El
corresponsal de “El País” de Madrid en Buenos Aires perpetra un
panfleto de pésimo periodismo fantástico, y desde el Paraguay
soberano se lo hacemos saber, invitándole a conocer nuestra
realidad, informándose imparcial y pluralmente
Escribe
José Luis Simón G.
Señor
Rebossio, entre el título del panfleto que Ud. firma, “La tensión
no cede en Paraguay”, y la frase que al parecer le da origen en su
perpetración (“La tensión política en Paraguay continúa con
manifestaciones modestas pero constantes contra lo que califican como
golpe de Estado contra el exobispo de centroizquierda”), existe tal
abismo que me exime de cualquier otro comentario. Sobre el “golpe
de Estado”, por favor consulte a un constitucionalista serio y
democrático como Jorge Vanossi, su compatriota, él le hará ver que
Ud. no es sino otro eco distorsionador, involuntariamente, quiero
creer, de intereses neototalitarios en la región, como puede
comprobar leyendo “El País”, cuando informa sobre serias
violaciones pormenorizadas de los derechos humanos en Venezuela, de
las que “Human Right Watch” responsabiliza al régimen chavista.
“TENSIÓN” POLÍTICA EN EL PARAGUAY
Para el Diccionario de la Lengua Española (RAE), en línea, la palabra “tensión” tiene dos acepciones que guardan relación con el título de su texto, que no es otro que de un pésimo “periodismo”, por ser su contenido de ficción fantástica y de la peor especie. La RAE entiende por tensión el “estado de oposición u hostilidad latente entre personas o grupos humanos, como naciones, clases, razas, etc.”, y también “estado anímico de excitación, impaciencia, esfuerzo o exaltación”.
Obviamente Ud. se refiere a tensión “política y social”: ¿cuáles son los indicadores que le permiten calificar así a la presente coyuntura paraguaya? ¿Acaso el epígrafe de la foto?: “Seguidores de Lugo se manifiestan en Asunción el 15 de agosto. ¡No suman tres decenas! ¿Los ve en peligro por la “represión” del gobierno? Ud. mismo califica de “modestas pero constantes” a las manifestaciones, que son libres, además. Sí, pobrísimas en manifestantes, en gentes realmente del pueblo y cada vez más espaciadas en el tiempo. ¿Dónde está la tensión?
¿Qué mal le hicimos los paraguayos para que distorsione la realidad según un libreto emanado del “socio-lismo sigloXXI” o del “bola-varianismo” como llamamos aquí a los aprestos neototalitarios de Hugo Chávez y a sus comparsas regionales? El Paraguay no está enfrentado con Argentina y Brasil, y tampoco con Uruguay, Venezuela y Bolivia, para no ir más lejos. Los (des)gobiernos de tales países, con aires neoimperialistas e intervencionistas, violando el Tratado de Asunción (1991) y la Convención de Viena sobre Derecho de Tratados (1965), “suspendieron” al Paraguay del Mercosur, matando el esquema integracionista que ya estaba en su crisis terminal, y posibilitaron así que Chávez, no Venezuela, ingresara en su lugar, por medios írritos, de nulidad insalvable.
¿Sabe Ud. qué dictaminó al respecto nada menos que el respetado jurista Pastor Riudrejo, uno de los especialistas mundialmente reconocidos, no sólo en España y la UE, en materia de derecho internacional público? Infórmese bien, por favor, Sr. Rebossio antes de distorsionar la realidad de un país que acaba de sortear nada menos que una crisis de Estado y por procedimientos constitucionales y pacíficos y por primera vez en su historia. Lo mismo recomiendo a su editor. Ni él ni Ud. pueden aducir la propia ignorancia como un justificativo, que cae como una lápida sobre toda la cadena de mando de la redacción de “El País”.
FRANCO “AMENAZA” A BRASIL Y ARGENTINA
Tampoco el presidente constitucional Federico Franco “amenaza con exportar menos electricidad a los dos países vecinos”. No se amenaza cuando se reclama en el marco de los tratados que regulan la vida institucional de las hidroeléctricas binacionales que el Paraguay comparte en copropiedad con Brasil (Itaipú) y Argentina (Yacyretá). ¿Dónde encuentra Ud. el mal que implica necesariamente toda “amenaza” cuando los respectivos instrumentos bilaterales estatuyen la posibilidad de que Paraguay utilice soberanamente el 50% de la energía que le corresponde?
El Paraguay solo tiene que proceder conforme a derecho, y no se ha apartado de él, mientras Itamaraty y el Palacio San Martín nos agreden con la prepotencia de la fuerza que es el “derecho” de los opresores, neoimperialistas en este caso. Lo que nos pagan Brasil y Argentina, que Ud. menciona, son valores subvaluados (a precio de mercado) por la cesión de la energía que todavía no utilizamos y en concepto de compensación: ¡no es un regalo el que nos hacen y por el contrario el Paraguay les subsisidia esa energía! Por favor: ¡no hable más de lo que no sabe!
