sábado, 6 de abril de 2013

La apertura política paraguaya “desde arriba”, iniciada en 1989, y que al parecer no tiene cuando culminar, entre sus logros más destacados ostenta el de haber establecido las libertades de pensamiento, creencia y expresión, en un grado nunca antes experimentado en la historia nacional. Esta conquista, y nuestro incipiente y muy contradictorio proceso de apertura política, hoy se encuentran amenazados no solo por las acechanzas autoritarias locales, y las totalitarias externas, que existen, sino por las "promesas incumplidas” de los liderazgos autodenominados “democráticos”, tanto en lo político-institucional como en lo socioeconómico y cultural, y por otro factor, estrechamente vinculado a todo lo anterior, que es el de la prensa entendida como “cuarto poder”, el de empresas periodísticas que ejercen lisa y llanamente el rol de “poderes fácticos”, la capacidad que ostentan ciertos sectores de estar, en los hechos, por encima de la Constitución y leyes.

Escribe José Luis Simón G.
Manifestantes que repudiaron el gran y enésimo negociado de tierras
 del INDERT (el IBR de la politiquería pos 1989), que es el pago 
monetario para que la cúpula de La UNACE ordene a sus  afiliados,
 ya muerto el líder Lino Oviedo, el “voto útil” dirigiéndolo a la 
candidatura de Alegre y Filizzola. El repudio al hecho punible 
politiquero se realizó en la acera de la sede de la tan corrupta y
 cuestionada entidad, en la céntrica esquina asuncena de Tacuarí
 y M. Estigarribia (Fuente: “abc color”).




Considero que materiales informativos de la naturaleza del que nos ocupa (ver enlaces, al final de este artículo, que lleva directamente a las páginas en cuestión de “abc”) son de extraordinario valor para ayudar a la ciudadanía a formarse un criterio propio acerca de candidatos, candidaturas y procesos electoralistas de los politiqueros de turno. Entre muchos otros beneficios.

Nos estamos refiriendo a la nota de “abc” (sábado 6 de abril) que pone en evidencia la alianza oportunista entre el PLRA y la dirigencia de la UNACE, para las votaciones del 21 de abril. Se trata de una muy grave cuestión que ayuda a distinguir entre la cada vez más agobiante y peligrosa politiquería (contubernios electoreros como el mencionado) que impera, y la política (la forja de alianzas electorales sobre la base de acuerdos político-programáticos y de políticas públicas), entendida esta como “el servicio del poder al pueblo” por tantos teóricos de la democracia. Hace muy poco el mismo papa Francisco puso énfasis en señalar que la verdadera política, la que sirve al ser humano, es un servicio del poder y las instituciones a la ciudadanía.

Amén del aventurerismo irresponsable de los contrayentes de la unión oportunista PLRA-UNACE, existe un agregado que lo vuelve más deleznable cívica y moralmente: se realiza, de nuevo, a costa del erario público y con la complacencia de los tres poderes del “Estado”, convertidos así en “poderes fácticos gubernamentales”. ¡¡¡60 mil millones de guaraníes dilapidados mientras el país no tiene recursos suficientes para enfrentar, por ejemplo, un problema de salud pública, la actual pandemia de dengue, con más de 50 mil casos de enfermos registrados en todo el país, y cerca de 10 % de mortalidad, según las estadísticas oficiales, que nunca son exactas, aunque ya se sabe que la epidemia generalizada ha puesto en situación de colapso a los sistemas público y privado de salud!!!

Ahora bien, en este caso noticioso mencionado, y muchos otros, “abc color” (al igual que los demás medios, incluso los “contestatarios” y “revolucionarios”) no es imparcial, independiente y, desde luego, tampoco ecuánime. El propietario y por ello director del diario, Aldo (Acero: el “Stalin” paraguayo) Zucolillo, tiene intereses comerciales, financieros, inmobiliarios y de diversa naturaleza que proteger, lo que es lícito y legítimo si los procedimientos empleados para ello también lo son.

Zucolillo es miembro prominente, además, de CERNECO (el “lobby” nacional de anunciantes y dueños de medios) y de la CAP (Cámara de Anunciantes de Paraguay), la organización que aglutina los intereses de los grandes anunciantes en los medios. Y de otras muy importantes entidades empresariales: se podría decir incluso que el “Stalin” criollo más que un directivo prominente es acaso el ideólogo número uno de la Unión de Gremios de la Producción (UGP). Y está en su derecho, siempre y cuando no convierta en un interés nacional su inmensa fortuna, la que tiene derecho a proteger en el marco de la Constitución y leyes, a las que también está obligado a respetar.

