La extraña historia de un “macho cabrío” canadiense y del travestismo del dictador Correa en supuesto defensor de la libertad de prensa, la democracia y los DDHH
Escribe José Luis Simón G.
En su semanal monólogo por la cadena de medios del Ecuador, el sábado 18 pasado, travestido en demócrata y defensor de los derechos humanos y de la libertad de prensa”, el totalitario Rafael Correa habla acerca del asilo diplomático concedido por su gobierno al polémico fundador de Wikileaks (Fuente: Eduardo Santill y Xein Trujillo, de AFP, foto publicada por “El País” de Madrid).
Una muy grave crisis acapara la atención del mundo, es en apariencia un rayo caído de cielo sereno y sin nubes –como en otra ocasión dijera un importante pensador y político revolucionario decimonónico–, y mantiene en tenso antagonismo a Ecuador y el Reino Unido, suscitando intranquilizadoras repercusiones internacionales, a raíz del asilo diplomático cuestionablemente otorgado al mediático enigma llamado Julián Assange (creador de Wikileaks), por el régimen de Rafael Correa, de auténtico, indisimulable y ya irrespirable tufo totalitario.
En tanto Londres le niega tal condición, y tiene razones para ello, sorprendió además al mundo con su novísima doctrina de viso impensablemente totalitario, al haber anunciado que su policía, de ser necesario, incluso ingresaría a la sede diplomática ecuatoriana para detener a Assange, requerido por tribunales británicos, de no acceder el gobierno de Quito a ponerlo en manos de la justicia del Reino Unido, por haber violentado unilateralmente sus compromisos procesales con ella, lo que le posibilitó a estar en una libertad controlada dentro de los límites de la soberanía de la constitucional “corte de St. James”. Antes de haber decidido buscar refugio amparado por Ecuador, el Tribunal Supremo de Inglaterra había rechazado una acción de Assange, tratando vanamente de impedir su extradición a Suecia.
En este país nórdico, de instituciones tan racionales y legalistas, de sociedad y naturaleza milimétricamente ordenadas, y de una Justicia imparcial y proba como pocas en el mundo, Assange es requerido por sus jueces a raíz supuestamente de haber tenido trato carnal con al menos un par de damas suecas, viciado por el ejercicio de “persuasiones” violentas en perjuicio de las denunciantes. Para pedir asilo, Assange argumentó – sin haberlo demostrado– que ni en Inglaterra ni en Suecia sus tribunales están libres de las presiones de Washington, quien quiere procesarlo en Estados Unidos, acusándolo de haber robado y difundido mundialmente documentos oficiales y clasificados de la administración norteamericana.
Extraña historia de un “macho cabrío”
De todas maneras, llama la atención que en una Suecia de libérrimas costumbres genitales todavía existan mujeres indefensas, susceptibles ellas de ser “arrinconadas”, en contra de su voluntad,
por la lascivia incontrolable de un macho cabrío… ¡australiano y no por al menos un escandaloso obispo apóstata y peor presidente recién destituido de un país sudamericano!
[El autor solicita a sus estoicos lectores que no le pregunten de quien ni de cual habla, pues no quiere que le acusen de “reaccionario golpista” los “revolucionarios paraguayos del socialismo siglo XXI”, especialistas numerosos de ellos en portar maletines con divisas capitalistas pero ideológicamente marcadas, y en vivir burguesamente, antes que ser consecuentes con sus pregonados “ideales”, portar armas y arriesgar sus vidas. ¡A tales caviar-nícolas les seduce el fraudulento y burgués buen pasar que
tienen y para ello no trepidan en arriesgar las ajenas existencias!].
En esta coyuntura, el siempre escandaloso Assange se autopresenta como un perseguido del “imperialismo norteamericano” que busca catigarlo por ser él un supuesto defensor de las libertades de pensamiento y de expresión. Para otros es tan solo un aventurero de tomo y lomo, un “outsider” anti “establishment”, y por ende un peligrosísimo mesiánico. Existen otras interpretaciones, ninguna de las cuales es posible dilucidar todavía.
Héroe de la humanidad, muy dudoso, y tampoco ahora que lo defiende el ex juez Baltazar Garzón, reprimido antes que condenado por la (in)justicia española, en gran parte reacción arbitraria del Supremo de su país, a raíz del intenso empleo de la jurisprudencia mediática por el controversial magistrado, quien a ella subordinaba la propiamente jurídica.
Hasta ahora, lo único cierto es que una vez más Assange se ha incrustado nada menos que en el ojo del huracán de la crisis mundial del presente, que carece de estadistas e instituciones capaces de controlarla. Esto es lo grave de gravedad absoluta, si se permite al escriba tan burda reiteración del énfasis.
