Escribe José Luis SimónG.
En la foto, publicada en
Asunción por “abc color”, Dilma Rousseff sonríe cínicamente, al también
demagogo José Manuel Durão Barroso, y al otro “complice por omisión” de la
tragedia venezolana, Herman Van Rompuy, máximas autoridades de la UE, en
Bruselas, 24 de febrero. La “culta y civilizada” Europa de las recientes
democracias y monarquías constitucionales, como en la crisis española que
precipitara la guerra civil de la península (1936-1939), ahora también se lava
las manos entregando a los democrátas venezolanos al genocida Fidel Castro, lo
que también está haciendo toda América Latina.
Según
la “emperatriz-chacal-orca-castro-petista”, Carte$ “retornó sin exigencias al
Mercosur”, lo que es absolutamente cierto, poniendo así fin con un elevadísimo
costo histórico para el Paraguay, la crisis de la destitución constitucional
del ex desgobernante “bolivariano” Fernando Lugo (junio 2012), que fuera
rechazada por los regímenes del “socialismo siglo XXI”, con abierta injerencia
en nuestros asuntos internos y severas agresiones político-diplomáticas,
violatorias del tratado de Asunción, de la Constitución Nacional y del derecho
internacional, sobre todo del diplomático y del de los tratados.
Mientras,
el canciller de la chacal castro-chavista-petista, Luiz Alberto Figueireido, se
encuentra en La Habana, para recibir instrucciones de Fidel y Raúl Castro, los
genocidas cubanos del Caribe, quienes intervienen incluso militarmente en
Venezuela, país al que también extorsionan económicamente, al elevado precio de
las necesidades básicas insatisfecha de su pueblo, en constante avance y
profundización . El país de Bolívar está sometido desde Caracas al poder
fáctico imperialista del tercer genocida
del totalitarismo castrista, Ramiro Valdéz, comandante en Jefe de
Venezuela y poder fáctico del país sumido en el caos, y lo hace al frente de
contingentes de guerra, las tropas especiales castristas, en una operación
ostensiblemente imperialista y violatoria del derecho internacional, en
especial del de los derechos humanos.
Figueiredo
prepara la inminente llegada del ex presidente brasileño Luiz Lula da Silva,
también castro-chavista, quien en La
Habana ofrecerá los “servicios” imperialistas del Planalto de Rousseff, la
orca-chacal o la chacal-orca, para ahogar en sangre la lucha pacífica y cívica
de los venezolanos, quienes así pretenden desembarazarse de los Castro y
Maduro, y recuperar su tradición democrática pero sin los vicios del pasado.
Rousseff
realizó sus criminales y totalitarias declaraciones en Bruselas, en el marco de
la “Cumbre UE-Brasil”, y sin ser
refutada por los “demócratas vergonzantes” de la Unión Europea, quienes al
comportarse como lo hicieran se solidarizaron con el sicario de Venezuela,
Maduro, y su maestro, el genocida Fidel Castro.
De
paso, esto nos permite ver cómo Rousseff utiliza la obsecuencia ininterrumpida
del Palacio de López al totalitario castro-chavismo, iniciada por NDF
(2003-2008), profundizada por Fernando Lugo (2008-2012), tolerada cobardemente
por la corrupta gestión de Federico Franco en el Palacio de López (2012-2013) y
convertida en sumisión abierta por el títere de Planalto-Itamaraty en Asunción,
Horacio Carte$ y su neocoloradi$mo carteri$ta, con apoyo multipartidario en el
Congreso.
El
militarismo ultranacionalista boliviano, ahora condimentado con la ideología totalitaria
del castro-chavismo de Medio-Evo Morales, está empezando a degustar del sabroso
platillo del revanchismo generado en algunos sectores con la derrota de Bolivia
en la Guerra del Chaco (1932-1935), que el Palacio Quemado tiene como un as, no
en la manga, sino sobre la mesa, para aplacar el descontento popular boliviano
en expansión, tal como hiciera la Junta Militar genocida de Argentina, encabezada
por el general Leopoldo Galtieri, quien frente a la crisis terminal del modelo
terrorista de Estado del Cono Sur regional, intentó salvarlo recurriendo a la “unidad
nacional” en torno al artificialmente creado conflicto bélico por las Malvinas
(1982).
Ahora
la cuestión no será en el Atlántico Sur, sino en el Chaco paraguayo, una vez
más en la mira de las ambiciones guerreristas, pero las del régimen castro-chavista
(en crisis terminal regional) de Medio-Evo Morales, y no de las élites
oligárquico militaristas tradicionales de la Bolivia de las primeras décadas
del siglo XX, casi medio siglo después de la derrota de la alianza
peruano-boliviana rendida a los ejércitos chilenos, en la Guerra del Pacífico
sudamericano.
Enlaces
para la información básica y otros:
Cumbre
Brasil-UE en Bruselas:
JLSG
Asunción,
a martes 25 de febrero de 2014
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