Escribe José Luis Simón G.
María Corina Machado,
diputada opositora al castro-chavismo, y una de las principales dirigentes del
nuevo liderazgo democrático venezolano y continental, el 16 de febrero arenga a
una multitud de estudiantes y jóvenes de su país, quienes salieron a las calles
de las más importantes urbes de su país, en defensa de la condición humana y
para protestar pacíficamente en contra del régimen terrorista de Estado de
Nicolás Maduro, presidente nominal de Venezuela, porque los reales jefes de
Estado son los genocidas Castro, opresores de Cuba desde hace 55 años (Foto de C.G.R., de la agencia REUTERS, bajada de “El País” digital de
Madrid).
Entrevistada por una corresponsal de “El
País” (Madrid) en Caracas, María Corina habla con valentía y sensatez, asegura
que la lucha de sus compatriotas proseguirá y nos da a todos una lección de
civismo que debe hacernos reaccionar solidariamente con los com-Patriotas
democráticos venezolanos, en pie de lucha pacífica para derrotar al
totalitarismo castro-chavista. Entre muchas cosas más, dijo:
·
“El apoyo de América Latina a Maduro es inconcebible
e inaceptable”;
·
“Quienes creen que inhibiéndose en estos momentos
son neutrales, se equivocan, porque lo que están es colaborando con un proceso
de destrucción”;
·
“Planteamos que, frente a un régimen que persigue,
reprime, tortura y censura, la sociedad pueda enfrentarlo con la protesta
masiva y cívica en la calle”;
·
“Estamos a la espera de una voz internacional de
apoyo firme, clara e inequívoca a los estudiantes y a los ciudadanos que están
siendo agredidos por este Gobierno”; y,
·
“Nos podrán encarcelar y nos podrán neutralizar,
pero vendrán otros detrás de nosotros”.
¿Qué
nos pasa en el Paraguay, que no somos capaces de organizar manifestaciones
pacíficas frente a las “embajadas”, aquí, de los totalitarismos castrista y
chavista-madurista?
¿Por
qué no nos solidarizamos con los pueblos cubano y venezolano, que luchan pacíficamente
por la condición humana en sus países, enfrentándose a monstruosos aparatos de
terrorismo de Estado que no preocupan a los desgobiernos “socialistas siglo
XXI”, y tampoco a las “democracias vergonzantes y cómplices” de la región ni a
las organizaciones “revolucionarias” de “derechos humanos”?
¿Por
qué no nos organizamos para visitar el Congreso y el Palacio de López para
advertirles a senadores y diputados, y al presidente Carte$, quienes deben ser
nuestros servidores públicos, que están violando la parte dogmática de la Carta
Magna, y además su art. 143 que estatuye los principios que deben regir las
políticas públicas externas del Paraguay? Entre ellos figuran taxativamente:
“[…] la independencia nacional; la autodeterminación de los pueblos; la
igualdad jurídica entre los Estados; la solidaridad y la cooperación
internacional; la protección internacional de los derechos humanos; la libre
navegación de los ríos internacionales; la no intervención; y la condena a toda
forma de dictadura, colonialismo e imperialismo”.
Como
es de conocimiento mundial, desde la dictadura neo totalitaria del fallecido
Hugo Chávez, Venezuela no puede ejercer su independencia y soberanía nacional
debido al abierto injerencismo del castro-comunismo en ese país, que cayera en
esta crisis histórica como consecuencia de la prostitución de su democracia,
por ello de muy baja calidad, basada en un régimen politiquero y partidocrático
bipartidista, pues la socialdemocracia y el socialcristianismo venezolanos se
alternaban en la casa del desgobierno.
La
solidaridad y cooperación internacional se hizo imposible, pues Venezuela se
convirtió en una colonia del régimen de 55 años del genocida Fidel Castro, que
trasladó al país sudamericano su sistema totalitario de violación de los
derechos humanos. La “libre navegación de los ríos internacionales” no es un
problema histórico de Venezuela, pero el principio de las libertades, derechos
y garantías individuales, establecido
constitucionalmente por el Estado de derecho democrático, por imperfecto
que este sea, dejó de regir para los venezolanos, bajo la doble opresión de
Castro-Chávez primero y de Castro-Maduro después.
A
pesar de tales atropellos a las normas del derecho internacional público y a
los procedimientos democráticos, el Paraguay bajo el desgobierno de Horacio
Carte$ aceptó la imposición castro-chavista-madurista, y presionado también por
el falso régimen democrático de la “emperatriz petista”, Dila Rousseff, se
subordinó a la dictadura regional del Merc-Unasur, “olvidó” sus agresiones a la
Patria paraguaya Humanidad, derivadas de la destitución constitucional del
desgobernante y ex obispo apóstata Fernando Lugo (junio 2012).
En
otras palabras, Carte$, con el respaldo de la alianza multipartidaria de hecho
que compró en el “Congreso”, el Palacio de López “normalizó” sus relaciones con
Caracas, subordinando su soberanía, dignidad, interés e independencia nacional
al bloque neo totalitario regional que dirige La Habana, y reconoció al régimen
corrupto, sanguinario, ilegal e ilegítimo de Maduro. Así el Paraguay de Carte$
se “reintegró” al Mercosur, del que nunca había salido: por el contrario fue el
único país, entre los fundadores de ese proceso de integración subregional, que
siempre cumplió con el Tratado de Asunción, de 1991, violado por Argentina,
Brasil y Uruguay, lo que fue pagado por los dólares chavistas-maduristas. El
Mercosur original había muerto en ese contexto de agresiones neo totalitarias,
y ahora el Paraguay integra el Merc-Unasur de orientación “socialismo siglo
XXI.
¡¡No
olvidemos que el futuro de la democracia en en el Paraguay y la región, en
estos momentos se está jugando en Venezuela, gracias a las luchas del entrañable
pueblo democrático del país hermano!!
Para
acceder a la entrevista completa, recurrir al siguiente enlace:
Para
la versión en vídeo, recurrir a los siguientes enlaces:
JLSG
Asunción, a viernes 21 de febrero de 2014
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