Escribe José Luis Simón G.
García, de la generación de totalitarios regionales, quienes
desde fines del siglo XX utilizaron las transiciones a la
democracia,como un momentáneo paso atrás, para dar dos
saltos hacia el totalitarismo. Tiene ínfulas de “bandeirante”
neo-totalitario, es decir, de exterminador del Paraguay,
en el que ni siquiera sus siervos “revolucionarios”
locales son de confiar por corruptos, oportunistas e
incompetentes (Fuente: “abc”).
Los paraguayos podemos sentirnos contentos y agradecidos a su Eminencia gris Reverendísima y Excelentísima: Marco Aurelio ya sentenció, “urbi et orbi”, desde Planalto, que las “elecciones fueron limpias” en nuestro país. ¡Estamos salvados: somos “democráticos” nuevamente y dignos de amistarnos con el demente senil de poder, Nicolás InMaduro. Además, pontificó: la reinserción del Paraguay en el Merc-Unasur será un hecho el 15 de agosto, cuando asuma el presidente electo Horacio Cartes. Si MAG lo dice, así será. Marco Aurelio no solo es el poder detrás del trono de Dilma, la que aparenta ser una presidenta monja, aunque más tiene de la desenfrenada porno Cicciolina politiquera, pero sin la honestidad de esta, cuando desea demostrar que es poderosa, ella, la sierva de Lula y de su patético paje MAG, bufones ambos del exterminador de vida, Fidel Castro Ruz, en el inevitable ocaso de la suya, por lo cual está buscando un final “wagneriano” en su país, la región y el mundo, con diluvio de sangre, muerte y destrucción. Sin él el mundo no merece sobrevivir…
También, y por primera vez, hizo pública una todavía suave crítica a su
incompetente en grado sumo ex soldado, el desgobernante Fernando Lugo, cuando
aseguró que su destitución (imperdonable traición del obispo apóstata a la
causa “revolucionaria”) fue el resultado de las omisiones, perpetradas durante la
fugaz y catastrófica estadía de tal Monje Negro en el Palacio de López. Con
aires de déspota, lo que no le cuesta mucho, García ¿explicó? que el ex presidente
aprendiz de “bolivariano” del Paraguay llevó a cabo importantes cambios… ¡económicos!,
pero que no supo construir poder, el fetichismo de los totalitario. “(Lugo) en
el momento del golpe (lo) aceptó en cierta medida, aunque después cambió de
posición”, sentenció con su infalibilidad de rigor, el sumo revolucionario de
principesca vida que es el truhán de Marco Aurelio, digno colaborados del
Alibabá brasileño, Lula, solo que de 4000 ladrones de guantes y cuellos blancos.
Todos con las bendiciones del terrorífico y terrorista Castro.
Además, el
inconmensurable MAG advirtió a las microscópicas fuerzas izquierdistas
paraguayas que fue “muy malo” que se dividieran. ¡Tiemblen los
“revolucionarios” paraguayos! Fueron advertidos por este “sabio” del mal que
tres candidaturas de izquierda en un momento defensivo, “es inadmisible”. También
informó este otro aprendiz latinoamericano de Stalin, solo que todavía sin el
poder necrófago del georgiano, que los totalitarios de la región condenaron
enérgicamente la incapacidad de los (¿revolucionarios?) paraguayos para “ponerse
de acuerdo” en la lucha por el poder, algo que tanto ambiciona Aníbal Carrillo
Iramain. Agregó en tono crítico: “¡no se pusieron de acuerdo por cuestiones
menores!”, ni siquiera eran “¡de fondo”!, susurró, lo que en las sentinas
totalitarias locales tuvo el efecto de un rayo del Zeus olímpico.
Desde su cumbre de “sabiduría
revolucionaria”, además, MAG, manifestó que “no tiene sentido” que el Mercosur
acepte ahora a Paraguay “gobernado por un gobierno que consideramos ilegítimo”:
es inapelable, si él lo dice. Esa “fue la razón por la que lo suspendimos tanto
del Mercosur como de Unasur”, argumentó sin rubor alguno el asesor de Planalto,
retorcido admirador de Lenin, el padre objetivo del stalinismo. Agregó que lo
de la sumisión de Horacio Cartes a ellos “se resolverá en agosto”, y anticipó
que aceptaría “estaría bien, si hubiera una fórmula para resolverlo antes”,
pero no cree que exista. Y eso que los del Merc-Unasur necesitan resolver sí o
sí este Waterloo, para lo cual es imprescindible la ya comprometida sumisión
del Paraguay.
