Escribe José Luis Simón
G.
Cartes y Loizaga
continúan con la política internacional de sumisión del Paraguay
al neo
totalitarismo Castro-chavista, y de ocultamiento de sus claudicaciones ante
La Habana,
Brasilia, Caracas…, que entre muchas indignidades incluye también
la de retirar a la
Patria paraguaya Humanidad de la Convención Americana de
Derechos Humanos (Fotos de Archivo, “abc color”).
El presidente Horacio Cartes y su
ordenanza en el MRE, el canciller Eladio Loizaga, “afiliado” al castro-chavismo
en crisis, desde antes del 15 de agosto último, parecieran haber aceptado en
secreto abandonar lo mejor de la OEA, con sus imperfecciones institucionales y
operativas que no son pocas, y que es el Sistema Interamericano de Derechos Humanos,
que tiene su correspondiente normativa en la riqueza de la Convención
respectiva, uno de los precios a pagar a cambio de ser “readmitido” el gobierno
actual (no el Paraguay) en el espacio geopolítico ideológico neo totalitario y
neopopulista, denominado “socialismo siglo XXI”, el de la violación sistémica
de los derechos fundamentales del ser humano.
La decisión de retirar a
Cuba-Zuela del sistema interamericano de derechos humanos la adoptó
originalmente el entonces dictador Hugo Chávez, y ahora la ejecutará su
sucesor, impuesto por Castro y Chávez, Nicolás Maduro.
EFECTO DOMINÓ
En
Asunción fue el diario “abc” el que alertó acerca de grave retroceso en para el
presente y futuro de los DDHH en América Latina y el Caribe, y lo hizo
reproduciendo un texto de la agencia internacional de noticias española, Efe:
“La retirada de
Venezuela de la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH) puede tener
un ‘efecto dominó’ en sus aliados en la
región y polarizar organismos regionales como la Celac y la Unasur, advirtieron
este sábado 14 de octubre analistas (especializados en tan importante cuestión).
Sobre los efectos negativos de la retirada de la CADH para los ciudadanos
venezolanos ya hay numerosos pronunciamientos, pero la decisión tomada en 2012
por el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y secundada un año
después por su sucesor, Nicolás Maduro, preocupa además por otros motivos.
“El paso venezolano puede ‘ser el comienzo de un
efecto dominó entre sus aliados en América Latina, que, al igual que ese
Gobierno, se han expresado molestos con el cumplimiento de las normas internacionales
sobre derechos humanos y libertad de expresión”, dijo a Efe Vicente Torrijos,
profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Javeriana y otros
centros colombianos. ‘Se ve muy clara la intención de Venezuela y sus aliados
de socavar el sistema interamericano que apuesta por la libertad para
sustituirlo progresivamente por la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y
la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), aseguró el
analista’.
“La CADH da base jurídica a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) , órganos autónomos de la Organización de Estados
Americanos (OEA), contra la que no solo el Gobierno venezolano, sino los de
Bolivia y Ecuador, lanzan sus dardos desde hace tiempo. Maduro ha justificado
la decisión venezolana de abandonar la Convención en que a su juicio tanto la
Corte, con sede en San José de Costa Rica, como la CIDH, con asiento en
Washington, ‘degeneraron y se creen un poder supranacional’.
“El secretario general de la OEA, el chileno José
Miguel Insulza, ha lamentado la retirada de Venezuela de la CADH, que se
concretó el 10 de septiembre, y asegurado que ‘debilita’ el sistema
interamericano de Derechos Humanos. El pasado 22 de marzo, en una reunión
extraordinaria de la OEA, los países miembros aprobaron una serie de reformas a
la CIDH, pero Ecuador impulsa cambios adicionales para, entre otras cosas,
cambiar la sede de la Comisión a un lugar que no esté en EE.UU., pues este país
no ha ratificado el Pacto de San José, sobre el que se asienta.
