martes, 10 de septiembre de 2013

CAEN LAS CARETAS DE UNASUR Y CARTES EN SURINAM (II). (Nueva versión de esta serie, corregida y aumentada, con la posibilidad de ser descargada en formato pdf desde www.jlsimong,blogspot.com)

Escribe José Luis Simón G.

Foto publicada por “abc”, proveída por el poderoso equipo de comunicaciones de HC, que está trabajando en un proyecto multimedia “independiente”, que no tiene límites presupuestarios. Mientras, HC mantiene buenas relaciones con los propietarios, y por ello directores (legales o de hecho) de las principales cadenas locales. Además, ya tiene en planilla a todo un pequeño regimiento de “comunicadores” a sueldo, que trabajan en diversos medios, a los que ya se están sumando conocidos “intelectuales” locales, seleccionados de entre los traidores a la Patria paraguaya y la Humanidad.


Es esta una interpelación pública, la segunda, al señor Horacio Cartes, primer mandatario-servidor público, y en tal calidad presidente de la República del Paraguay. Desde luego: siempre dentro de los límites de la “democracia” de tan baja intensidad que lamentablemente todavía impera en nuestro país. Entre numerosas anomalías más eso significa que, por lo general, los mandatario, electos o no, se convierten en mandantes de nosotros, el pueblo, que cuando realmente ejerce su soberanía constitucional se transforma en ciudadanía.

Estas reflexiones son compartidas con los com-patriotas de la Patria paraguaya-Humanidad (aquí y en el exterior), desde nuestra constitucionalmente teórica, y común condición, de ciudadanos y ciudadanas, detentadores de la soberanía del poder público de la república. Y también está dirigida a los “soberanos” de nacionalidades diferentes, pero que residen con nosotros, muchos de ellos desde hace tanto tiempo, y que acompañaron y acompañan las luchas democráticas de nuestro pueblo. Como lo hiciéramos y hacemos con las ciudadanías de la Patria-Humanidad de cada uno, en esta fraternidad de lucha por el Estado de derecho democrático y la sociedad abierta, en todos los países del orbe.

La soberanía ciudadana, en su ejercicio, en nuestra “democracia” de tan bajísima calidad, la politiquero-partidocrática, la “úlcera de la política” (según Eligio Ayala, ese compatriota egregio, excepcional hasta en su equivocado machismo, que le privó a la Patria de su concurso fundamental, cuando el tsunami bélico del Chaco ya había estallado), se limita apenas a la función de “votar” quinquenalmente, “escogiendo” solo de entre las abrumadoras ofertas mediático-propagandísticas, las   de los poderes fácticos, que ahora son no tradicionales: descarado injerencismo neo totalitario e imperialista, con apoyo local, terrorismo, narcopolítica y narcoeconomía...

Los nuevos poderes fácticos, desde hace tiempo imperan sin límites, combinando según las circunstancias la fuerza abierta (por ejemplo, la de terroristas y sicarios) con las potestades menos trágicas pero igualmente opresoras del dinero y de los grupos financieros locales, regionales y mundiales, que todavía están en el estado de naturaleza hobbesiano, más que los mismos Estados y potencias mundiales.

En el tan importante mundo de la política todavía no sufragamos para elegir entre los mejores candidatos y programas, haciendo uso de nuestro libre albedrío, pues en la población nacional predominan aún los meros habitantes. Se encuentran estos oprimidos, material, mediática, y criminalmente (esto último cuando es necesario), por las oligarquías partidocráticas y económicas, y sus poderes fácticos, que pretenden impedir hasta el mínimo desarrollo y expansión de la auspiciosa ciudadanía. Que de suyo es todavía lento y fragmentada, fenómeno sociopolítico, en el Paraguay, de muy reciente data.


El autor abriga la esperanza de que sus reflexiones, y las de otros com-patriotas, sirvan para alimentar con argumentos e ideas el criterio público, en estos momentos tan críticos para el Estado y la sociedad nacionales, cuando las fuerzas aliadas contranaturales y antihistóricas de los “tecnócratas” y grupos partidocráticos, ampliados en poderes sin límites, al haberse simbiotizado, por los menos algunos sectores, con los del crimen organizado transnacionalizado, en ocasiones aliados a ideologías totalitarias perimidas históricamente, doquiera hayan sido ensayadas, y con elevadísimo costo humano. Estos poderes fácticos, a veces revestidos de formalidades seudo democráticas, pretenden apoderarse ahora de la Patria paraguaya-Humanidad. 