Confirmó igualmente lo que ya se supo
aquí desde un primer momento, después del domingo 21, por medio de las redes,
que “de parte de Cartes hay una decisión por resolver incluso la cuestión
Venezuela, pero si no lo resuelve no es un problema nuestro, es un problema de Paraguay”.
Sentenció inapelable: “Paraguay ingresa hoy a un bloque que está compuesto por
Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela”. Para el castro-lulista y enemigo del
Paraguay, lo anterior pasa por el reconocimiento de Cartes al “presidente”
Maduro, algo que ya da por descontado y tiene razones, no meros deseos para
hablar así.
Con la infalibilidad de un papa de la
Inquisición sostuvo que, con la izquierda dividida y el fracaso del desgobierno
liberal de Federico Franco, por inercia histórica se hizo inevitable el regreso
del Partido Colorado al Ejecutivo del Paraguay. Para García, esto no es una
señal del comienzo del fin de los gobiernos “progresistas” en la región: “lo
que sucedió (en las elecciones del domingo 21 de abril) obedece a una situación
exclusiva de Paraguay”. ¿Quién se atrevería a discutirle a una eminencia tan
brillante como es Marco Aurelio, alguien tan humilde como su históricamente
imperial nombre de pila?
“BANDEIRANTE”, MAQUIAVÉLICO Y TOTALITARIO
“[...] Marco Aurelio García es maquiavélico. No en el juicio que
los enemigos hacen de él, al criticar su doble actuación como asesor especial
del gobierno Lula y vice-presidente del Partido de los Trabajadores, […]. Marco
Aurelio, él mismo (y también lo hacen sus partidarios), se dice maquiavélico en
la forma como conduce su relación con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva: ‘Procuro
estar cerca del príncipe, pero no verlo todo el tiempo’, explica, aludiendo a
Nicolás Maquiavelo, pensador florentino del siglo XVII”.
Es lo que escriben en
la presentación de la entrevista que les concediera a los periodistas Flávia
Tavares e Ivan Marsiglia, publicada en el influyente matutino “O Estado de São
Paulo” (2003), pero de gran actualidad e importancia aún.
(Párrafo de JLSG: lo
del maquiavelismo era en los tiempos del “revolucionario del mensalão”, Lula em
Planalto, como lo es hoy, en los de la nada “mosquita muerta” Dilma Roussef, agresora
impenitente del Paraguay democrático y rastrera servidora de su “gurú”, Fidel Castro,
el genocida siglos XX y XXI, y hasta de su títere, el extinto Hugo Chávez, y
ahora del actual monigote, el “presidente” Nicolás Ilícito, Ilegal y
fraudulento InMaduro).
“El ‘profesor Marco
Aurelio’, el MAG, como también es llamado en el Palacio del Planalto, (Nota de
JLSG: y eso alimenta su vanidad de ser el ‘cerebro internacional detrás de
Lula’) llegaba a encontrarse con su jefe ‘cinco o seis veces por día’ […]”.
Ahora parece que Dilma
necesita de más dosis diarias de MAG,
para tranquilizar su ansiedad de inexperimentada en lides planaltescas, lo que
sin buscarlo le resultó de provecho, pues siendo una auténtica Borgia, cuando
de venenos y puñales se trata, en el Brasil y el exterior vende la imagen de
una adorable “novicia rebelde”.
En sus años de
implacable “eminencia gris” de Lula, en lo ideológico-totalitario, aunque él
siempre lo afirmó/negó, el MAG (quien a diario contradice a la lógica
aristoteliana, al demostrar que se puede “ser y no ser al mismo”) disfrutaba
cuando le preguntaban si despertaba los celos en Itamaraty, del entonces
también obsecuente y tan fino canciller Celso Amorim (el que se ruborizó con la
plebeya falta de protocolo de la siempre audaz, y con frecuencia ridícula,
Leila Rachid, entonces canciller de Nicanor el “chavista”, al invitarla ella a
sambar, en plena recepción itamaratytesca, y en Río nada menos), y del
secretario general de la Casa de Rio Branco (hasta mediados del año pasado, el
termocéfalo y autocrático Samuel Pinheiro Guimarães, una suerte de comisario
ideológico de los múltiples KGB que pululan en Brasilia desde hace ya cerca de
tres lustros.
