Escribe José Luis Simón G.
En la morgue oficial, en
bolsas negras de plástico, los cadáveres de cinco compatriotas, todos humildes
trabajadores, quienes fueran exterminados por los terroristas del EPP, los
“revolucionarios del socialismo siglo XXI”. No solo cinco familias están
enlutadas: lo está
la Patria paraguaya toda (Fuente:
publicación de “abc”, proporcionada a la prensa por fuentes del Ministerio
Público).
Los terroristas del (EPP),
como en un campo de exterminio totalitario perpetraron este fin de semana (17-18 de agosto) lo que
los brasileños denominan “crimen hediondo”, de magnitud de una masacre. Son
cinco seres humanos, hasta ahora, las víctimas mortales de la barbarie
denominadas EPP y “socialismo siglo XXI: “Feliciano Coronel Aguilar (38), Pedro
Pablo Ramírez (22), Ramón Norberto Ayala (49) y Catalino Ortiz (59). Hasta el
momento, no se dio a conocer el nombre del quinto fallecido, aunque
el fiscal Carlomagno II Alvarenga manifestó a ABC Color que otra víctima se
llama Jorge Sebastián Rojas”, se lee en la versión digital del diario: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/epp-identifican-a-fallecidos-608136.html
EPP: EXTERMINADORES NARCOTERRORISTAS
Hiede la matanza a la
inhumanidad extrema del Gulag soviético, del infierno nazi de Auschwitz, de las
matanzas masivas perpetradas, sea por los maoístas de Pol-Pot en Camboia y las
de los “senderistas” peruanos en Uchuracay, en las tan elevadas soledades
Andinas de Ayacucho. Incluso hiede a los fusilamientos de prisioneros sin
juicio previo, perpetrados por los genocidas Castro y el asesino seriado
Ernesto “Che” Guevara Lynch de la Serna, o a los crímenes de las organizaciones
terroristas “revolucionarias” de fines del siglo pasado en la región, que fuera
respondidas con la locura del “terrorismo de Estado”. La matanza hiede también
a las narcoterroristas FARC, los maestros del mal de sus ahijados locales, el
EPP.
Al
respecto, y correctamente, el presidente Horacio Cartes acaba de reiterar que
la lucha del Estado paraguayo, una democracia de muy baja calidad, al desafío
de los terroristas del autodenominado EPP, se llevará a cabo dentro del orden
constitucional. Ver enlace: http://www.abc.com.py/nacionales/cartes-primara-el-estado-de-derecho-608158.html
Este es el proyecto
violento para la toma del poder por los totalitarios castro-chavistas, quienes
quieren implantar, al costo social que sea, el “socialismo siglo XXI”, en
nuestra región, y es por eso que la Patria paraguaya ha sido agredida político-diplomáticamente,
y continúa padeciendo tal ofensiva, desde junio de 2012 de manera abierta.
(Es por eso también
que el primer mandatario, es decir, servidor público, el presidente Cartes, no
debe asistir a la cumbre de los totalitarios de la UNASUR, a la que también,
cobardemente, concurren los presidentes de la región, que se dicen democrátas,
y que por ello son vergonzantes, como presidentes “democráticos”. Por lo menos
hasta que no esté presentada la denuncia del Paraguay ante la Corte de la Haya,
para reclamar Justicia por las agresiones recibidas sobre todo de Brasilia,
Buenos Aires y Montevideo, pero también de La Habana y Caracas, y otras
capitales regionales de lo poco que resta del totalitarismo comunista en
historia).
El procedimiento de
exterminio de seres humanos inocentes, sin piedad alguna, consistió en
arrodillar a sus víctimas (a las que previamente habían secuestrado en la tarde
del sábado) y los asesinaron a sangre fría, informó después de los estudios
legales de rigor, el médico forense, Pablo Lemir: “Todos los muertos tenían
disparos a corta distancia y a la cabeza”. Consultar: http://www.abc.com.py/nacionales/victimas-fueron-ejecutadas-608155.html
Se confirmó así la
alevosía con que actuaron los asesinos, en la masacre de los empleados de
seguridad que fueron sorprendidos y capturados en un retén de seguridad, de un
establecimiento ganadero “Lagunita” de Tacuatí, San Pedro, propiedad de un ciudadano
brasileño, en el/la linde con el departamento de Concepción. Información
básica: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/epp-secuestra-y-ejecuta-a-cuatro-guardias-de-estancia-en-tacuati-608112.html
EXTREMA INHUMANIDAD
El método sanguinario
es la firma certificada habitual de los asesinatos que perpetran los
terroristas del EPP, quienes una vez más, el sábado 17 de agosto, hacia las 16
hs., ensangrentaron a la Patria paraguaya y la Humanidad. Pero en esta
oportunidad, por primera vez, llevaron a cabo una operación terrorista de
grupo, masiva. Y a sangre fría, al descubierto, en una zona boscosa, lo que
implica que los verdugos se entrenan en las más despiadadas conductas propias
de sicarios de las bandas organizadas de los criminales del narcoterrorismo. En
el caso de los terroristas del autodenominado EPP, ellos no eliminan a sus
víctimas por la paga en metálico. Para ellos se trata de una etapa de “lucha
revolucionaria de clases”, que todo lo justifica. De parte de ellos, claro
está.
