Escribe José Luis Simón
G.
Nicolás Maduro, primero de la izquierda, el “presidente”
impuesto por La Habana a los venezolanos en pie de guerra democrática, con cara
de perro y de estreñimiento existencial (prisionero de los Castro ya sabe que
lo matarán y custodiado por las tropas especiales castristas no puede escapar).
En el centro, Medio-Evo Morales, el sicario-presidente castrista de Bolivia
frunce el entrecejo, pues no se le escapa la crisis terminal del
castro-chavismo que también lo arrastrará y con violencia. A la derecha Raúl
Castro, el genocida menor de Castro-Cuba, de pétrea faz, mejor que nadie conoce
que la Revolución Democrática venezolana, que muy pronto, y de manera
inveitable, dejará de ser pacífica para terminar con el régimen
colonial-totalitario del castrismo en Venezuela (© Miguel Gutiérrez de EFE y El
País de Madrid).
No
se animaron a concurrir a los fastos funerarios del 5 de marzo en Caracas (en
memoria del sicario Hugo Chávez, de los genocidas Castro) por temor a los
manifestantes democráticos venezolanos, los desgobernantes castro-chavistas y
de la mafia totalitaria regional Dilma Rousseff, CFK, José Mujica y Rafael
Correa. Tampoco asistieron los demás desgobernantes de Sudamérica. Entre los
ausentes estuvo nuestro “gallito” Horacio Carte$ (¿inexplicablemente? pro
mafiosos totalitarios castristas), por esta vez tomó la decisión correcta, la de
no asistir.
Todo
esto tiene varias lecturas:
1.
Se
terminó el dinero y se acabó el fervor castro-chavista, entonces los
interesados “aliado$$$$$$$$$” de ayer hoy empiezan a guardar distancia de los
cadáveres, el del mausuleo y los de los insepultos…
2.
Todos
los colegas de Maduro, no lo dicen, pero ya lo consideran, el primer
totalitario cadáver politiquero, que lo es y en serio: un impresentable. Además
los desgobernantes ausentes se quedaron en sus palacios, preguntándose cada
uno: ¿seré yo el próximo en enfrentar el desafío de las protestas masivas anti
totalitarias? Ningún colega del repodrido Maduro se siente seguro en su “trono
bolivariano”…
3.
La
masiva inasistencia de “jefes de Estado” se explica también como una señal de
la debilidad de Maduro, quien está condenado a ser derrocado en cualquier
momento, en medio del baño de sangre con que pretende ahogar las protestas
democráticas victoriosas de los venezolanos libres. Los “amigos” de Maduro,
quien acusa de intervencionistas a los gobiernos que no lo apoyan (ocultando
que, por todos los medios, acompañado de los desgobernantes “bolivarianos” de
la región, entre ellos el castro-comunista y apóstata Fernando Lugo), en 2009
intentó reponer en su puesto al depuesto parlamentariamente “presidente” títere
castro-chavista de Honduras, Manuel Zelaya. No contento con eso, después de la
constitucional destitución de Lugo en Paraguay, 2012, el entonces canciller
Maduro de Chávez, al ver que los “revolucionarios” luguistas, empezando por su
jefe eran todos unos cobardes, incapaces de luchar, intentó realizar aquí un
golpe militar para restituir a Lugo en el Palacio de López. Fracasó en su
intento, que de haber tenido éxito muy probablemente habría originado una
guerra civil en el Paraguay, la primera en nuestra historia, abiertamente
instigada por gobiernos extranjeros.
No
se necesita ser un experto en análisis político para darse cuenta que el ciclo
del totalitarismo-populismo castro-chavista, con su “bolivarianismo y
socialismo siglo XXI”, está en plena crisis terminal, que incluso repercutirá
en la martirizada Castro-Cuba, donde ya empezaron a aparecer las paredes
pintadas con leyendas anticastristas.
Un
enlace que conduce a muchos más:
JLSG
Asunción, a domingo 9 de
marzo de 2014
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