Escribe José
Luis Simón G.
Manifestantes
que repudiaron el gran y enésimo negociado de tierras
del INDERT (el IBR de la
politiquería pos 1989), que es el pago
monetario para que la cúpula de La UNACE ordene a sus afiliados,
ya muerto el líder Lino Oviedo, el “voto útil” dirigiéndolo a la
candidatura de Alegre y Filizzola. El repudio al hecho punible
politiquero se realizó en la acera de la sede de la tan corrupta y
cuestionada entidad, en la céntrica esquina asuncena de Tacuarí
y M. Estigarribia (Fuente: “abc color”).
monetario para que la cúpula de La UNACE ordene a sus afiliados,
ya muerto el líder Lino Oviedo, el “voto útil” dirigiéndolo a la
candidatura de Alegre y Filizzola. El repudio al hecho punible
politiquero se realizó en la acera de la sede de la tan corrupta y
cuestionada entidad, en la céntrica esquina asuncena de Tacuarí
y M. Estigarribia (Fuente: “abc color”).
Considero que
materiales informativos de la naturaleza del que nos ocupa (ver enlaces, al
final de este artículo, que lleva directamente a las páginas en cuestión de
“abc”) son de extraordinario valor para ayudar a la ciudadanía a formarse un
criterio propio acerca de candidatos, candidaturas y procesos electoralistas de
los politiqueros de turno. Entre muchos otros beneficios.
Nos
estamos refiriendo a la nota de “abc” (sábado 6 de abril) que pone en evidencia
la alianza oportunista entre el PLRA y la dirigencia de la UNACE, para las
votaciones del 21 de abril. Se trata de una muy grave cuestión que ayuda a
distinguir entre la cada vez más agobiante y peligrosa politiquería
(contubernios electoreros como el mencionado) que impera, y la política (la forja
de alianzas electorales sobre la base de acuerdos político-programáticos y de
políticas públicas), entendida esta como “el servicio del poder al pueblo” por
tantos teóricos de la democracia. Hace muy poco el mismo papa Francisco puso
énfasis en señalar que la verdadera política, la que sirve al ser humano, es un
servicio del poder y las instituciones a la ciudadanía.
Amén
del aventurerismo irresponsable de los contrayentes de la unión oportunista
PLRA-UNACE, existe un agregado que lo vuelve más deleznable cívica y
moralmente: se realiza, de nuevo, a costa del erario público y con la
complacencia de los tres poderes del “Estado”, convertidos así en “poderes
fácticos gubernamentales”. ¡¡¡60 mil millones de guaraníes dilapidados mientras
el país no tiene recursos suficientes para enfrentar, por ejemplo, un problema
de salud pública, la actual pandemia de dengue, con más de 50 mil casos de
enfermos registrados en todo el país, y cerca de 10 % de mortalidad, según las
estadísticas oficiales, que nunca son exactas, aunque ya se sabe que la
epidemia generalizada ha puesto en situación de colapso a los sistemas público
y privado de salud!!!
Ahora
bien, en este caso noticioso mencionado, y muchos otros, “abc color” (al igual
que los demás medios, incluso los “contestatarios” y “revolucionarios”) no es
imparcial, independiente y, desde luego, tampoco ecuánime. El propietario y por
ello director del diario, Aldo (Acero: el “Stalin” paraguayo) Zucolillo, tiene
intereses comerciales, financieros, inmobiliarios y de diversa naturaleza que
proteger, lo que es lícito y legítimo si los procedimientos empleados para ello
también lo son.
Zucolillo
es miembro prominente, además, de CERNECO (el “lobby” nacional de anunciantes y
dueños de medios) y de la CAP (Cámara de Anunciantes de Paraguay), la
organización que aglutina los intereses de los grandes anunciantes en los
medios. Y de otras muy importantes entidades empresariales: se podría decir incluso
que el “Stalin” criollo más que un directivo prominente es acaso el ideólogo
número uno de la Unión de Gremios de la Producción (UGP). Y está en su derecho,
siempre y cuando no convierta en un interés nacional su inmensa fortuna, la que
tiene derecho a proteger en el marco de la Constitución y leyes, a las que
también está obligado a respetar.