“Con relación a la cantidad de
impactos, dos de los cuerpos recibieron dos proyectiles, en tanto que los otros
tres recibieron un proyectil. Los impactos fueron en la cabeza, los cinco
cuerpos tienen disparos mortales en la cabeza”, dice una parte del informe
forense, que agrega:
“Por las características de las ropas, las víctimas
estaban arrodilladas. En uno de los casos, el de la última víctima encontrada,
aparentemente habría recibido un impacto e intentó huir. Tiene rastros de haber
recibido latigazos en la espalda, además de un impacto de bala también en la
cabeza. La distancia de los disparos es intermedia. Se pudo sacar solo un
plomo, los demás impactos tienen orificio de entrada y salida. Las ejecuciones
fueron de atrás para adelante, salvo uno de ellos, que también recibió el
impacto por detrás”, finaliza el texto del documento forense firmado por el
Pablo Lemir.
PRIMERAS CONCLUSIONES
Las
debilidades del gobierno y aparato de Estado:
[i]
las fuerzas de seguridad, empezando por el Ministerio del Interior y la Policía
Nacional, fueron tomadas totalmente por sorpresa: no existía un estado real y
preventivo de alerta generalizado y con capacidad operativa en los hechos, que
por el momento político era absolutamente imprescindible haberlas adoptado;
[ii]
las responsabilidades políticas, jurídicas y administrativo institucionales, se
reparten entre el desgobierno saliente y la administración entrante. En el caso
del desgobierno de Federico Franco la Secretaría Permanente del Consejo de la
Defensa Nacional, organismo del Poder Ejecutivo y no de las FFAA y tampoco de
los ministerio del Interior y de Defensa, o de la Policía, al elevadísimo costo
de al menos un millón de dólares acaba de terminarse un “Libro Blanco de la
Defensa del Paraguay”, versión “copy page” de otros países, en lugar de haberse
dedicado, sus responsables, a elaborar lo principal e imprescindible: una
“Estrategia y Plan Nacional de Políticas Públicas para Neutralizar, primero, y
Derrotar después, lo antes posible, al grupo narcoterrorista autodenominado EPP
y otros similares”. El denominado equipo de transición de Cartes, de gentes
recién llegadas a la politiquería, y ni qué decir a la política, embriagado con
las mieles del gobierno a “administrar”, tampoco le prestó atención a un
componente tan crítico y principal en la actual agenda gubernamental del
Paraguay;
[iii]
es lo más preocupante, que todas las declaraciones iniciales de las nuevas
autoridades constitucionales, empezando por Cartes, ponen en evidencia que el
Estado sigue careciendo de una una “Estrategia y Plan Nacional de Políticas
Públicas para Neutralizar, primero, y Derrotar después, lo antes posible, al
grupo narcoterrorista autodenominado EPP y otros similares”, lo que debe
realizarse, como lo expresara Cartes, en el marco del respeto estricto de la
Constitución y leyes, y del derecho internacional de los derechos humanos; y
[iv]
la grave debilidad institucional y de liderazgo en los partidos políticos
tradicionales y las más recientes organizaciones politiqueras, genéricamente
“democráticas”, que abrió el espacio para el aventurerismo partidocrático de
candidaturas como las de Lugo y Cartes, que no son verdaderas alternativas para
el desarrollo institucional democrático de nuestro país. Esto se agrava con la
crisis interna del oficialista Partido Colorado, vendido a Cartes, para
regresar los colorados al presupuesto nacional, y comprado por el candidato de
novísima afiliación, a precio multimillonario, pero carente de un proyecto
político sensato y realista, e incluso de la “realpolitik” de la politiquería,
lo que ya tiene una evidencia en la composición de su “seleccionado nacional”
del gabinete y altos cargos, gastronómicamente comparable con un pésimo
“batiburrillo” misionero criollo, o una hispánica podrida “olla podrida”.
