Gracias
a las más de 300 personas que de inmediato respondieron a la
convocatoria de esta página abierta a todos los vientos de las
ideas, creaciones y de búsqueda en libertad, siempre por el camino
del debate sin anteojeras, y del respeto a la ley legal y legítima,
de nuevos caminos para la humanidad, empezando por nuestro Paraguay,
que ya está cansado de su error tanático, el del enamoramiento del
infortunio (parafraseando a Augusto Roa Bastos), les agradezco la
estimulante acogida que dieron a esta humilde nueva puerta al futuro,
desde nuestro palpitante hoy, en el que se condensa la herencia local
y la mundial, de la que habremos de escoger lo que nos humaniza, para
mejorarlo, si cabe, y desechar lo comprobadamente fracasado, como la
intolerancia de la “ingeniería histórica”, con sus secuelas de
injusticias, los totalitarismos políticos e ideológicos y el de los
“mercados” financieros sin regulación alguna en el mundo.
Gracias
por haber respondido a este llamado de todos y a todos, que también
puede interpretarse como el sentirnos parte de una sociedad mundial,
desde la local, con nuestra rica historia de identidad nacional, sin
la degeneración del patriotismo en patrioterismo, que sólo así
puede hacer aportes a la diversidad cultural que debemos resguardar,
urbi et orbi como se dice en Roma, y beneficiarnos también en
tal intercambio. En fin, el sentirnos uno-en-la-diversidad, y
enriquecernos con la-diversidad-en-cada-uno, nos convoca a
abandonar egoísmos inveterados y a optar por el desarrollo de lo
propio individual que no existe sino en lo social. Y todo por la vía
del diálogo en las redes y en lo institucional, en las avenidas
siempre en construcción en la historia, todo lo cual no es sino la
búsqueda bienintencionada y práctica de los consensos
fundamentales, en el Paraguay y el mundo, para adoptar decisiones por
mayoría y respetuosas de las minorías, en los asuntos de valores y
políticas públicas de mayor importancia para todos. En cuestiones
de valores, debe recordarse, la mayoría no manda, porque el criterio
del número no es uno de verdad. A todo esto nos sumamos, invitando a
quienes quieran brindarnos sus aportes. Todo sin intereses
subalternos.
El
recién nacido digital que firma esto, les pide también comprensión,
porque todavía no responde a todos los mensajes recibidos, mientras
hace su aprendizaje en cuestiones de redes, y les solicita que sigan
visitando esta página de todos, para todos y con todas, y les aseura
que a medida que avance en las redes de la galaxia internet, y
sin olvidar la galaxia Gutenberg, empezará a responder a
todos y cada uno. ¡Si es necesario recurriremos a señales de humo,
al principio! Estén atentos pues.
JLSG
Asunción, jueves 17 de mayo de 2012
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