El actual gobierno paraguayo, “golpista”, según Ud., no se ha ensangrentado las manos como lo hizo el desgobierno de Lugo, en la masacre de campesinos y policías ocurrido en Curuguaty, que debía servir para que estallase aquí una guerra civil geopolítica e ideológicamente preparada y estimulada. Lugo, ¡un oportunista de tomo y lomo, es tan de “centroizquierda” como Ud. conocedor del Paraguay! El no es sino uno más de tantos caviar-nícolas, supuestos revolucionarios que están vaciando de todo contenido el esfuerzo de democratización latinoamericana, como ocurre con la Argentina “pingüina”, la de “la Cámpora”. ¿Oyó hablar de esta lacra regional de los caviar-nícolas?
Durante su (des)gobierno, Lugo no hizo absolutamente nada serio para iniciar la transformación productiva del agro paraguayo, en el marco de la Constitución y la leyes, y sí exacerbó el conflicto de clases aprovechándose de la miserabilización de humildes compatriotas, y protegiendo a una banda terrorista, el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), con vínculos con las FARC y la ETA, vía la Venezuela sometida a Chávez.
IGNORANCIA SUPINA
Cuando Ud., señor Rebossio, escribe que “México decidió normalizar sus relaciones con Paraguay con el argumento de que la Organización de Estados Americanos (OEA), donde EE UU pesa fuerte, había desaconsejado sancionarlo”, pone en evidencia algo peor que su mala intención, que no puedo presumir, sino su ignorancia, que es peor y evidente.
Y allá la Monarquía Constitucional española si decide celebrar el centenario de “La Pepa” impidiendo la presencia de la República del Paraguay, mientras Sus Majestades, el presidente del Gobierno y el ministro de Asuntos Exteriores se rodean de gobernantes de “credenciales democráticas” como los Castro, Ortega, Chávez, Morales, Correa, Fernández de Kirchner y otros neoimperialistas. ¡La historia de la democracia en España y el mundo recogerá este esperpento político y diplomático y como tal será estudiado sin absolución posible!
Antes de concluir esta ya larga réplica, que no agota las críticas que merece su tan reprochable perpetración de periodismo de ficción fantástica, permítame decirle que el diario “Ultima Hora”, que Ud. menciona como una de sus escasas fuentes, nunca fue de oposición al ex (des)gobernante, lo que no corresponde a un medio de prensa que en todo caso debe ser crítico cuando lo merezca el régimen político. Repentinamente, por arte de birlibirloque, se acaba de convertir en uno de “oposición” ahora, con manifestaciones propias del peor periodismo, el de “prensa poder fáctico”, cuando que por definición la prensa en las sociedades abiertas, si es imparcial e independiente, siempre debe ser un contrapoder, cuando este se ejerce sin límites. Quedo a su disposición, señor Rebossio, cuando decida venir a conocer la realidad paraguaya del presente, que en modo alguno está mínimamente reflejada en la nota suya. (Disponible en http://internacional.elpais.com/internacional/2012/08/23/actualidad/1345706036_042869.html)
“TENSIÓN” POLÍTICA EN EL PARAGUAY
Para el Diccionario de la Lengua Española (RAE), en línea, la palabra “tensión” tiene dos acepciones que guardan relación con el título de su texto, que no es otro que de un pésimo “periodismo”, por ser su contenido de ficción fantástica y de la peor especie. La RAE entiende por tensión el “estado de oposición u hostilidad latente entre personas o grupos humanos, como naciones, clases, razas, etc.”, y también “estado anímico de excitación, impaciencia, esfuerzo o exaltación”.
Obviamente Ud. se refiere a tensión “política y social”: ¿cuáles son los indicadores que le permiten calificar así a la presente coyuntura paraguaya? ¿Acaso el epígrafe de la foto?: “Seguidores de Lugo se manifiestan en Asunción el 15 de agosto. ¡No suman tres decenas! ¿Los ve en peligro por la “represión” del gobierno? Ud. mismo califica de “modestas pero constantes” a las manifestaciones, que son libres, además. Sí, pobrísimas en manifestantes, en gentes realmente del pueblo y cada vez más espaciadas en el tiempo. ¿Dónde está la tensión?
¿Qué mal le hicimos los paraguayos para que distorsione la realidad según un libreto emanado del “socio-lismo sigloXXI” o del “bola-varianismo” como llamamos aquí a los aprestos neototalitarios de Hugo Chávez y a sus comparsas regionales? El Paraguay no está enfrentado con Argentina y Brasil, y tampoco con Uruguay, Venezuela y Bolivia, para no ir más lejos. Los (des)gobiernos de tales países, con aires neoimperialistas e intervencionistas, violando el Tratado de Asunción (1991) y la Convención de Viena sobre Derecho de Tratados (1965), “suspendieron” al Paraguay del Mercosur, matando el esquema integracionista que ya estaba en su crisis terminal, y posibilitaron así que Chávez, no Venezuela, ingresara en su lugar, por medios írritos, de nulidad insalvable.
