Escribe José Luis Simón G.
Instante en que llegaba al Hospital de Concepción un integrante de las
Fuerzas Armadas herido por un grupo del narcoterrorista grupo autodenominado
EPP, en la zona del asentamiento 5 de Arroyito, Horqueta, en el departamento de
Concepción. Otro oficial militar fue muerto y uno más herido, en la
oportunidad. Sobre los narcoterroristas no se reportaron bajas (foto de “abc”,
de mala resolución tomada desde un teléfono movil).
Para su
política de inseguridad, el presidente Horacio Carte$ cuenta con la eficiente
complicidad de su ministrito del “Interior”, el ex fiscal del crimen y ex
titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD), Francisco José Vargas. Este, una nulidad absoluta para el
cargo, y continuar así, sin el menor pudor, es muy eficiente para ocuparse de
contratos leoninos de amistades y correligionarias en su ministerio. Lo mismo
ocurre con los “comandantitos” de las FFMM (Fuerzas Militares) y de la PN
(Policía Nacional), y de los actuales ministritos de “Defensa” (general retirado
Bernardino Soto Estigarribia), y con el Secretario Permanente del Consejo de la
Defensa Nacional (general retirado Máximo Díaz Cáceres). Desde el desgobierno
del colorado Nicanor Duarte Frutos (hoy embajador del Paraguay ante la Casa
Rosada) todas estas instituciones fueron y siguen infiltradas por agentes de
los servicios de inteligencia de los regímenes totalitarios del castro-chavismo.
Se hace
referencia al “profesorado” gubernamental de Morales, que ejercería
metafóricamente, por pedido del neófito total en actividades políticas y
públicas, Carte$, lo que este le solicitara en diciembre pasado cuando lo
visitó oficialmente en el Palacio Quemado de La Paz, a uno de los
desgobernantes integrantes de la patota neo totalitaria castro-chavista
regional, que persigue supuestamente el “socialismo siglo XXI”.
La banda de narcoterroristas autodenominados del EPP, debe ser la mejor protegida por las sucesivas autoridades “nacionales” encargadas de hacer cumplir la Carta Magna y las leyes, en materia tan crítica como la lucha antiterrorista que debe realizarse sin violación de los derechos humanos. Pero tampoco sin el respaldo de los sucesivos desgobiernos de Duarte Frutos (2003-2008), de Fernando Lugo (2008-2012), a quien sucediera después de su destitución constitucional, el presidente Federico Franco (2012-2013). Y lo mismo ocurre con el desgobierno de Carte$, sometido a las órdenes de La Habana, Brasilia y Caracas, sobre todo, en cuestiones de políticas internas y externas.
La banda de narcoterroristas autodenominados del EPP, debe ser la mejor protegida por las sucesivas autoridades “nacionales” encargadas de hacer cumplir la Carta Magna y las leyes, en materia tan crítica como la lucha antiterrorista que debe realizarse sin violación de los derechos humanos. Pero tampoco sin el respaldo de los sucesivos desgobiernos de Duarte Frutos (2003-2008), de Fernando Lugo (2008-2012), a quien sucediera después de su destitución constitucional, el presidente Federico Franco (2012-2013). Y lo mismo ocurre con el desgobierno de Carte$, sometido a las órdenes de La Habana, Brasilia y Caracas, sobre todo, en cuestiones de políticas internas y externas.
Cartes: ud.
dijo hace poco que por un muerto no se puede hablar de inseguridad… Días antes
del último atentado de los narcoterroristas del EPP, en la periferia de
Asunción había sido asesinado un valiente y laborioso joven paraguayo, por
defender a la hermana, de los motochorros que intentaban robarle el celular… Basta
con un solo homicidio de tal naturaleza para que la ciudadanía clame por
seguridad, que es un mandato constitucional a ser cumplido por el Poder
Ejecutivo.
Y no se trata de un solo asesinado, víctima de la inseguridad ciudadana: desde el 15 de agosto de 2015, fecha de la asunción presidencial de Carte$, las siempre maquilladas estadísticas oficiales de muertes violentas y heridos graves, causadas a la fuerza pública por el EPP, registran al menos media docena de policías, a lo que se suman ahora víctimas militares.