Es esto lo que no siempre ocurre. Muchas veces, nuestro “Stalin” (y sus colegas, también) poco o nada tiene(n) de ferviente(s) defensor(es) y practicante(s) de las libertades de pensamiento, creencia y expresión, y se convierte(n) en el/los “Citizen Kane” paraguayo(s), es decir en el/los ejemplo(s) por antonomasia del/los director(es) propietario(s) de uno o varios medios, que se transforma(n) en verdadero(s) poder(es) fáctico(s). ¡Aparece así uno más de los innumerables problemas existentes en esta nominal República democrática, que es en verdad un escenario en el que imperan los poderes fácticos de toda índole, subordinando a ellos nada menos que a la Constitución Nacional y su sistema de prelación de leyes.

Es lo que se comprueba, en campañas politiqueras como esta, cuando Zocolillo juega al “caballo de comisario” (en 2008 respaldó la inconstitucional candidatura del “demócrata” Fernando Lugo…), y deja su medio de hacer periodismo, al transformarse, por lo que publica y por lo que calla, en una especie de “gran elector”, pues influencia sobre muchísimas personas la intención y elección de su voto. En otras palabras: “abc”, y los medios en general, no nos brindan a sus lectores información seria y sistemática, por ejemplo, sobre los costos elevadísimos del “marketing” politiquero, que también les beneficia, el origen de esos dineros, etc., lo que solo puede hacerse ocultando el entramado de titanio de los intereses descontrolados entre los poderes fácticos del dinero, de la politiquería y de la prensa que así adquiere rasgos incluso totalitarios.

El electorado necesita conocer los verdaderos antecedentes de todos los candidatos a cargos públicos electivos o no y los orígenes de las inmensas fortunas, dedicados o no sus propietarios a la politiquería predominante. Conocer el rostro y alma reales que han dejado en cada “protagonista” su propia trayectoria de vida. No basta con presentarlos detrás de las máscaras maquilladas de los candidatos-dientes-blancos-y-sonrisas-de-primera-comunión-bien-peinados-y-mejor-maquillados…

Ahora, por ejemplo, “abc” tiene todavía la magnífica oportunidad de ofrecernos un informe detallado sobre la compra que hizo Horacio Cartes del Partido Colorado (y del financiamiento de antes y ahora de tantas “candidaturas” no coloradas e incluso “anti” ANR), como adquiriera sus estancias, el Club Libertad, la “Pulp”, inmensos y transnacionales intereses tabacaleros, y reales o fantaseadas vinculaciones con las organizaciones criminales del narcotráfico y de lavado de dinero, siempre muy cercanas del narcoterrorismo, y de centenares de otras grandes empresas, y de los orígenes de tan colosal fortuna.

También ya tendríamos que conocer la evaluación real y confiable de las gestiones ministeriales de los candidatos oficialistas Efraín Alegre (Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, MOPC) y Rafael Filizzola (Ministerio del Interior, MinInt), bajo la desadministración  del desgobierno de Fernando Lugo, el obispo apóstata y castro-bolivariano. ¡Necesitamos saber si están financiando sus costosísimas campañas con el Tesoro Nacional, como ya es evidente que ocurre en el caso PLRA-INDERT-UNACE!

Cuando la prensa no es verdaderamente prensa libre, imparcial, crítica e independiente de poderes fácticos para cumplir con su misión fundamental en una sociedad abierta, en el marco del Estado de derecho democrático, que es la de ser el contrapoder de los poderes que se desbordan con sus fuerzas e intereses sobre la Constitución y las leyes, perjudicando a la sociedad y a las instituciones, se va gestando la reacción interesadamente estimulada por los líderes y regímenes totalitarios que pretenden confundir deliberadamente las libertades de pensamiento, creencia y expresión con los abusos de la prensa poder fáctico.

Ese poder es tan peligroso como el crimen de la narcoactividad. Además, si los jefes del crimen organizado (terroristas o todavía no) se infiltran en la economía, la política, la sociedad y las instituciones, ¿por qué no habrían de interesarse también en dominar el “negocio” de los medios de comunicación?

Es este un negocio tan particular, en el cual, como decía el ya fallecido Roberto Marinhos (el multimillonario y propietario-director de la mayor red de medios contemporáneos del Brasil: “O Globo”), jactándose de ello incluso en reuniones oficiales de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), que gracias a sus medios se había enriquecido tan ilimitadamente, pero no tanto por lo que publicaba en ellos, sino por todo lo que sus espacios ocultaban al criterio público deliberadamente.




 JLSG
Asunción, a sábado 6 de abril de 2013
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