nacional, el de
Fernando-Armindo-Lugo-Méndez, el lu(go)jurioso
presidente-de-ya-ningún-paraguayo, el que incluso entregó nuestra soberanía al
intervencionismo indignante y oprobioso de Ushuaia
II, por oportunismo politiquero había vetado la “ley” del robo público de
los partidos al pueblo, para desacreditar todavía más a un legislativo
deplorable, en el cual los luguistas son absoluta minoría. También lo hizo,
porque ese robo iba a financiar sobre todo a los “correligionarios” opositores,
algo muy peligroso en pleno proceso electoralista, y muy en menor medida a sus
escuálidas huestes de caviarnícolas
locales (deglutidores de caviar y cavernícolas totalitarios).
Total,
Lugo tiene las cajas mágicas y sin control de las binacionales Itaipú y
Yacyretá, y de los grandes negociados del aparato de Estado, algunos de los
cuales cuentan con la complicidad de la sede en Asunción del PNUD, para evadir
los controles de Contrataciones Públicas, y de muchos otros negocios ilícitos,
entre los cuales no sería raro encontrar vínculos con el crimen organizado
internacional, filial Paraguay.
Los
ciudadanos comuneros paraguayos,
hombres y mujeres, saben muy bien que la verdadera democracia no es la
bolivariana, sino la del perfeccionamiento sistemático y permanente de las
instituciones, bajo control de la ciudadanía, y es por eso que este 29 de Mayo 200+1, es doblemente
histórico: porque significa el triunfo de la voluntad democrática de nuestro
pueblo, que así manifiesta no desear ningún aventurerismo “revolucionario” y
populista. Ya veremos que la receta paraguaya de la democracia de ciudadanos y ciudadanas, se expandirá por la región,
como un aporte nacional a la tan desvalida y vapuleada, como distorisonada y vaciada
de contenido, democracia latinoamericana.
Falta todavía destrabar las listas
electorales
por completo, y tantas otras medidas políticas de bien común. Necesitamos
limpiar al poder judicial de la verdadera mafia allí empotrada, para contar con
un auténtico Poder Jurisdiccional, y un Ministerio Público, e integrarlos no politiqueramente
después del juicio político a los ministros de la corte –en ella nadie se
salva– con todas las garantías constitucionales, y no para “pulverizar” a la
corrupta dictadura supuestamente judicial que nos oprime, como en su momento
llevara a cabo el tendota-í de
Nicanor Duarte Frutos, quien con pena y sin gloria vegeta por ahí, en su
ostracismo cívico, de indigno nuevo rico ex presidente del Paraguay. Debe
hacerse lo mismo con la “justicia electoral”, la “contraloría”, la “defensoría
del pueblo” y otros órganos extra poderes.
Es
la hora de formar una amplia coalición democrática y nacional, con auténticos y
comprobados líderes cívicos, novísimos, nuevos y más antiguos, sobre una base
programática seria y realista, y sin ninguna concesión al “cuoteo” politiquero,
entre gentes sin afiliación y los pocos líderes partidarios que han sobrevivido
al desprestigio causado por la voracidad sin límites de sus correligionarios.
Esta
será la causa nacional, patriótica y democrática, del pueblo paraguayo camino a
las elecciones generales de 2013. En esta época de grandes desafíos, y en un
año de redobles libertarios e igualitarios en términos de oportunidades, el
renunciamiento histórico de quienes se consideran líderes deberá ser la norma y
no la excepción, y siempre bajo la atenta mirada del soberano el pueblo, que
está abandonando su letargo tan prolongado.
El 29
de Mayo de 200+1 hunde sus raíces en las luchas y doctrinas de la
soberanía popular de nuestros comuneros,
y es la continuidad histórica del proceso independentista y republicano que
dura entre 1811 y 1813, y que abruptamente fue interrumpido por la “dictadura
provisoria” de 1814, la que en 1816, el doctor Francia convirtió en perpetua
para sí, autodefinido como ser-sin-exemplar.
Hunde también sus raíces en todas las luchas libertarias y democráticas del
pueblo paraguayo a lo largo de nuestra historia por instaurar un verdadero
gobierno de las leyes, la única protección de la libertad de los seres humanos
y de la posibilidad de progresar en paz.
El
29 de Mayo de 200+1, si todos nos
convertimos en activos participantes y vigilantes de nuestras instituciones
políticas, significará el real inicio de la transición democrática en el
Paraguay del presente, que se abre como posibilidad, hasta ahora frustrada, gracias
a la apertura política de 1989, bastardeada por tanta incompetencia y
corrupción politiqueras, que impidiera la fundación y puesta en marcha del
Estado de derecho democrático en nuestra patria, para convertirnos en
contemporáneos del siglo XXI en materia política. El 20 de abril de 2008
aprendimos que la mera alternancia en el gobierno no significa real alternativa
política para el bien común. Que converjan la alternancia con la alternativa es
la tarea de la hora.
JLSG
1 comentarios:
Por que le tienen al derechista Lugo como izquierdista o bolivariano?no era que en la plaza nos reuniamos sin banderias politicas ,sin tener en cuenta las ideologias politicas?solo seriamos paraguayos que ya haaaaaaace mucho tiempo estabamos cansados de estos ladrones.
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