Lo mismo ocurre hoy
con el también muñequito de goma del PT, que es el siempre atildadísimo
canciller actual Antonio Patriota, quien a diario, las 24 horas del día, pareciera
recién salido del “coiffeure”, para envidia de la fauna siempre tan cuidadas y
cuidados, de “lobas” y “lobizones” de Brasilia, ninguna/o de la/os puede hacer
lo mismo… Y eso que se trata de muy experimentada/os dama/os de compañía,
cortesana/as todo servicio, de monárquicas camas negras con lujosos
baldaquinos, sábanas negras de seda natural china, y los juguetitos al uso,
incluyendo tríos, cuartetos y hasta cameratas de acompañantes, quienes sin la
inteligencia del MAG recurren al argumento irresistible del “sexo total”,
enrolados como están en las huestes de la lucha contra la pobreza en Brasil.
El MAG “[…] Se define
como ‘consejero’ especializado en asuntos de América Latina y parece
comprometido, hasta la médula, en una polémica justificativa de los
voluntarismos de Hugo Chávez: ‘Él es consecuencia, no causa de la inestabilidad
en Venezuela’ […]”. (Comentario de JLSG: ¡Qué cinismo el de este “bandeirante” Marco
Aurelio, de extrema izquierda, “light” por sus hábitos de vida más burgueses
que el más burgués del mundo, y que supera incluso en tales excesos a los de
los principales narcotraficantes del planeta, quienes desde hace mucho tiempo “privatizaran”
los cielos, rutas y cursos navegables del Paraguay, empezando desde la época de
Stroessner, y cada vez más poderosos!).
Marco Aurelio (78) es
natural de Porto Alegre (Río Grande del Sur, RGS), y es un alegre viudo
“revolucionario”: ¡el sex-appeal del
poder y sus nada proletarios beneficios!, y con un hijo ya mayor. En otras
palabras, tiene todo el tiempo del mundo para maquinar “operaciones
encubiertas”, y no tanto, como la descarada intervención de Planalto-Itamaraty
en el Paraguay, cumpliendo órdenes del genocida del Caribe, Castro. A la hora
que sea, incluso si debe dejar abandonada a una insatisfecha compañera de cama
en plena noche, si solo se trata de un normal comercio de sexo en pareja.
MAG orientó, y lo secundó
en sus actividades intervencionistas al entonces canciller Nicolás Maduro,
indigno de volver a pisar tierra paraguaya hasta que haya sido juzgado (con
todas las garantías del derecho internacional de los derechos humanos,
privilegio que no brinda a quienes persigue totalitariamente), condenado y
cumplido la sentencia, por haber intentado desatar una guerra civil en la
Patria paraguaya, siguiendo órdenes también del dictadorzuelo Hugo Chávez,
hasta ayer nomás el “bienamado” del “totalisaurio” del Caribe, Castro, y hoy,
apenas a meses de su fin aquél, diluyéndose en la nada, sin poder,
bravuconerías ni dólares manchados de sangres democráticas.
Como tantos otros de
su generación, estudio leyes y filosofía en la Universidad Federal de Río
Grande del Sur (UFRGS), y después en la Escuela de Altos Estudios y Ciencias
Sociales en Francia. Fue militante del Partido Comunista Brasileño, y sus
“duros” años de exilio los vivió entre Santiago y París durante la dictadura
militar brasileña, incomparablemente más benigna que cualquier totalitarismo,
incluso el más “light” de ellos. Mucho después estudiaría historia en la
Unicamp, la universidad del PT cerca de San Pablo. Y a partir de fines de los
años de la década de los setenta, se acercó a Lula y al PT, hasta llegar con él
a Planalto, en 2002. Entonces inició su propia saga de “bandeirante”
totalitario, con pretensiones, nada menos, que de convertirse en ¡el mbareté
del Paraguay!