¿Sabe Ud. qué dictaminó al respecto nada menos que el respetado jurista Pastor Riudrejo, uno de los especialistas mundialmente reconocidos, no sólo en España y la UE, en materia de derecho internacional público? Infórmese bien, por favor, Sr. Rebossio antes de distorsionar la realidad de un país que acaba de sortear nada menos que una crisis de Estado y por procedimientos constitucionales y pacíficos y por primera vez en su historia. Lo mismo recomiendo a su editor. Ni él ni Ud. pueden aducir la propia ignorancia como un justificativo, que cae como una lápida sobre toda la cadena de mando de la redacción de “El País”.
FRANCO “AMENAZA” A BRASIL Y ARGENTINA
Tampoco el presidente constitucional Federico Franco “amenaza con exportar menos electricidad a los dos países vecinos”. No se amenaza cuando se reclama en el marco de los tratados que regulan la vida institucional de las hidroeléctricas binacionales que el Paraguay comparte en copropiedad con Brasil (Itaipú) y Argentina (Yacyretá). ¿Dónde encuentra Ud. el mal que implica necesariamente toda “amenaza” cuando los respectivos instrumentos bilaterales estatuyen la posibilidad de que Paraguay utilice soberanamente el 50% de la energía que le corresponde?
El Paraguay solo tiene que proceder conforme a derecho, y no se ha apartado de él, mientras Itamaraty y el Palacio San Martín nos agreden con la prepotencia de la fuerza que es el “derecho” de los opresores, neoimperialistas en este caso. Lo que nos pagan Brasil y Argentina, que Ud. menciona, son valores subvaluados (a precio de mercado) por la cesión de la energía que todavía no utilizamos y en concepto de compensación: ¡no es un regalo el que nos hacen y por el contrario el Paraguay les subsisidia esa energía! Por favor: ¡no hable más de lo que no sabe!
El actual gobierno paraguayo, “golpista”, según Ud., no se ha ensangrentado las manos como lo hizo el desgobierno de Lugo, en la masacre de campesinos y policías ocurrido en Curuguaty, que debía servir para que estallase aquí una guerra civil geopolítica e ideológicamente preparada y estimulada. Lugo, ¡un oportunista de tomo y lomo, es tan de “centroizquierda” como Ud. conocedor del Paraguay! El no es sino uno más de tantos caviar-nícolas, supuestos revolucionarios que están vaciando de todo contenido el esfuerzo de democratización latinoamericana, como ocurre con la Argentina “pingüina”, la de “la Cámpora”. ¿Oyó hablar de esta lacra regional de los caviar-nícolas?
Durante su (des)gobierno, Lugo no hizo absolutamente nada serio para iniciar la transformación productiva del agro paraguayo, en el marco de la Constitución y la leyes, y sí exacerbó el conflicto de clases aprovechándose de la miserabilización de humildes compatriotas, y protegiendo a una banda terrorista, el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), con vínculos con las FARC y la ETA, vía la Venezuela sometida a Chávez.
IGNORANCIA SUPINA
Cuando Ud., señor Rebossio, escribe que “México decidió normalizar sus relaciones con Paraguay con el argumento de que la Organización de Estados Americanos (OEA), donde EE UU pesa fuerte, había desaconsejado sancionarlo”, pone en evidencia algo peor que su mala intención, que no puedo presumir, sino su ignorancia, que es peor y evidente.
Y allá la Monarquía Constitucional española si decide celebrar el centenario de “La Pepa” impidiendo la presencia de la República del Paraguay, mientras Sus Majestades, el presidente del Gobierno y el ministro de Asuntos Exteriores se rodean de gobernantes de “credenciales democráticas” como los Castro, Ortega, Chávez, Morales, Correa, Fernández de Kirchner y otros neoimperialistas. ¡La historia de la democracia en España y el mundo recogerá este esperpento político y diplomático y como tal será estudiado sin absolución posible!
Antes de concluir esta ya larga réplica, que no agota las críticas que merece su tan reprochable perpetración de periodismo de ficción fantástica, permítame decirle que el diario “Ultima Hora”, que Ud. menciona como una de sus escasas fuentes, nunca fue de oposición al ex (des)gobernante, lo que no corresponde a un medio de prensa que en todo caso debe ser crítico cuando lo merezca el régimen político. Repentinamente, por arte de birlibirloque, se acaba de convertir en uno de “oposición” ahora, con manifestaciones propias del peor periodismo, el de “prensa poder fáctico”, cuando que por definición la prensa en las sociedades abiertas, si es imparcial e independiente, siempre debe ser un contrapoder, cuando este se ejerce sin límites. Quedo a su disposición, señor Rebossio, cuando decida venir a conocer la realidad paraguaya del presente, que en modo alguno está mínimamente reflejada en la nota suya. (Disponible en http://internacional.elpais.com/internacional/2012/08/23/actualidad/1345706036_042869.html)
JLSG
Asunción,
a 24 de agosto de 2012
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