En este interés, y después del fracaso luguista, siguen ahora el modelo gradualista “nuevo rumbo”, para llegar al objetivo perseguido, con un primer actor diferente, el “exitoso” Cartes, quien con dineros de orígenes nunca dilucidados ha comprado a las elites partidocráticas coloradas, y de otras organizaciones, y espera hacer lo mismo con sectores estratégicos de las “bases republicanas”, los tan satanizados “seccionaleros”, estigmados como las fuerzas de choques milicianas, y patrimonialistas-sultanísticas, de la alianza colorado-militar, desde 1947 y hasta mucho después de 1989.

En realidad todas las organizaciones politiqueras, las tradicionales, y las más actuales, “democráticas” y neo totalitarias, después del 3 de febrero, de manera sistemática y lenta organizaron a sus propios “seccionaleros”, para disputarles a los herederos, en transformación, de los neo colorados stroessneristas, palmo a palmo, los espacios tan codiciados del aparato de Estado y el botín de la hacienda pública a discreción.

Si no logran alcanzar su objetivo instrumental, el de obtener el tóxico de la apariencia del poder (en el pos stroessnerismo nadie ha logrado conquistarlo) a cambio de divisas, tienen una variedad de recursos de violencia masiva en su recetario, desde el narcoterrorismo del autodenominado EPP, hasta los sicarios del “narco” neo poder oligárquico-burgués, que es cualquier cosa menos una pujante clases empresarial. Por último, una vez neutralizadas por infiltración, y compra-venta de lealtades a nuestra “Fuerza Pública” y demás instituciones nacionales, recurrirán a la fuerza combinadas de los ejércitos de algunos países vecinos, reforzados con el KGB y las divisiones reforzadas castristas, como en Vene-Cuba, que contarán con el elemento “milicias populares” y “comités de defensa del nuevo rumbo”, en todo el país, casa por casa, rancho por rancho, carpa por carpa…

El proyecto es convertir al Paraguay en el santuario “Estado-nación” y centro geopolítico del régimen de poder cleptonarcocrático y neo totalitario, desde el cual expandirse por toda América Latina y el Caribe, en busca de la consolidación agresiva de la alianza entre narcoterroristas (FARC, Sendero Luminoso, etc.), teocracias-fundamentalistas terroristas (Irán y Al Qaeda, entre muchas más del mundo islámico, que no tiene el monopolio de las atrocidades genocidas, como lo evidencia Bachar al Assad) y otras similares manifestaciones del terror no religiosas, que se pretende revivir en la región y el mundo: los restos y retoños del totalitarismo (castro-chavismo), incluyendo al último despotismo asiático (Corea del Norte), etc. 

Todo conducido hasta hace muy poco antes de sus graves problemas de salud, agudizados con la muerte de su primogénito genocida, Chávez, el genocida Fidel Castro y su obra, el castro-comunismo, para hacer “tabula rasa” de nuestra civilización, la que no está exenta de gravísimas inequidades, injusticias y crímenes contra la humanidad. Todo esto en momentos en que se acelera el tiempo histórico mundial, al borde de un estallido bélico planetario que podría terminar con las guerras… ¡al precio de acabar también con la existencia humana, y toda otra manifestación de vida en el planeta!

Es todo esto, y mucho más, el contexto de la humillación y de la traición a la Patria paraguaya Humanidad, del encuentro sin condiciones al que concurrió el presidente Cartes a Paramaribo (Surinam), guiado por las expertas artes de la enemiga del Paraguay, Dilma Rousseff, para en los hechos someterse a Nicolás Maduro, el dictador de Venezuela, apenas el mascarón de proa actual del neo totalitarismo castro-chavista.

Por cierto que Eladio Loizaga, el canciller de La Habana, Caracas, Brasilia…, y otros, de los círculos palaciegos locales, ni siquiera le dijeron a Cartes que pensara dos veces antes de ese viaje al despotismo de Dési Bouterse, uno de los jefes de las cleptonarcocracias regionales en formación, y con el que el actual “mandatario” paraguayo ya ha tenido lazos importantes de “negocios”, según numerosas fuentes periodísticas internacionales, a la par que diplomáticas y de servicios de inteligencia extranjeros.


JLSG
Asunción, a lunes 9 de setiembre de 2013





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