Es
esto lo que no siempre ocurre. Muchas veces, nuestro “Stalin” (y sus colegas,
también) poco o nada tiene(n) de ferviente(s) defensor(es) y practicante(s) de
las libertades de pensamiento, creencia y expresión, y se convierte(n) en el/los
“Citizen Kane” paraguayo(s), es decir en el/los ejemplo(s) por antonomasia del/los
director(es) propietario(s) de uno o varios medios, que se transforma(n) en verdadero(s)
poder(es) fáctico(s). ¡Aparece así uno más de los innumerables problemas
existentes en esta nominal República democrática, que es en verdad un escenario
en el que imperan los poderes fácticos de toda índole, subordinando a ellos
nada menos que a la Constitución Nacional y su sistema de prelación de leyes.
Es
lo que se comprueba, en campañas politiqueras como esta, cuando Zocolillo juega
al “caballo de comisario” (en 2008 respaldó la inconstitucional candidatura del
“demócrata” Fernando Lugo…), y deja su medio de hacer periodismo, al
transformarse, por lo que publica y por lo que calla, en una especie de “gran
elector”, pues influencia sobre muchísimas personas la intención y elección de
su voto. En otras palabras: “abc”, y los medios en general, no nos brindan a
sus lectores información seria y sistemática, por ejemplo, sobre los costos
elevadísimos del “marketing” politiquero, que también les beneficia, el origen
de esos dineros, etc., lo que solo puede hacerse ocultando el entramado de titanio
de los intereses descontrolados entre los poderes fácticos del dinero, de la
politiquería y de la prensa que así adquiere rasgos incluso totalitarios.
El
electorado necesita conocer los verdaderos antecedentes de todos los candidatos
a cargos públicos electivos o no y los orígenes de las inmensas fortunas,
dedicados o no sus propietarios a la politiquería predominante. Conocer el
rostro y alma reales que han dejado en cada “protagonista” su propia
trayectoria de vida. No basta con presentarlos detrás de las máscaras
maquilladas de los candidatos-dientes-blancos-y-sonrisas-de-primera-comunión-bien-peinados-y-mejor-maquillados…
Ahora,
por ejemplo, “abc” tiene todavía la magnífica oportunidad de ofrecernos un
informe detallado sobre la compra que hizo Horacio Cartes del Partido Colorado
(y del financiamiento de antes y ahora de tantas “candidaturas” no coloradas e
incluso “anti” ANR), como adquiriera sus estancias, el Club Libertad, la “Pulp”,
inmensos y transnacionales intereses tabacaleros, y reales o fantaseadas
vinculaciones con las organizaciones criminales del narcotráfico y de lavado de
dinero, siempre muy cercanas del narcoterrorismo, y de centenares de otras
grandes empresas, y de los orígenes de tan colosal fortuna.
También
ya tendríamos que conocer la evaluación real y confiable de las gestiones
ministeriales de los candidatos oficialistas Efraín Alegre (Ministerio de Obras
Públicas y Comunicaciones, MOPC) y Rafael Filizzola (Ministerio del Interior,
MinInt), bajo la desadministración del
desgobierno de Fernando Lugo, el obispo apóstata y castro-bolivariano.
¡Necesitamos saber si están financiando sus costosísimas campañas con el Tesoro
Nacional, como ya es evidente que ocurre en el caso PLRA-INDERT-UNACE!
Cuando
la prensa no es verdaderamente prensa libre, imparcial, crítica e independiente
de poderes fácticos para cumplir con su misión fundamental en una sociedad
abierta, en el marco del Estado de derecho democrático, que es la de ser el
contrapoder de los poderes que se desbordan con sus fuerzas e intereses sobre
la Constitución y las leyes, perjudicando a la sociedad y a las instituciones,
se va gestando la reacción interesadamente estimulada por los líderes y
regímenes totalitarios que pretenden confundir deliberadamente las libertades
de pensamiento, creencia y expresión con los abusos de la prensa poder fáctico.
Ese
poder es tan peligroso como el crimen de la narcoactividad. Además, si los
jefes del crimen organizado (terroristas o todavía no) se infiltran en la
economía, la política, la sociedad y las instituciones, ¿por qué no habrían de
interesarse también en dominar el “negocio” de los medios de comunicación?
Es
este un negocio tan particular, en el cual, como decía el ya fallecido Roberto
Marinhos (el multimillonario y propietario-director de la mayor red de medios
contemporáneos del Brasil: “O Globo”), jactándose de ello incluso en reuniones
oficiales de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), que gracias a sus
medios se había enriquecido tan ilimitadamente, pero no tanto por lo que
publicaba en ellos, sino por todo lo que sus espacios ocultaban al criterio
público deliberadamente.
JLSG
ENLACES:
0 comentarios:
Publicar un comentario