¡Ahora tenemos un militar muerto, y otro malherido, al enfrentarse irresponsablemente un grupo de tareas militar-policial con los narcoterroristas del autodenominado EPP! Después se sabría que integraba el grupo, en situación de total ilegalidad e ilegitimidad, uno de los gerentes del Banco Amambay de Carte$, amparado en el solo título de ser su amigo…
¿Qué hace ud., Carte$, para cumplir con sus obligaciones constitucionales en materia de seguridad pública?
Nada. Es más, se ríe de ello, pretendiendo hacernos creer que la “sensación de inseguridad” que predomina en el país, es apenas una ficción. Así pretende ocultar que esa sensación surge de la crudísima realidad de inseguridad que a ud. no le afecta de manera directa: aparentemente.
¡Ud., Carte$, aliado y subordinado de los neo totalitarios castro-chavistas locales, y los serviles “parlamentarios” carteri$ta$ de todos lo colores, están entregando la soberanía e independencia del Paraguay a sus enemigos de la región, porque cree que así se asegura la inmunidad de la “protección” de la alianza narco-totalitaria regional!
Ya verá ud. cómo lo tratan cuando hayan decidido desprenderse del patético títere en que se ha convertido, tirándolo al inodoro, como se hace con los preservativos fallados o usados, para encumbrar al conspirador antiparaguayo Duarte Frutos, momentáneamente, también, antes de que hayan decidido poner en Palacio de López a muñequitos de goma como el “independiente” Maxi Urbieta o el enriquecido desde la función pública, Camilo Soares, ambos de la “izquierda caviar” local. Desde Planalto, Marco Aurelio García sigue dando órdenes a los Gustavo Codas, Jorge Lara Castro y demás, “comisarios del KGB-SS” del totalitarismo regional aquí, mientras a Lugo y su equipo de cobardes “revolucionarios” ya “le darán su merecido”, cuando para ellos, los castro-chavistas, haya llegado el momento.
Y no se trata de un solo asesinado, víctima de la inseguridad ciudadana: desde el 15 de agosto de 2015, fecha de la asunción presidencial de Carte$, las siempre maquilladas estadísticas oficiales de muertes violentas y heridos graves, causadas a la fuerza pública por el EPP, registran al menos media docena de policías, a lo que se suman ahora víctimas militares.
¡Ahora tenemos un militar muerto, y otro malherido, al enfrentarse irresponsablemente un grupo de tareas militar-policial con los narcoterroristas del autodenominado EPP! Después se sabría que integraba el grupo, en situación de total ilegalidad e ilegitimidad, uno de los gerentes del Banco Amambay de Carte$, amparado en el solo título de ser su amigo…
¿Qué hace ud., Carte$, para cumplir con sus obligaciones constitucionales en materia de seguridad pública?
Nada. Es más, se ríe de ello, pretendiendo hacernos creer que la “sensación de inseguridad” que predomina en el país, es apenas una ficción. Así pretende ocultar que esa sensación surge de la crudísima realidad de inseguridad que a ud. no le afecta de manera directa: aparentemente.
¡Ud., Carte$, aliado y subordinado de los neo totalitarios castro-chavistas locales, y los serviles “parlamentarios” carteri$ta$ de todos lo colores, están entregando la soberanía e independencia del Paraguay a sus enemigos de la región, porque cree que así se asegura la inmunidad de la “protección” de la alianza narco-totalitaria regional!
Ya verá ud. cómo lo tratan cuando hayan decidido desprenderse del patético títere en que se ha convertido, tirándolo al inodoro, como se hace con los preservativos fallados o usados, para encumbrar al conspirador antiparaguayo Duarte Frutos, momentáneamente, también, antes de que hayan decidido poner en Palacio de López a muñequitos de goma como el “independiente” Maxi Urbieta o el enriquecido desde la función pública, Camilo Soares, ambos de la “izquierda caviar” local. Desde Planalto, Marco Aurelio García sigue dando órdenes a los Gustavo Codas, Jorge Lara Castro y demás, “comisarios del KGB-SS” del totalitarismo regional aquí, mientras a Lugo y su equipo de cobardes “revolucionarios” ya “le darán su merecido”, cuando para ellos, los castro-chavistas, haya llegado el momento.
JLSG
Asunción, a domingo 5 de enero
de 2014
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