Las
debilidades de los terroristas del EPP:
[i]
el castro-bolivarianismo está desmembrándose en las crisis terminales del
proyecto totalitario, sobre todo en La Habana y Caracas, pero también en las
demás capitales involucradas: uno solo de sus gobernantes está en un momento de
ascenso y ninguno al margen del reflujo “revolucionario” regional;
[ii]
a pesar de las promesas incumplidas de la apertura política paraguaya, y de las
traiciones reiteradas a los ideales de redención social, política, económica,
cultural, etc.; ni las fuerzas locales de “izquierda”, y mucho menos el EPP,
están creciendo en el pueblo y ciudadanía paraguayos, a pesar del malestar que
generan las sucias politiquerías partidocráticas. ¡Es casi imposible vender el
“socialismo siglo XXI” después de la desaparición de la URSS y del “campo socialista”;
y
[iii] la misma
naturaleza terrorista y gangsteril del EPP, vinculado al crimen
trasnacionalizado de la narcoactividad y a otras operaciones delictivas, y la
cobardía y carencia de espíritu y mística de lucha entre sus grupos operativos
de exterminadores que no logran convertirse en una verdadera fuerza bélica,
porque sus jefes, mandos y tropas destinan gran parte de sus riquezas obtenidas
extorsivamente al enriquecimiento privado que combinan con el consumismo
desenfrenado, la lujuria y los placeres. Es por eso que no se los puede
considerar terroristas combatientes, sino terroristas oportunistas: solo pasan
a la ofensiva cuando los operativos que ejecutan son de limitado alcance, en su
radio de acción, modalidades y objetivos, lo que se comprueba por medio de la
vida “oligárquico-burguesa” que llevan en prisión unos pocos de sus líderes
apresados, juzgados y condenados a penas privativas de libertad, y fuera de
ella sus familiares, cómplices y administradores. Todo en el contexto de una
durísima lucha por el poder, despiadada, que muy pronto empezará a sembrar de
cadáveres de “traidores y contrarrevolucionarios” sus propias huestes.
ÉTICA, DEMOCRACIA Y NARCOTERROR
La
ética de un Estado que pretende serlo de derecho y democrático, aunque el
nuestro lo sea de pésima calidad, son los derechos humanos, aunque los
terroristas no los respeten y las organizaciones de “derechos humanos” ya se
hayan manifestado con advertencias sobre los riesgos de que el gobierno
“militarice” la respuesta al problema.
Para
estas organizaciones, como también para Fernando Lugo el mendaz y sus casi
inexistentes seguidores, es decir, para los caviarnícolas locales (deglutidores
de caviar y cavernícolas ideológicos) los trabajadores humildes, los policías y
militares, los empresarios y sectores medios, en general, todos los sectores de
la ciudadanía que no son “revolucionarios” masacradores como ellos, no
son sujetos de cuidados en materia de derechos humanos.
Tal
es así que la primera reacción del denominado “Frente Guasú” luguista, el
domingo 18, desde un seminario o encuentro realizado en el Hotel del Paraguay,
con financiamiento de la socialdemocrática Fundación Friedrich Ebert, de la
Alemania democrática, ya advirtieron a las autoridades del gobierno acabado de
instalar, que no opte por la vía del terrorismo de Estado.
¡Eso
les preocupaba y no condenaron a los terroristas “revolucionarios”, porque lo
que hicieron, para ellos, no constituye una violación de derechos fundamentales
del ser humano, empezando por la vida! Recién hoy lunes 19 se conoció un
comunicado del luguismo y sus traidores a la Patria y la Humanidad, en el cual
se critica, “tibiamente” y sin honestidad, la masacre de sus compañeros
“epepistas” del último fin de semana.
El
monopolio de la fuerza, en Estado de derecho democrático (Edd), el de la
sociedad abierta, solo lo puede ejercer tal espacio jurídico y político de la
ciudadanía, respetando la Ley Suprema y nuestro ordenamiento jurídico, siempre
de vigencias todavía precarios, aquí, porque al terrorismo no se lo vence con
terrorismo, sino también recurriendo al poder del Estado limitado por las leyes
y por la Justicia.
Eso
nos diferencia a quienes somos seres humanos, y buscamos realizar los cambios
políticos, sociales, económicos, culturales, ambientales, etc., que requieren
con urgencia el Paraguay y el mundo, pero con la protección de las libertades
por medio de las leyes y el derecho, que son instrumentos para realizar la
Justicia.
JLSG
Asunción, a martes 20 de
agosto de 2013
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