domingo, 9 de marzo de 2014

Los Castro, Fidel y Raúl, criminales en serie, en Cuba y el mundo, de la estirpe de Stalin e Hitler, o de la dinastía totalitario-despótica norcoreana de los Kim, al igual que el sicario Nicolás Maduro, títere de La Habana en Miraflores (Caracas), fracasaron poltiquera y extorsivo-diplomáticamente en un intrascendente homenaje póstumo a otro de sus sicarios, el totalitario Hugo Chávez responsable de haber sometido a Venezuela al totalitarismo castro-comunista. Solamente Raúl Castro (genocida segundo de Cuba), y los sicarios de La Habana y “presidentes” totalitarios Medio-Evo Morales (Bolivia) y Daniel Ortega (nicaragua), asistieron al patético circo castro-madurista. Los Castro y Maduro fracasron en su intento de endiosar a Chávez, al año de su muerte en Castro-Cuba, ordenada por los genocidas Castro, sus “amigos” y jefes implacables, quienes le sacrificaron en su calidad de prisionero de la “mejor medicina del mundo”

Escribe José Luis Simón G.

Nicolás Maduro, primero de la izquierda, el “presidente” impuesto por La Habana a los venezolanos en pie de guerra democrática, con cara de perro y de estreñimiento existencial (prisionero de los Castro ya sabe que lo matarán y custodiado por las tropas especiales castristas no puede escapar). En el centro, Medio-Evo Morales, el sicario-presidente castrista de Bolivia frunce el entrecejo, pues no se le escapa la crisis terminal del castro-chavismo que también lo arrastrará y con violencia. A la derecha Raúl Castro, el genocida menor de Castro-Cuba, de pétrea faz, mejor que nadie conoce que la Revolución Democrática venezolana, que muy pronto, y de manera inveitable, dejará de ser pacífica para terminar con el régimen colonial-totalitario del castrismo en Venezuela (© Miguel Gutiérrez de EFE y El País de Madrid).

No se animaron a concurrir a los fastos funerarios del 5 de marzo en Caracas (en memoria del sicario Hugo Chávez, de los genocidas Castro) por temor a los manifestantes democráticos venezolanos, los desgobernantes castro-chavistas y de la mafia totalitaria regional Dilma Rousseff, CFK, José Mujica y Rafael Correa. Tampoco asistieron los demás desgobernantes de Sudamérica. Entre los ausentes estuvo nuestro “gallito” Horacio Carte$ (¿inexplicablemente? pro mafiosos totalitarios castristas), por esta vez tomó la decisión correcta, la de no asistir.

Todo esto tiene varias lecturas:

1.     Se terminó el dinero y se acabó el fervor castro-chavista, entonces los interesados “aliado$$$$$$$$$” de ayer hoy empiezan a guardar distancia de los cadáveres, el del mausuleo y los de los insepultos…

2.     Todos los colegas de Maduro, no lo dicen, pero ya lo consideran, el primer totalitario cadáver politiquero, que lo es y en serio: un impresentable. Además los desgobernantes ausentes se quedaron en sus palacios, preguntándose cada uno: ¿seré yo el próximo en enfrentar el desafío de las protestas masivas anti totalitarias? Ningún colega del repodrido Maduro se siente seguro en su “trono bolivariano”…

3.     La masiva inasistencia de “jefes de Estado” se explica también como una señal de la debilidad de Maduro, quien está condenado a ser derrocado en cualquier momento, en medio del baño de sangre con que pretende ahogar las protestas democráticas victoriosas de los venezolanos libres. Los “amigos” de Maduro, quien acusa de intervencionistas a los gobiernos que no lo apoyan (ocultando que, por todos los medios, acompañado de los desgobernantes “bolivarianos” de la región, entre ellos el castro-comunista y apóstata Fernando Lugo), en 2009 intentó reponer en su puesto al depuesto parlamentariamente “presidente” títere castro-chavista de Honduras, Manuel Zelaya. No contento con eso, después de la constitucional destitución de Lugo en Paraguay, 2012, el entonces canciller Maduro de Chávez, al ver que los “revolucionarios” luguistas, empezando por su jefe eran todos unos cobardes, incapaces de luchar, intentó realizar aquí un golpe militar para restituir a Lugo en el Palacio de López. Fracasó en su intento, que de haber tenido éxito muy probablemente habría originado una guerra civil en el Paraguay, la primera en nuestra historia, abiertamente instigada por gobiernos extranjeros. 

No se necesita ser un experto en análisis político para darse cuenta que el ciclo del totalitarismo-populismo castro-chavista, con su “bolivarianismo y socialismo siglo XXI”, está en plena crisis terminal, que incluso repercutirá en la martirizada Castro-Cuba, donde ya empezaron a aparecer las paredes pintadas con leyendas anticastristas.

Un enlace que conduce a muchos más:


JLSG
Asunción, a domingo 9 de marzo de 2014

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