Con sus siempre
soberbias declaraciones sobre la Patria paraguaya, pretende decir que es el
nuevo déspota del Paraguay, este intruso que en cualquier momento aparecerá en
las listas de los investigados por corrupción pública en el Brasil… En nuestro
país sus dos ordenanzas locales (¡de Lugo no quiere oír hablar!) son Gustavo
Codas (el “trosko” y oligarca ex director ejecutivo petista-brasileño por el
Paraguay: 2009-2012) y el bueno para nada, excepto para lamer delicadas suelas
de los zapatitos de las elites castro-chavistas, Jorge Lara Castro, el
canciller “bolivariano” que padecimos hasta junio de 2012, el de la entrega de
la soberanía paraguaya al entente merc-Unasuriano de Montevideo, en diciembre
de 2011, junto con Lugo, en el teatro montado por él nunca arrepentido
terrorista tupamaro José Mujica, exhimio maestro en el arte de la simulación, y
genio en la tradición de la peor parte del Uruguay, la de clavar puñales en la
espalda de la víctima indefensa.
SOBERBIO DÉSPOTA DE PLANALTO
¿Quién se cree que es este petulante seudo revolucionario, pero terrible
en las consecuencias de sus actos y omisiones, uno de tantos nuevos ricos de la
politiquería “socialismo siglo XXI”, con gustos y poses de abyecto absolutista,
quien bendice como “democrático” el golpe Castro-InMaduro en Venezuela, para
atreverse a decirnos a los paraguayos que estamos a punto de volver al exclusivo
club de la democracia “bolivariana” en la región, gracias a él y a los
pandilleros del PT, en Planalto e Itamaraty, y a los rufianes del travestismo
geopolitiquero del Merc-Unasur. Esto, cuando el “socialismo siglo XXI” ya dio
inicio al proceso de su crisis terminal, que se profundizará y acelerará con el
próximo logro de la medicina castrista, cuando sus médicos maten al sanguinario
Fidel Castro, si antes una insurrección popular con respaldo militar no pone
fin a su imperio del mal.
¿De dónde saca este rastacueros, su vocación
“profesor” de intervencionismos neoimperialistas en el Paraguay, sobre todo, y
quien por la ultraideologización castro-chavista de las políticas regionales
del Brasil convirtió, a la “sexta potencia” económica del mundo, en el
hazmerreír del planeta al haber subordinado a Planalto e Itamaraty a las
locuras de Chávez? Este, voluntariamente (al poner su salud en manos del
satánico Castro) acaba de legar un nuevo capítulo terrible, a la interminable historia
universal de la imbecilidad y violencia, que es la grotesca figura de ese
sicópata de Nicolás Maduro, próximo a convertirse también en genocida de su
pueblo.
Solo la idiocia de
alguien como García, y la de su jefa aparente, Dilma, pueden atreverse a decir
que el Paraguay, a partir del 15 de agosto, se reinsertará al Mercosur, que
fuera el emblemático proyecto subregional de integración, al que mataron
definitivamente con la suspensión (nula de toda nulidad) de nuestro país, el único depositario fiel de los ideales, legalidad
y legitimidad de lo que alguna vez fuera el Tratado de Asunción. Son Argentina,
Brasil y Uruguay quienes deben solicitarnos a los paraguayos su reingreso a un
nuevo Mercosur, el que como primera medida suspenderá la incorporación de
Venezuela en el esquema de integración, logrado con vicios insanables de
nulidad, que lo convirtieran en un engendro anómico, imposibilitado por ello de
tener legal y legítima vida jurídica, política y diplomática internacional.
Que califique a Lugo
y a su soldadesca neo totalitaria (la local “izquierda” caviar-nícola, la de
deglutidores de caviar y cavernícolas en lo político-ideológico) como le plazca, ya que todos integran ese
muladar de promiscuidades inhumanas, de las más variadas procedencias e
intenciones, que es el castro-bolivarianismo, al que ya en sus inicios
enfrentamos desde la prensa, las redes, la cátedra y los más variados y
plurales foros de ciudadanos democráticos.
Tan intoxicado de sus
propias heces ideológicas está el asesor de Lula, y después de Dilma, que no
considera que el “progresismo” del totalitarismo castro-chavismo haya iniciado
ya su fase de descenso y fragmentación, que le conducirán inevitablemente a la
desaparición.
Al “bandeirante” neo
imperialista Marco Aurelio García le corremos traslado de algo que desconoce
por soberbio: ni aunque lo haya decido el mismísimo Cartes, el Paraguay no
solicitará su readmisión al Merc-Unasur, y tampoco reconocerá al régimen
represivo de Maduro. ¡Porque el pueblo de la Patria paraguaya no someterá su
seguridad, defensa, soberanía, independencia e intereses del Paraguay a las
locuras del neo totalitarismo castro-chavista. ¡Colaciónese engendro
neoimperialista, MAG!
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