El caldero de Tinelli y la “isla de los pingüinos”
La sola posibilidad de ser violados por la monarquía constitucional británica importantes convenciones del derecho internacional de los derechos humanos, si no tuviese los tan evidentes cuan espesos orígenes político-ideológicos y estratégicos que exhibe el “affaire”, muy bien podría ser atribuido a una operación mundial salida del caldero del diablo siempre en ebullición, en que se ha convertido la extraordinaria creatividad mediática y lúdica (en sus peores aspectos) del argentino Marcelo Tinelli.
Este, desde la “isla de los pingüinos” (no de aquella de la narrativa del hoy olvidado pero siempre inmortal Anatole France, sino de la de las burdas, seudodemocráticas y tan drásticas agresiones neototalitarias del kirchnerismo), ha demostrado ser el mejor cirujano plástico mundial de durísimas y frustrantes realidades individuales, que se cuentan por miles de millones en el planeta, y percibidas por quienes las padecen con la sensación propia de los “atrapados sin salida alguna”.
Hablar de Tinelli solo en apariencia transforma a estas líneas en divagaciones sobre la escandalosa farándula porteña, que de todas maneras no logran ocultar el real análisis sobre el cual se
asientan, el de la crisis del choque del extraño señor Assange con potencias mundiales, empezando por los EUA. La situación internacional puede descomponerse, alejando más todavía a la humanidad de las reglas de juego del Leviatán hobbesiano, acercándonos de manera peligrosa y sistemática a su contrario, el del estado de naturaleza del todos contra todos y del predominio del más fuerte y astuto: "homo homini lupus".
Correa: ¿defensor de la prensa libre y los DDHH?
Sin ninguna duda, este espectáculo tinellinesco-correísta-londinense de la política mundial le viene como anillo al dedo a los totalitarios “bola-varianos”, quienes escribieron el libreto y lo están produciendo, destacando entre ellos el redactor principal, el presidente ecuatoriano Rafael Correa, termocéfalo integrante también de la peligrosa banda totalitaria, la del “socio-lismo siglo XXI” y muy duro Torquemada de la prensa libre en su país, a la que no deja resquicio alguno de tranquilidad.
Ahora, por arte de birlibirloque, es decir, gracias a Assange-Wikileaks, Correa se ha travestido en, nada menos, que “un paladín de la libertad de prensa mundial, y en ferviente defensor del Derecho internacional”. Para él son funciones compatibles, y que no le limitan en modo alguno, cuando debe cumplir órdenes neoimperiales del totalitario Hugo Chávez, como todos los de su caterva histórica.
Para los dictadores “bola-varianos” (los de los sellos de goma de la Alba, la Celac, la Unasur, y últimamente del Merc-Unasurizado y ya desparecido Mercosur, todos movidos a petrodólares chavistas
y con influencia y repercusiones mundiales sobre medios de prensa y periodistas, intelectuales y partidos “progresistas”, organismos internacionales y gobiernos cómplices, numerosos estos por
omisión, para no desentonar con lo políticamente correcto en la región), todos eficientes enemigos de las libertades fundamentales y de la dignidad humanas, y cada vez más totalitarios, y para regocijo particular de Correa, nada menos que Gran Bretaña les acaba de servir en bandeja la más novísima escenificación de la bíblica escena de David y Goliath.
La dirige ahora el totalisaurio número dos del Caribe, Chávez, quien ya presiente la crisis terminal de su “bolivarianismo”. Al igual que su jefe y primer saurio totalitario de la región, Fidel Castro, quien a duras penas sobrevive su propio infierno en la tierra, al estar extinguiéndose él al igual que el inhumano régimen de medio siglo que lo sostiene, al constatar a diario que la historia no esperó
su deceso para condenarlo, triturando la pretensión presuntuosa y delirante de ser absuelto por ella, en vida incluso.
Irresponsabilidad política británica
En todo caso, la de Londres, si persiste en su intención de capturar a Assange incluso en la sede diplomática ecuatoriana en la ciudad, eso se convertirá en una muy preocupante señal de irresponsabilidad político-diplomática internacional, que ya está teniendo graves repercusiones en un mundo agobiado por la concertación de crisis de imprevisibles consecuencias. Todo es peor de lo que aparenta, pues la jugada británica está lejos de ser una desorientación momentánea, derivada de reflejos imperiales dieciochescos o decimonónicos.
Ocurre que esta crisis ya de repercusiones mundiales tiene el aderezo inocultable de las versiones correístas y “bolivarianas”, que hablan de la “complicidad” de Suecia, y de la para “nada invisible
presencia” de lo peor de las tradiciones de la “república imperial” (Aron, “dixit”), los Estados Unidos, que al “perseguir” a Assange (a partir de su cuestionable Wikileaks) con “disfraces leguleyescos”,
en los hechos lo están convirtiendo en “mártir” de las libertades de pensamiento y de su expresión.
