El Partido Colorado es el que concibe la política del principio Cristiano de la projimidad
GalAverno: así lo he bautizado, y por sobrados
méritos propios, al senador lista sábana “colorado” (en realidad es
“galAvernista”), de nombre Juan Carlos, consuetudinaria y
oportunistamente oficialista entre los oficialistas. Antes de 1989 fue
“neocolorado stroessnerista”, y después
del derrocamiento del “tiranosaurio”, también oficialista sin solución
de continuidad, entre los colorados reciclados “neodemócratas”, y como
sus primos hermanos en oportunismos varios, los totalitarios locales de
“izquierdas”, caviarnícola (otro neologismo que significa deglutidor de
caviar, y cavernícola, esto último politiquero-ideológicamente), según
corresponde a la especie de partidócrata a la que pertenece por
indiscutibles malas artes propias, sobre todo la traición y su grito de
tripa gorda: el fin justifica los medios...
Siempre fue
oficialista stroessnerista antes de 1989, excepto en un breve periodo de
“disidente” (cuando el régimen lo hizo a un lado por considerarlo un
zancudo insignificante), lo que ocurriera en la “hora final” del
dictador (politiqueramente hablando) y cuando ya era manifiesto que
Stroessner todavía reinaba, cada vez más senil, por la fuerza de la
costumbre que había impuesto el dictador, y que era el resultado del
miedo institucionalizado, por el ejercicio de la fuerza bruta sin
piedad, que es “el derecho de las bestias”.
También fue
siempre oficialista politiquero pos 1989, cuando se vuelve GalAverno, y
quien a partir de entonces hiciera una meteórica carrera
triunfal
hacia una fortuna fraudulenta (como fraudulento es él) y hacia el oropel
del poder, que en realidad no lo tiene (no logró “rejuntar” a cinco mil
de sus “correligionarios” el 10 de mayo pasado, teniendo todo el dinero
de Cartes y además el financiamiento del tesoro nacional, por diversos
conductos) y al que jamás llegará, lo que presiente, y por eso tan
intensamente se sobreactúa en los últimos tiempos, para que de tanto
estar en los medios, la gente crea que él es el poder detrás del
¿trono?, el de Cartes.
En realidad Gal-Averno es un gato viejo
y mañoso, no montés sino de las noches y sordideces de este pueblo
grande que todavía sigue siendo Asunción, solo que cada vez más
deteriorada, sucia, violenta… Como tal felino, de garras y dientes que
ni para cazar mariposas, todavía sigue aullando con tono de falso
barítono, y mucho ruido hace para ocultar su endeblez por medio del
artificio de aturdirnos, con esa bien modulada voz de actor telenovelero
y sin pánico escénico. Este lo fue perdiendo a medida que trepaba en
“nuestra transición” de tan pero tan baja calidad (debido a los
oficialistas y oposicionistas de todos los colores e ideologías), que se
convirtió acaso en el principal referente politiquero del coloradismo,
en apariencia, porque él es puro y solo galAvernismo…
En el vídeo que comparto con Uds. GalAverno actúa como siempre, y dice y hace barbaridades como las siguientes:
• Fuma en el Congreso, estando prohibido…
• Satiriza con mal contenida agresividad, dirigiéndose a una joven
periodista de “abc”, porque cuanto más débil es su contrincante, más
“valiente” se vuelve él…
• Afirma que el Partido Colorado no necesita lavarse la cara ni los pies, porque es sinónimo de projimidad cristiana…
• Defiende al “reptor” Froilán Peralta, de su grupo de amigos
politiqueros, como lo que es: un “seccionalero” de la época
stroessnerista, a quien desea convierta a la UNA en una seccional
colorada, un “templo de projimidad” cristiana…
• Confiesa que su
“verdadera” profesión es la de “seccionalero” colorado, aunque no ha
renunciado a sus dieta e ingresos “parlamentarios…
En suma: en
el mediano y largo plazos, politiqueros como GalAverno son más
peligrosos que los narcoterroristas que pretenden Exterminar al Pueblo
Paraguayo (EPP). Es que patologías como esta organización de sicarios
ideológicos, también del genocida Castro, son fruto, por defecto, local y
principalmente, de la politiquería de politiqueros partidocráticos,
quienes por eso son más terroristas que los del mal autodenominado
“EPP”, porque las injusticias, el tráfico de influencias, la expansión
de la pobreza y de las desigualdades constituyen el caldo de cultivo
donde nacen y proliferan los
Narcoterroristas.
Asunción a viernes, 20 de junio de 2014
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