“Venezuela ‘dio un paso equivocado
pero que coincide con la naturaleza de un régimen que no quiere rendirle
cuentas a nadie’ , dijo a Efe Torrijos. Agregó que tras la decisión venezolana,
a futuro se plantea ‘un pulso’ entre Venezuela y sus aliados (especialmente
Bolivia, Ecuador y Nicaragua) con Chile, Colombia, México y Perú, países
fundadores de la Alianza del Pacífico ‘proclives a la libertad y a defender las
instituciones de la OEA’.
“ ‘Lo que
podemos ver hacia el futuro es a un grupo de países liderado por Venezuela
tratando de socavar al sistema interamericano para reemplazarlo gradualmente
por la Celac, que es una especie de OEA sin Estados Unidos, y a los de la
Alianza del Pacífico, que creen en los valores de la democracia’, enfatizó el
analista. Otro especialista en relaciones internacionales, el colombiano
Ricardo Abello, declaró a Efe que, al retirase de la CADH, Venezuela ‘ha
expresado su descontento con el sistema interamericano de derechos humanos,
aunque seguirá vinculada a mecanismos continentales o globales que le obligan a
garantizarlos’.
“ ‘No deja de resultar paradójico
que sean gobiernos que se autoproclaman de izquierda los que estén debilitando
el sistema interamericano de derechos humanos, surgido hace cuatro décadas para
denunciar los abusos y frenar los desafueros de los dictadores de derecha’,
dijo Abello. Consultado por Efe el director de Human Rights Watch para las
Américas, José Miguel Vivanco, se remitió a las cartas que envió a los
presidentes de los países fundadores del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay
y Uruguay) para pedirles, sin éxito, que trataran de evitar la salida de
Venezuela de la CADH.
“ ‘Desde que Venezuela ingresó al
Mercosur hace un año, los demás Estados del bloque han evitado tratar pública y
seriamente con el Gobierno venezolano su pésimo récord en materia de Derechos
Humanos (...)’, se quejó Vivanco en una de las misivas. En
esa línea, el coordinador del Programa Venezolano de Educación-Acción en
Derechos Humanos (Provea), Marino Alvarado, señaló que la decisión del Gobierno
de Maduro ‘va a contrasentido de las normativas sobre derechos humanos del
bloque al que ahora pertenece’ y se quejó por el ‘silencio’ que, a su juicio,
han guardado los mandatarios del Mercosur ante la decisión de Venezuela”.
“PRECIO DE LA PAZ” MERC-UNASUR/PARAGUAY
Si
ese es uno de los precios a pagar por la Patria paraguaya Humanidad, para ser
“readmitidos” al Merc-Unasur, simbiosis de dos antiguallas con fecha de
vencimiento cercano, ¿aceptará nuestra ciudadanía este retroceso histórico, que
en cualquier momento puede convertir al Paraguay en víctima de genocidios como
el de Bachar el Asad contra su pueblo?
¿Lo
aceptarán los colorados y los demás partidos no totalitarios?
Ni
siquiera el dictador Stroessner, ni los regímenes burocrático-autoritarios, de
la época final de la guerra fría (1947-1989), llegaron a tal extremo, aunque
practicaran el terrorismo de Estado, la trágica política equivocada para enfrentar
al terrorismo “revolucionario”, la de salirse del sistema interamericano de
derechos humanos. Incluso el régimen Stroessnerista aceptó firmar la Convención
hoy cuestionada por los regímenes castro-chavistas, neo totalitarios.
¿Es
que el pueblo paraguayo está dispuesto a retroceder a antes del 3 de febrero de
1989, y en más terribles condiciones, e incluso hacer que naufrague en el
proyecto neo totalitario, en crisis terminal, la inconclusa apertura política
liderada militarmente por los “Carlos” y los “Víctor”, y que innecesariamente
costara la vida a tantos humildes soldados de la patria?
¡¡Y
todo para proteger intereses particulares de orígenes inconfensables, jamás
investigados ni juzgados en Justicia!!
¡¡Personalmente no estoy
dispuesto a aceptar esta nueva y más trágica
traición a la Patria y la Humanidad, e insto a los compatriotas a que
nos opongamos constitucionalmente a tal entrega de nuestra independencia,
soberanía, dignidad, intereses y seguridad y defensa de la República del Paraguay!!
JLSG
0 comentarios:
Publicar un comentario