En realidad, y a medida que transcurre el tiempo, cada vez con mayor consistencia, empieza a tomar cuerpo la hipótesis de que Assange-Wikileaks en realidad ayudó a dinamitar a aquéllas
garantías fundamentales de las sociedades abiertas, desde el momento en que, como nunca antes, con su furibuna adhesión a lo de “el-fin-justifica-los-medios”, contribuyó como nadie en los últimos
tiempos a transformar radicalmente el verdadero rol de la prensa – el de auténtico contrapoder– convirtiéndolo en su contrario total, el reino de un poder fáctico emergente, el de los postergados del
mundo que por el solo hecho de serlo tienen derecho, donde sea, a proceder al estilo de Assange.
Es probable que haya sido eso lo que decidiera a los seis grandes periódicos mundiales multimedia de la actualidad (entre ellos “El País” de Madrid), a apartarse de Assange y Wikileaks
Wikileaks en una segunda etapa de filtraciones anunciadas. Tales medios de comunicación, originalmente habían puesto en manos del público los millones de documentos secretos norteamericanos emanados, por increíble que parezca, ¡de los tan (in)vulnerables archivos de sus Secretarías de Estado y de Defensa!
Mejor regalo que la intransigencia anglosajona no podían haber recibido Castro, Chávez y su tropa de presidentes marionetas en la región (CFK, Dilma Rousseff y José Mujica, entre los más
militantes, junto con medioEvo Morales), pues los “bolivarianos” ahora se convirtieron en insospechables defensores del Estado de derecho democrático, y del ordenamiento jurídico internacional, los cuales son violados por ellos en sus países y la región en todo momento, como lo evidenciara la “cumbre” de presidentes Merc-Unasurdianos de Mendoza, en la que ilegalmente excluyeran al Paraguay del ahora difunto Mercosur.
Esto fue la continuación del descarado intervencionismo neoimperialista de sus cancilleres en Asunción, durante el constitucional y legítimo juicio político destituyente, incoado a raíz del desgobierno en que persistía en continuar su pésima administración el entonces presidente Fernando Lugo. La fulminante decisión constitucional del Parlamento paraguayo, impidió que la crisis de Estado local deflagara sangrientamente en una guerra civil, instigada por los secuaces locales de los gobiernos
del “socialismo siglo XXI”.
“Los dioses ciegan a quienes quieren perder”
Aun así el Paraguay votó a favor de la iniciativa “bolivariana” en la OEA, para reunir en sesión extraordinaria a los cancilleres de las Américas, a objeto de tratar la crisis. Es correcta la decisión del
Palacio de López y su Cancillería, pues, más allá de Correa-Assange, y de las agresiones sufridas por el descarado injerencismo del “bolivarianismo” en los asuntos propios de la soberanía nacional, que tuvo nefastas y nefandas repercusiones sobre el Tratado de Asunción y el derecho internacional de los
tratados. Amén de ello, con la movida de Londres, también se puso en riesgo la institución del asilo diplomático, el más importante aporte de América Latina al Derecho internacional.
Y si las amenazas inglesas de capturar a Assange, incluso por la fuerza, en el interior de la embajada de Quito en Londres, se concretaran, el siempre precario ordenamiento jurídico internacional
se debilitaría todavía más.
Por increíble que parezca, Londres y sus aliados, en este caso no solo están contribuyendo a fortalecer internacionalmente a los “bolivarianos”, sino que además ponen en peligro la ética del
político, que es la de la responsabilidad. En medio de un intranquilizador panorama mundial, y mientras se agravan día a día las tensiones iraniano-israelí, estimuladas por la genocida crisis que desangra a la satrapía reinante en Siria, tal como están haciendo las cosas, Londres y Washington, con la colaboración de Suecia, en realidad ayudan a erosionar fuertemente el ideal de la democracia en el mundo, que tiene como un elemento principal el respeto al orden jurídico internacional.
Esto, mientras el irregular eje Caracas-La Habana-Teherán están en plena ofensiva de irregular guerra regional, sudamericana y mundial que apunta a desestabilizar la campaña reeleccionista
del presidente Obama, pues para “agudizar las contradicciones” planetarias requieren que el 4 de noviembre lleguen a la Casa Blanca los fundamentalistas republicanos.
Para concluir una contribución más de Anatole France, según el cual “los dioses ciegan a quienes quieren perder”. Y, en esta coyuntura, ni Londres ni Washington están formando parte de la
solución del problema, sino de su agravamiento.
JLSG
Asunción, a 20 de agosto de 2012
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/08/19/actualidad/1345407478_484745.html
http://www.unasursg.org/index.php?option=com_content&view=article&id=725:declaracion-de-guayaquil-en-respaldo-a-la-republica-del-ecuador&catid=66:noticias-unasur
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/08/19/actualidad/1345351206_438385.html
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/08/18/actualidad/1345242814_883755.html
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/08/18/actualidad/1345324802_912502.html
http://movimientos.org/albasi/show_text.php3?key=21400
CÓDIGO DEL ARTÍCULO: 98RC
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